jueves, 18 de mayo de 2017

LOS HIJOS DE MARDO



Chicken Run, titulada Pollitos en Fuga en Latinoamérica, es una película británica/americana de animación del año 2.000 dirigida por Peter Lord y Nick Park. Fue el primer largometraje de Aardman Animations y la primera producida en asociación con DreamWorks. Ambientada en Yorkshire, Inglaterra en 1961, la película narra las aventuras de un grupo de gallinas en su eterno intento por escapar de una granja, hasta que dentro de su camino se encuentran con un torpe gallo llamado Rocky, que les promete ayudarlas a escapar. Hoy soñé con esta pelicula.

Pero entre sueño y pesadilla, apareció un cuento involucrado, el de Mardo. Un oscuro ser que trabajaba en la guardia custodia del rey Charles I, a quien un día decidió eliminar y tomar el poder, pero que en ese intento no pudo lograr su cometido; en el ataque, sus nervios lo traicionaron, lo volvieron gallina. Mardo fue apresado y llevado a una mazmorra-gallinero, pero con algunos hechizos y embrujo, varios años después, le devolvieron su ser y gracias a ciertos traidores y encantadores de pueblo, finalmente se hizo del poder. 

Por esas cosas propias de los cuentos, su propia familia y una parte de los súbditos de ese reino, esos que lo adulaban, los que estaban más cerca de él y que empezaron a recibir los beneficios de una terrible faena de robos y triquiñuelas, que arruinó al más esplendoroso de los reinos (ósea, los malos del cuento), pasaron a ser muy ricos. Pero además, por aceptación propia, empezaron a llamarse los Hijos de Mardo. Algunos ya grandes y otros más chiquitos, debido a las condiciones que surgieron en el reino, se fueron vivir con su botín en reinos vecinos, mientras otros se quedaron para seguir exprimiendo las ubres doradas. 

Hace 17 años había unos 100.000 venezolanos registrados en el exterior, hoy se calculan en unos 2,5 millones. Nadie en el siglo pasado estaba interesado en vivir fuera del mejor país del mundo, en el año 2.000, con Mardo ya en el poder, se inició nuestra diáspora. Esta palabra, define a “la dispersión de grupos étnicos, políticos o religiosos, que han abandonado su lugar de procedencia originaria y que se encuentran repartidos por el mundo”. Verificando por rebote en Wikipedia hoy me enteré que ya existen doce diásporas claramente identificadas: Judía, Africana, Armenia, Canaria, China, Cubana, Gallega, Griega, Morisca, Turca, Vasca y Venezolana, siendo la nuestra la última diáspora registrada. Normalmente la diáspora se compone de gente de diferentes niveles de la sociedad, que necesita salir de su región para no morir, para tener un futuro y casi siempre salen con pocos recursos económicos, pero con muchas ganas. Ser un forastero no es fácil y sin plata es aún más complicado. 

Recientemente se ha empezado a hablar de otros que también han salido de Venezuela, que por cierto no son perseguidos políticos, ni religiosos y tampoco han salido con una mano adelante y la otra detrás. Han salido huyendo de los terribles males que se han generado en el país y que obviamente también los afectan. Se han ido a varias partes del mundo, donde pueden disfrutar de las grandes fortunas que ellos mismos o sus padres han amasado, producto de la corrupción y del narcotráfico. Pero este grupo es enemigo de la diáspora, son los causantes de ella y en estos últimos días, esa diáspora, la que realmente camina por América Latina y por el mundo, ha encontrado a algunos de ellos, los ha enfrentado y abucheado, les han hecho sentir la incomodidad del perseguido, los han encarado, les han dicho sus verdades y han empezado la búsqueda de los demás. No es venganza, tiene que haber justicia. Bueno, eso dejemoslo  para otro escrito.

Si diáspora se llama al grupo que sale para evitar la muerte o la tortura, física o mental, para evadir los maltratos y el hambre, para tener servicios médicos y medicinas; si son estos los que huyen del hampa, del policía corrupto, de los jueces y fiscales que los persiguen sin motivo justo y quieren meterlos presos. Si la diáspora está formada por aquellos que quieren vivir en paz, por los que no quieren sobrevivir en la miseria y no tienen plata, como llamamos a los otros? 

Que nombre le ponemos a quienes también han salido, que son muchísimos menos, pero que a diferencia de los primeros, viven recorriendo el mundo disfrutando de sus bienes y su dinero mal habido, que disponen de protección personal, gubernamental y diplomática. A esos que pueden estudiar en los mejores colegios y universidades, en esas instituciones donde solo los privilegiados y con mucho dinero pueden asistir. Repito, que nombre les ponemos? A mucho de ellos, a sus padres, hijos y relacionados, les llamamos enchufados, pero para mí ese calificativo ya es muy general. Yo quisiera trabajar en una definición más concreta, en un nombre más específico, ya que este es un grupete es único. Para mí, es el primero que se ha formado en la historia contemporánea, nunca se había arruinado a un país de esta forma, ni los destructores se habían paseado por las mejores y más famosas ciudades de todos los “imperios”, con tanta impunidad y ante la complacencia de los gobiernos del mundo.

Este combo de sátrapas aún tiene fuerza y dinero, pero les está llegando la hora. Pronto van a estar como los Pollitos en Fuga, los Chicken Runners, buscando como salir de su gallinero, que por cierto ya han empezado a llenar de excremento. En un futuro muy cercano, van a empezar a llorar, a cacarear, a pedir clemencia, a suplicar ayuda, a decir que no fue su culpa, que están arrepentidos, que los culpables fueron otros, sus padres. Se escucharán a muchos decir: Yo no sabía!, pero que vaina, si te gastaste los reales. Algunos, que hoy con poder se la dan de valientes, llorarán como los cobardes que son, ya lo han hecho antes. Ya no tendrán a Rocky que los defienda, a ese torpe gallo marote que hizo todo lo que le ordenaron para beneficiarlos y que también tendrá un final no feliz. 

A los miembros de este grupete, aún no sé cómo denominarlos. Seguro estoy que muy pronto, a algún creativo o humorista de mi país, se le ocurrirá una frase o nombre que describa a los Chicken Thieves Runners; mientras tanto yo, basado en la filosofía y la genialidad Maracucha los sigo llamando: Los Hijos de Mardo (los más chiquitos).


Eduardo J. León Hernández
Mayo 18, 2.017

sábado, 13 de mayo de 2017

MAMÁ, Y HOY QUE TE REGALO ?.



Mañana domingo, en ese día en el que todos los hijos, nietos, sobrinos, etc., regalan a esos seres maravillosos que nos parieron y/o criaron, algo caro o barato, no importa, como un gesto de agrado por esa gran labor de llenar al mundo de amor, yo no sé qué regalarte Iris Ayde. Hace ya muchos años, te acuerdas Mamá, te regalé una máquina de coser Singer, electrónica, en esa época también vivía fuera y Tíabe nos hizo la segunda de comprarla, mis hermanos también participaron, no me la pusiste por la cabeza porque no estaba cerca.

Ese día aprendí, que tú querías otra cosa, algo más personal, como un beso, un abrazo y de pronto una comida no estaba demás, pero igual que ese día, hoy tampoco estoy allá. Por circunstancias más complicadas aun, no podré a tu lado físicamente, aunque sé que hablaremos por teléfono. También tienes lejos a tres de tus nietas, a tu nieto mayor y a tus tres bisnietos, eso complica más la cosa. Luisito y Luisana, estarán allí por todos nosotros.

Sabes Mamá, la vaina está cada vez más complicada, el exilio es muy duro y no te lo digo para que te pongas triste, eres la única que puede entenderme completamente y sé que tus palabras y tus oraciones pronto nos permitirán estar cerca de nuevo. Judith y yo vamos a iniciar vainas nuevas, cuando te las contemos, te van a gustar, bueno eso espero.

Pero sabes que si puedo hacer, agradecerte por todo lo que hiciste y haces por mí. A veces les cuento a mis nietos Ángel y Andrés y a cada persona que lo quiere oír, que fuiste tú quien me empujó a estudiar inglés. En 1.967 le dijiste a mi papá, que aceptabas mudarte de nuestro querido pueblo, Santa Bárbara del Zulia (una pendejada) a Maracaibo, con la condición de que me pusiera a estudiar inglés. Le exigiste que mi colegio tuviera esa asignatura, creo que en esa época, allá solo había dos colegios bilingües y mi papá, con su sueldo de Inspector de Sanidad, no tenía ni como pagar el transporte. Una mujer de veintipoquitos años, que fue al colegio en una canoa atravesando un río, que no tenía estudios superiores, sabía y estaba muy clara, en esa época, de lo importante que era tener ese otro idioma. Tú no eres normal Mamá y que bueno que fue es así. 

Recuerdo que cuando llegué a ese colegio en Santa Lucia, frente a la placita de La Muñeca, en el pequeño colegio de las amigas de Mamafé, empezaron a dar clases de inglés, sencillamente porqué el resobrino de la maestra Josefina Urribarrí, estaba en el salón y ella quería que Eduardo José estudiara inglés, eso fue grande Mamá. Sabes, muchos años después supe que justo desde ese día, allí en ese colegio cuyo nombre no recuerdo, gracias a ti y a Mamafé, incluyeron el inglés como materia obligatoria, aun eso no estaba en el pensum de primaria.

No sé si sabias que Patricia, esa misma, tu nieta la del medio, a esa le pasó algo similar. Su madre la llevaba a carajazos, la metía por el pelo tres veces a la semana para sus clases de inglés en el Colegio Champagnat de Caurimare. Judith, que lo entiende mucho, pero que lo habla poco, también sabía que el inglés era necesario para todos. Hace pocos años, Paty, que ahora está exiliada igual que nosotros, le agradeció a su madre esos carajazos, sin ese idioma cuanto no estuviera padeciendo.

Además del inglés, tus consejos, esos que uno no escucha pero que se te graban, esos que solo las madres saben dar, me han ayudado mucho. Te aclaro que algunos no los entendí hasta hace muy poco, no por tapado, sino porque la vida no me había puesto frente a ellos. 


Negra, como te dice Tommy, verte cocinar, aprender de ti ese arte, algunos platos sin recetas, ni medidas, otros un poco más rigurosos en su preparación, los aprendí gracias a ti y tu sabes que esa es una de mis grandes pasiones, Pamela también agarró lo suyo de allí. Pocas personas han probado mis hallacas de plátano, tienen tu estilo. Sabes Mamá, aquí donde estamos hay mucha gente que no cree que soy Maracucho, porque solo saco el “cantaíto” cuando estoy in private, osea con los míos, también herede un poco de ese tu hablar neutro, thanks you very much. 


Algo que he ido poniendo en práctica, gracias a tu ejemplo y a la guía de Dios, es tu discreción, ese saber cuidar lo que se dice. No quiere decir que ahora no hable, muy por el contrario, en la casa Pauli me llama el contador de cuentos (y yo pensé que me había graduado de contador público), porque me la paso contando historias, explicando lo poco que se dé política y economía, los chistes con mi compadre Ascanio en Los Puertos de Altagracia y los de Papa robándose los bombillos del puente sobre el río Escalante, hablando de mi vida en Espiñeira (Price Waterhouse), de mis historias en Western con J.J. Marzuola, Carol, Eugenio López y Jorge Gómez, de los palos con mi compadre Franklin y Chucho en el Hotel del Lago, tantas vainas que la vida me ha regalado, que he podido disfrutar y que me han permitido vivir una vida feliz, porque es así Mamá, dentro de las dificultades, me siento muy tranquilo y feliz. Dios ha hecho su trabajo en mí, de eso no tengas dudas, y ojo, faltan cosas muchas por venir, tengo pendientes nuevas aventuras.

Hoy te hubiera querido regalar otro celular, pero apenas estas aprendiendo a usar el whatsapp. Me contestas los mensajes, dos días después y con una llamada, creo que aún no sabes cómo leerlos, tranquila, poco a poco, Vanessa tiene mucha paciencia. Además, mientras más caro, más peligro corre el teléfono de qué Papá lo dañe. Mira que les pusimos el computador e instalamos el Skype, y allí esta, bien gracias. No te estoy jodiendo, solo aproveché el espacio.

Madre, se oye raro, pocas veces te digo así, muchas cosas están cambiando, nuestro país por ejemplo. Ese que aprendimos a conocer en una camionetica Hillman Hunter, que nos llevaba a donde a nos diera la gana, en especial a Maracaibo y a Caracas, viajando siempre de noche porque era más fresco y menos peligroso. Nos montábamos los cuatro, Rita aun no portaba por allí y salíamos a comernos el mundo a casi 90 km por hora, sin radio y Papá cantando canciones de Alfredo Sadel, era regio, así diría el Piri. 

Recuerdo llegar a Caracas en Diciembre, a la casa de Papa José en los Chaguaramos, cuando la ciudad de los techos rojos de Billo era muy fría en navidad, tanto que usábamos sweaters, pero a pesar de eso siempre nos llevaban a comer helados y mi manito Luis se montaba en la carreta del señor del caballo. En el camino a Caracas siempre parábamos en Campo Carabobo y después al llegar la visita a Los Próceres era obligada, eran lugares dignos y de mucho respeto. Ahora la vaina no es igual, tú sabes. Fue una época muy especial, era chévere.

Recuerdo la primaria y tus coñazos. Por allí Llegó la Frentúa (jeje), casa nueva en la Urb. La Victoria, primera etapa; recuerdo que para ir a visitar la construcción de esa casa, tu hacías varios panes rellenos y llevábamos jugo, malta o refrescos, Papá siempre compraba su jugo de limón en el Miriñaque, todo un viaje, la vaina era al final de la Limpia, detrás del estadio (lean Hechos 13,51, que por una Dios-cidencia, es la primera lectura del día de hoy sábado, el que me escriba le explico). Luego el liceo, tus coñazos, again; el olor a cigarrillo, de nuevo coñazos. Las veces que me amenazaste con dormir en el callejón por llegar tarde y mi manito Luis que me abría la puerta, como disfruto recordándote en eso.

Compartimos momentos duros, realmente fuertes, tú sabes de qué te hablo pero salimos adelante, con penas y glorias, como todos en esta vida. Junto con Papá, graduaste a tus hijos y has visto graduar a tus nietas mayores y te faltan tres, mas tus bisnietos, que seguro los veras graduar también, confío en Dios que así será, los Hernández somos de 90 para arriba.

Bueno Doña Iris, no quiero extender mucho esta carta, me quedan solo tres dedos del Cabernet Savignon que abrí hace un rato y ya estoy mojando mucho el teclado, no con vino por cierto. Te pido que te cuides, no vayas a tomar mucho whisky con Coca-Cola mañana, eso es un crimen, es lo único que jamás te perdonaré, pero si te pasas de palos, trata de joder a algún chavista, no golpees a mi Papá, yo sé que él está muy necio y grosero, pero el votó por Irene y no tiene nadita de culpa en este berenjenal.

Échanos la bendición y no te pongas a llorar, o mejor, si quieres, llora un poquito, graneadito, como en ciclos, así nos ahorramos un poco de las gotas de los ojos que te pusieron y que son bien caras. Tus lágrimas son mejores, son naturales, no tienen aditivos y son gratis. 

Mama, pronto llegará el día en el que te regalaré, otra máquina de coser, que no querrás ponerme por la cabeza. Una bien grande, mollejúa (dixit Maracucho), para que nos fabriques la más grande bandera tricolor, con siete estrellas, una bandera que nunca nadie podrá quitar de nuestra casa, en La Victoria.

Te quiero un montón.

Tu hijo.

Eduardo José León Hernández
Mayo 13, 2.017

viernes, 12 de mayo de 2017

DE UN LAICO DE A PIE AL PAPA FRANCISCO

En Enero de 2.010 mi esposa y yo recibimos un gran regalo, nos enviaron a un curso de espiritualidad en Guatemala que marcó nuestras vidas. Como Laicos Misioneros del Sagrado Corazón, pudimos conocer de primera mano, de la propia voz de quienes padecieron los rigores y crímenes de la dictadura que sufrió ese país durante el siglo pasado. Conocimos mucha gente buena, visitamos sitios de martirio, espacios donde se cometieron los más ruines y viles asesinatos, violaciones, con métodos de torturas que nunca llegue a imaginar que pudieran existir.

Conocimos las historias de José María Gran, Faustino Villanueva, Juan Alonso y Gaspar García, Misioneros del Sagrado Corazón, todos de origen español, pero con corazón chapín los tres primeros, quienes fueron vilmente asesinados en las montañas de Guatemala por defender a su feligresía. Gaspar murió en Nicaragua, igual defendiendo al pueblo, aunque fue un poco más atrevido. También supimos de la vida de Monseñor Juan Gerardi, quien se dedicó a denunciar y desenmascarar a los asesinos del pueblo. En resumen, pudimos conocer por boca de testigos presenciales y con documentos ciertos, las barbaridades que se cometieron en Guatemala, durante esa guerra civil, así como la entrega de estos sacerdotes, quienes junto con sacristanes y fieles, entregaron sus vidas para defender a su pueblo.

Hoy veía por enésima vez, algunas críticas hacia el Papa Francisco y por muchas razones recordé a Guatemala. Vi en ese espejo horrible y tortuoso a mi país, a Venezuela, el mejor país del mundo, que hoy está sumido en la más terrible situación socio política de su historia. Un país secuestrado por un grupo de narcotraficantes, asesinos, corruptos y con los peores resentimientos que puede albergar el ser humano. En esto último no exagero, para nada.

En este día y hora, cuando tenemos más de 40 asesinados en las protestas del pueblo que ya llevan más de un mes, quise escribirle esta nota al Papa Francisco, la cual probablemente nunca lea, pero por mi formación y pensamiento, me siento obligado a hacerlo. Esto no es un ataque al Papa y mucho menos a mi Iglesia, que nadie se equivoque, son mis reflexiones puestas en blanco y negro, con la esperanza de que sea leído donde corresponda.

Santo Padre, desconozco totalmente que información ha recibido usted de mi país, pero con todo respeto, y en esto quiero ser enfático, puesto que yo no dudo ni por un momento de su buena voluntad y sus convicciones humanas y cristianas, con solo leer un tweet de Mon. Ramón Ovidio Pérez Morales, algún escrito del Padre Luis Ugalde S.J. o ver una foto de Mon. Roberto Lückert, dando un discurso en plena protesta esta misma semana, usted puede saber quienes están del lado de la verdad. Hay unas declaraciones que prefiero no calificar, donde se le endosa a usted la frase de que la oposición en Venezuela está dividida, creo que eso no fue lo que usted quiso decir o, probablemente, no fue la parte central de su sentencia y fue sacada de contexto.

En Venezuela no hay oposición y gobierno, realmente lo que existe es pueblo y tiranía, nada más. La tiranía está formada por un grupo de no más de 2.000 seres, que junto a sus familiares y socios (aquí los llamamos enchufados), sus bandas terroristas, la parte de las fuerzas militares y policiales que les mantienen en el poder y el poco pueblo que los apoya no pasan de 500.000 personas, pero este grupete posee el poder de la maldad y de las armas, tiene sencillamente secuestrado a mi país, de más de 30 millones de habitantes (ver la Gasolinera Secuestrada en este mismo blog ) y para desgracia de todos, ellos también están atrapados, siendo su salida la represión, única forma de mantenerse en el poder, el máximo tiempo posible.

Quien enfrenta a esta tiranía es el pueblo, principalmente la gente joven, los muchachos pues, esos a quienes usted mismo en Julio de 2.013, con motivo de la Jornada de Juventud de Rio de Janeiro, simplemente les dijo “formen todo el lío que puedan, vivan el evangelio con todas las consecuencias”. Eso es lo que está haciendo la juventud de mi pueblo, muchos de ellos lo escucharon de su propia voz. Nuestros jóvenes están defendiendo a su pueblo y a su verdad, no importándole las consecuencias y dejando en ello la vida, si es necesario.

Mi pueblo se cansó de pasar hambre, de morir de mengua, sin medicinas, ni servicios hospitalarios; prefiere morir en la calle protestando, que a manos de un delincuente que lo agrede para robarle un teléfono. Los jóvenes de mi país y sus familias, llevan viviendo 18 años de calamidades y aunque muy pocos de ellos conocen otras realidades con la que comprar, están claros que tienen que salir de este yugo para tener un futuro. Estos muchachos, salen a pedir respeto a sus derechos, con cantos, banderas y con mucho miedo, pero los mueve la insensata valentía del que lo tiene todo casi perdido, pero está decidido a recuperarlo. 

Su Santidad, usted es un hombre austero, sabemos cómo ha vivido y lo poco apegado a los lujos que es. Si viera la ostentosa vida de los corruptos dictadores de Venezuela, si viviera la forma como dilapidan y roban el erario público sin importar el sufrimiento y las carencias del pobre, si pudiera palpar la realidad de mi país, haciendo alguna de las infinitas colas para comprar algún alimento, no le temblaría la mano para señalarlos, ni le faltaría pecho para condenar a estos tiranos.

Papa Francisco o mejor, Padre Jorge, así lo siento más cercano y quiero ir a lo más profundo de usted. Diariamente en sus oraciones, mi esposa, este servidor y muchos en el mundo le pedimos a Dios por nuestros sacerdotes, por su salud y por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Cada día también pedimos que el Espíritu Santo le dé a usted la sabiduría y la fortaleza necesaria para seguir llevando el timón de nuestra iglesia, para que sepa discernir lo que más nos conviene, sabemos que no es nada fácil, estamos del lado dentro. La voz de Jorge Mario Bergoglio en el mundo es importante, se escucha, se le respeta, se considera como algo valioso, es una caja de resonancia que amplía la voz de los que sufren y necesitan ayuda, es una voz que hace falta. 

Su opinión, su pronunciamiento a favor de mi pueblo, es indispensable en estos momentos, ya la tiranía está muy golpeada y muchos de sus líderes quieren negociar su salida, usted lo sabe. No sé si es parte de la estrategia del Vaticano mantenerse rezagado para el último momento de la negociación, es una posibilidad, pero necesitamos acción. En las calles de mi pueblo, cae gente muerta cada día, por formar líos y no van a dejar de hacerlo. Usted puede ayudar a que sean menos, pronúnciese, actívese, aquí no hay dialogo posible, con el demonio no se conversa, se le derrota.

Pido a Nuestra Señora de Fátima que lo ilumine, en la visita que hará el día de hoy a su santuario, pero no solamente a usted, sino a todos los Venezolanos. A quienes estamos haciendo líos, para que no nos llenemos de odio y aquellos que están haciendo lo indebido, a quienes están destruyendo a mi pueblo, para que se arrepientan y depongan sus ataques y su maldad. Le pedimos a la Santísima Trinidad que nos bendiga y permita salir de esta mala hora, que nos ayude a liberar esta gasolinera secuestrada.


Eduardo J. León Hernández
Laico MSC
12 de mayo de 2.017   


  

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