Tomado de Google |
Las
palabras en nuestro idioma pueden llegar a ser bien amplias, en cuanto a su
significado y uso, eso se debe a que están regidas por un extenso origen
etimológico o idiomático y otras sencillamente por las derivaciones o
desviaciones que toman en el curso de la historia, por el simple capricho de
quienes las usamos.
El vocablo diestro
define a aquella persona con una especial capacidad, habilidad y experiencia en
la realización de determinada actividad. Pero es sinónimo de derecho, referido
a la ubicación física o al uso de las extremidades, en el caso del ser humano, derecho
es todo aquello que está del lado opuesto al corazón. Derecho también es ley,
normalidad, cosas bien hechas, todo lo bueno. Hay personas que por su interés perfeccionista, en ocasiones llegan a padecer de un trastorno obsesivo-compulsivo y todas sus cuentas, pasos, peldaños de las
escaleras, tienen que terminar en un numero par, porque piensan que esa paridad
coincide con la derecha, con lo que está bien, con la ley, lo perfecto. Algunos de
ellos son los que revisan dos y tres veces sí hicieron algo que debieron hacer,
como apagar la luz, cerrar la válvula del gas o del agua, hay tantas de estas
vainas que todos hacemos. Si quieren ver un excelente caso, vean esa magistral película de 1997, protagonizada por los excepcionales Jack Nicholson y Helen Hunt, ambos ganadores del Oscar por Mejor Imposible (As Good as it Gets), y seguro, muchos de
ustedes se verán reflejados allí.
Izquierdo
es aquello que está situado en el mismo lado que ocupa el corazón en el ser
humano. Es sencillamente la posición opuesta (oposición) a la derecha, punto. Hablando de que es la izquierda en la política, lo resumo en "una corriente de pensamiento que se basa en supuestas posiciones sociales y que agrupa a diferentes estilos (porque son varios los nombres que se han inventado), los cuales presumen
tener como punto central la defensa de la igualdad social y económica, controlandolo todo". Aquí ya hay una comparación contra la derecha política, ya que esta última considera las
diferencias sociales como algo inevitable, normal o natural, contra lo que hay
que luchar para mejorar, reducir, pero no para eliminar, ya que es imposible, no todos
somos iguales, no debemos serlo y precisamente apoya la libertad de acción y de pensamiento. La izquierda política se divide actualmente en
varias ramas ideológicas que se pueden agrupar en tres categorías: la supuesta izquierda democrática-reformista, la izquierda revolucionaria y el anarquismo.
Lamentablemente,
la izquierda o los que dicen llamarse así, se venden como revolucionarios (y tristemente consiguen quienes le compren eso), pero a
la fecha no han hecho ni una sola revolución, que esté registrada en la historia,
que pueda decirse que haya tenido como punto central la defensa de la igualdad
social y no haya terminado en una dictadura o en un régimen totalitario, que solo ha beneficiado a sus dirigentes. Dicho de otra forma, en todos los casos que podemos
ver, los dirigentes izquierdosos o revolucionarios que han llegado al poder,
solo se han robado los derechos y bienes a la gente; ¿o me equivoco? Ese socialismo que defienden por ser la “Doctrina política y económica que propugna la propiedad y la administración
de los medios de producción por parte de las clases trabajadoras, con el fin de
lograr una organización de la sociedad en la cual exista una igualdad política,
social y económica de todas las personas”, hacen creer a sus seguidores esta demostrada mentira, tristemente basada en pensamientos de unos carajos que nunca en su vida trabajaron, que
venían de familias muy pudientes y siempre, siempre, vivieron y comieron bien.
Muchos de
nuestros izquierdosos criollos, toman como bandera algunos países de Europa, cuyos niveles de
vida son los más altos del mundo. Como dice Juan Carlos Hidalgo, en un excelente artículo, que por el azar del internet llegó a mi pantalla (véanlo en https://elpais.com/internacional/2014/08/07/actualidad/1407371823_579981.html ), señala que “Un lugar común en debates sobre desarrollo consiste en identificar a
los países nórdicos —Islandia, Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia— como
ejemplos exitosos de economías socialistas, cuyos modelos además deberían ser
replicados en otras partes del mundo, particularmente en América Latina”. “El
error consiste en catalogar a estas economías como socialistas, simplemente
porque cuentan con elevados niveles de gasto público y altas cargas
tributarias. Si bien es cierto estos países se distinguen por sus generosos
Estados de Bienestar, la realidad es que, en otras áreas de política económica,
se encuentran entre las naciones más libres del planeta”. En otras palabras,
hay una alta inversión social, pero sus habitantes se ganan el sustento
trabajando, estudiando, haciendo el mayor de los esfuerzos y NO aceptan
subsidios, ni dádivas o regalos por parte del estado, mucho menos las exigen.
Las cargas impositivas individuales son muy altas, pero también lo son los
niveles de libertades económicas. Los excelentes servicios que reciben en las
áreas de educación, salud y demás beneficios que el estado provee, son pagados
con sus tributos.
Aprovecho
esta parte para decirle a algunos cristianos católicos o de cualquier otra
inclinación, que lean sobre la vida de San Pablo; aquí les doy un adelanto. “Pablo
de Tarso lo tenía muy claro, su sentido común siempre afloraba. Para seguir a
Cristo; para ser su discípulo, amigo y hermano es necesario trabajar. Como buen
ciudadano romano le gustaba cumplir con las funciones asignadas a éstos y, una
de ellas era la de trabajar para no ser carga social, ser independiente
económicamente, ganarse el pan con el esfuerzo del trabajo”, esto está tomado
de http://pablomarcia.blogspot.com/2009/01/pablo-de-tarso-y-su-experiencia-del.html . En este escrito hay muchos otros
ejemplos de la necesidad que tiene el ser humano de ganarse su sustento y no
esperar vivir de lo que producen los demás, ni limitarse por su condición
social. Esto no quiere decir que aquellas personas que necesiten ayuda debemos
dejarlas a un lado, eso es otra vaina. La misericordia debe estar presente en
todos nosotros cada día de nuestras vidas, y eso se traduce en ayudar al hermano
que está jodido, a ese que tiene necesidades que no se buscó y que lucha por
salir a delante y a veces, por muy variadas circunstancias, no puede. La
misericordia es una cosa y otra muy diferente es mantener a un vago o a
aquellos que se hacen los pendejos para vivir de la caridad, los subsidios y
los regalos. La vida de Pablo es una gran experiencia en este sentido y también
en lo referente al manejo de la fe como negocio, de la franquicia del pastoreo, tema tan profundo como polémico, que por supuesto lo trataremos en
otro escrito.
Los
derechos, son diestros. Los izquierdos son siniestros, es un símil que
presentan los diccionarios y yo solo lo repito aquí. Siniestro tiene como
definición: “Que está hecho con perversidad o mala intención” “Que causa cierto
temor o angustia, por su carácter sombrío o macabro o por su relación con la
muerte”. De hecho, en el argot de las empresas de seguros, los daños que les
son reclamados, se denominan con esa palabra. Y no es casualidad que la
izquierda, esos que se auto califican de socialistas y revolucionarios, sean
seres tan siniestros. Para ello, solo demos una vuelta al ruedo:
- Países
con sistemas socialistas, revolucionarios y de izquierda: Cuba, Venezuela,
Nicaragua, Bolivia.
- Países
donde ha habido sistemas de gobierno socialistas, revolucionarios y de
izquierda: Brasil, Chile, Argentina, Ecuador.
- Países
donde socialistas, revolucionarios y de izquierda están tomando parte de sus
gobiernos e influyendo en sus políticas públicas: España, Italia, México y
Portugal.
Doce países,
donde los primeros cuatro están totalmente controlados por fuerzas oscuras,
destructoras y sin ningún respeto por los derechos humanos. Países donde la ley el régimen dominante se la pasa por el forro y cometen los desmanes que le da la gana;
manteniendo al pueblo bajo la presión del terror y comiendo lo que ellos les da
la gana. Países donde el objetivo ha sido destruir o controlar férreamente el
aparato productivo, los medios de comunicación, las libertades sociales y económicas y dominar por completo las
fuerzas armadas y el poder judicial, ¿o esto no es cierto? ¿No es así como
están viviendo los habitantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y muy pronto lo van a sentir más fuerte los de
Bolivia, si llegan a reelegir al enano siniestro?
Los otros
cuatro, han tenido intermitencia o alternancia entre gobiernos “de izquierda y
de derecha”, donde los primeros escoñetaron las economías y pusieron a sus
ciudadanos como la gallina de Stalin, a pedir sobras luego de que le arrancaron
las plumas. Regímenes que se apoyaron en diversas alternativas, para
convencer al pueblo que los demócratas que los gobernaron antes, eran una gran
camada de corruptos y que ellos son sus salvadores. Quiero destacar aquí un vídeo que recientemente vi en las redes, donde una señora argentina dice: “yo sé que
Cristina robó mucho, pero durante su mandato nosotros comíamos, ahora tenemos
que laborar para poder comer”; este es el pensar de muchísimos argentinos y es la explicación del porque acaba de ganar el sucialismo nuevamente. Algo similar ocurrió en
Brasil, ¿o es mentira que la red de corrupción de Odebrecht enriqueció a todo
el partido de Lula y Dilma Rousseff y al resto de los izquierdosos de América
Latina. Los regímenes de izquierda regalan, subsidian, compran conciencias,
destruyen culturas y de paso (o principalmente) se enriquecen y los de derecha
o democráticos, en los casos donde los reemplazan, les toca aplicar medidas de
corrección que llaman “impopulares”, porque tratan de poner en su lugar los
aspectos principales de la economía, eliminando esos subsidios y regalos que
los otros hicieron al “pueblo”, causando, normalmente, reacciones exageradas,
manipuladas, dirigidas y financiadas por siniestros grupos de poder. Aquí un buen ejemplo. Viendo lo que ocurre en Chile: se justifica destruir el metro de un ciudad buscando una reducción de la tarifa? Ahora no tienen metro. Qué forma tan miserable de reconocer que
destruyen para regalar (y de paso llenarse los bolsillos) y dejarle el peo a los
que vienen, precisamente para que ese descontento que generan los gobiernos de
derecha, les den de nuevo piso político para volver al poder, pregunto: ¿No es
eso lo que acaba de ocurrir en Argentina, donde el retroceso izquierdoso ha
vuelto en menos de 4 años? ¿No es precisamente lo que está pasando en Chile y
Ecuador?
De los
últimos cuatro destaca México, con un presidente que está copiando exactamente
lo que el “sucialismo del siglo 21” (si, con U) hizo en Venezuela, que
ya les abrió las puertas a los agentes cubanos disfrazados de médicos y apenas
hace unos días, mostró la cobardía y la entrega del estado mexicano ante el
narcotráfico, al excarcelar al hijo de Chapo Guzmán, apenas 5 horas después de
haber sido capturado, el heredero del terrible cartel de Sinaloa. Por si no lo sabían, hace unos años, cuando el Chapo se fugó por segunda vez de la cárcel, Manuel
López Obrador, actual presidente de México, pidió repetida e insistentemente la
renuncia del gabinete de seguridad del gobierno de Peña Nieto. Luego de este
reciente cobarde acto entreguista, los diputados de oposición en el Congreso,
le solicitaban lo mismo a este absurdo señor, ante tan infame actuación. Para
que tengan una idea de lo que este individuo tiene en su cabeza, al tomar el poder en
México, López Obrador ordenó frenar, reducir, la persecución a los carteles de
la droga, así como de sus sicarios, gatilleros y mercenarios, para supuestamente
reducir la violencia; porque el piensa negociar con ellos. ¿Puede alguien, en su sano
juicio, creer que es posible negociar con esos miserables delincuentes? ¿De
verdad alguien puede ser tan iluso y proponer que las bandas de
narcotraficantes más poderosas del mundo, van a entregar sus armas y a dejar de
vender la droga? Yo no soy guerrerista, pero no voy a negar que a veces,
solo a veces, cuando las circunstancias son extremas, algo de eso aparece y definitivamente pienso que existen males, muy parecidos a la rabia, que
no se erradican por las buenas y mucho menos se pueden negociar. En el caso de España,
no destaco lo que están viviendo en Cataluña como un simple efecto de
izquierdas o derechas, ya que esa es una lucha independentista milenaria, que tiene muchos siglos de existencia, pero no hay duda del daño que la izquierda ha
hecho a ese país y que buena parte de los conflictos que se han generado en los
últimos tiempos, van de la mano con la llegada de los izquierdistas radicales
al poder, que entre otras cosas, como buenos siniestros socialistas, lo primero
que han hecho es llenarse de propiedades y empezar a vivir como los
capitalistas a quienes critican. Solo para que tengan una idea, Pablo Iglesias
y su partido Podemos, eran acérrimos defensores del miserable hugo chavez y de
sus políticas sociales y cobraban enormes cifras como supuestos asesores, ahora no hayan como sacarse esa culpa de encima. Hay
un excelente artículo de Manuel Llamas, que les da una muestra de este tipo de
camaleones, https://www.libremercado.com/2018-09-05/el-cinismo-de-pablo-iglesias-del-chavez-es-dios-al-venezuela-no-existe-1276624386/ .
Hago una
aclaratoria para aquellos absurdos socialistoides izquierdistas (disculpen la
triple redundancia) que puedan llegar a leer este escrito y también para
aquellos buenos ciudadanos que estén confundidos y no hayan captado aun la
maldad de estos seres siniestros. Yo aquí no estoy diciendo que los gobiernos
democráticos, mal llamados de derecha, son o han sido excelentes y que no han
cometido errores y tampoco que sus dirigentes no han robado. No, no es esa mi
intención, no soy tan cándido para caer en ese error. Lo que si les puedo
asegurar es que los partidos democráticos son perfectibles y sus actuaciones
mejorables. Que lo conocido como democracia, con libertades amplias y
segregación de poderes, es la mejor forma de llevar adelante a cualquier país,
siempre y cuando sus habitantes estén conscientes de su rol y trabajen para
ello. Más adelante les pongo el ejemplo del ejercicio público de dos
gobernantes, a quienes he llegado a respetar mucho. Pero lo que si es cierto, es que los desfalcos realizados
por las hordas socialistas, revolucionarias, siniestras, son enormes. Lo robado por el chavismo en Venezuela en 20 años, lo que han destruido en ese
tiempo, es cientos de miles de veces mayor, que todos los desmanes ocurridos en los 30 años de
democracia que les antecedieron.
El país que
he dejado de último en este escrito, el cual no pretendo convertir en un análisis
político, pues solo intento exponer mi opinión, es Colombia. Nación que me ha
albergado desde hace un poco más de cinco años, pero cuya historia, éxitos y devenires
he seguido muy de cerca desde siempre. Nuestra hermana república, vapuleada por
una camada de miserables guerrilleros que cambiaron sus supuestos orígenes
libertarios por el manejo del terrorismo, el secuestro y el narcotráfico como
medio de vida. Delincuentes que además son acompañados, defendidos y protegidos por los
estados fallidos de Cuba, Venezuela y Nicaragua y de otras naciones. Los “bebes
queridos” del Foro de Sao Paulo y del recién creado en Julio de 2019, el Grupo
de Puebla, ciudad capital del estado mexicano del mismo nombre, el cual está
conformado por líderes izquierdistas de más de 10 países de Latinoamérica y
España y cuyo objetivo es analizar las ideas y políticas que vertebran el
modelo "progresista", otro término muy antiguo, pero que han empezado a utilizar para esconder sus intenciones y que va en la misma
vía del caos y la conflictividad, de la imposición de la anarquía como sistema
de gobierno (o de desgobierno). Imaginen la utilidad de este contubernio y la conveniencia
para nuestros países, solo revisando tres nombres de algunos están en su
estructura: José Miguel Insulza, José Luis Rodríguez Zapatero y Ernesto Samper;
no sé cuál de los tres es peor.
Colombia ha
vivido una guerra de más de 50 años, marcada por tiempos de dictaduras
terribles durante el siglo XX, como casi todos los países de nuestra región.
Este país ha sorteado los efectos del socialismo y ha luchado férreamente contra
la entrada de la izquierda en el poder, pero hay una mezcla de fanatismo, odio e
ignorancia mezclada con dejadez, que pareciera haber infectado a una parte de
la población (aclaro, infectar como bacterias malignas a una herida, no
infestar como mosquitos a una playa), que por suerte aun no es mayoría. La
corrupción que existe en la sociedad colombiana, no solo adjudicable
al estado y a los grupos que lo controlan, es terrible. Se observa como cada
día se descubren una mayor de escándalos de malversación, robo de fondos e
injusticias en los diferentes niveles del estado y en especial en la aplicación de la justicia, lo que ha creado una gran
desconfianza en la forma actual de la administración de los recursos del país,
que, como ocurrió en Venezuela, está produciendo un caldo de cultivo terrible,
que pudiera permitirle la entrada plena a la izquierda en los centros de poder; esto sería fatal para esta nación. En las recientes elecciones de
gobernadores, alcaldes y demás miembros de los gobiernos locales, vimos como la
izquierda está avanzando poco a poco. Pareciera que el pueblo está perdiendo su
norte y el país ganando la posibilidad de caer en las garras de la izquierda,
para también perder todo lo bueno de esta gran nación. Pido a Dios y a la
Virgen del rosario de Chiquinquirá, ayuden y me hagan estar equivocado.
Yo sé que
no todo está perdido y que la sindéresis privará, por eso digo que Colombia tiene excelentes
ejemplos de cómo pueden hacerse las cosas bien desde la administración pública.
El alcalde de Barranquilla, la ciudad donde resido, Alejandro Char y el
gobernador de mi departamento del Atlántico, mi tocayo Eduardo Verano, son la
mejor muestra de que si es posible hacer las cosas bien y cubrir las verdaderas
necesidades de los ciudadanos. Ambos han excedido el 75% de aceptación entre
los habitantes de estos lares, durante sus periodos de gobierno que terminan
este año y aun así son atacados, sin pruebas tangibles, de actos de corrupción,
obviamente por agentes siniestros, que bajo ninguna circunstancia, jamás reconocerán la excelente gestión
de estos dos señores. Esta acciones son muy despreciables, ya que en un ambiente donde la izquierda está haciendo mella, ha sido tan buena la gestión,
que las personas del “clan Char”, como les llaman algunos, acaban de ganar las
elecciones de alcalde y gobernador, con más del 62% de los votos. Estos resultados, son producto de gestiones positivas que se pueden comprobar, inclusive tocar.
En un
reciente viaje que hice a los Estados Unidos de Norteamérica, mi otro país, coincidí con el ex-alcalde de una ciudad cercana a Bogotá, perteneciente a un partido totalmente opuesto a
los que apoyan a Alejandro Char y a Eduardo Verano y él me decía: “Ojalá los
colombianos del centro y del sur del país, los que no somos costeños, apreciemos
el ejemplo de estos señores, que tan buen trabajo han hecho en Barranquilla y
en todo el departamento del Atlántico y les permitamos algún llegar a la
presidencia. Serian una dupla perfecta”. Yo coincido con él.
Pero debo reconocer que Colombia es
un caldo de cultivo en ebullición, para el establecimiento de un terror superior
al de la guerrilla, que es la subversión y el narcotráfico en el poder, mezcla
que solo causaría desolación, destrucción y terror, si no lo creen, miren hacia
Venezuela y también les recomiendo leer mi escrito https://ejleonh.blogspot.com/2019/02/el-sueno-de-pablo-escobar-hecho-realidad.html . Por suerte hay gente como Alejandro Char, Eduardo verano y el tan
odiado por unos, pero a su vez muy amado por otros, Álvaro Uribe, El Maruto de
Colombia (así se titula mi próximo escrito), que junto a la gente, mucha
gente valiosa de este país, estoy seguro harán el mayor esfuerzo del
mundo, para no permitir que se repita aquí, la terrible situación de mi país.
La
izquierda, el socialismo, estos seres siniestros, tienen una razón para ser y
actuar como lo hacen. En una entrevista que les recomiendo, la Dra. Hilda Molina, una
neurocirujana cubana, menciona que en una ocasión, un periodista le
preguntaba “porque tantas personas tan diferentes como las topmodels, algunos artistas
de Hollywood y los pobres de la tierra, admiraban tanto a fidel”, ella le
contestó que había algo común entre ellos: “Todos son unos resentidos. Aunque
tengan dinero son resentidos, hasta con ellos mismos, con la vida, con su país,
con el dinero que tienen. Son personas con personalidades muy contradictorias. Todos
los resentidos del mundo, se han puesto en fila detrás de fidel” Odio, poder y
dinero, es la base de la ideología del socialismo del siglo 21. En este link está la entrevista completa https://www.youtube.com/watch?v=WbXVJ43RSQs . Es muy interesante conocer
estos asuntos desde la óptica de alguien que formó parte de estos grupos y como
su actuar desencantó a esos románticos, que veían en la izquierda, una
verdadera solución a los problemas de nuestras sociedades.
Pensar
diferente, querer arreglar el mundo y todos sus inconvenientes, tener una vida
mejor, disfrutar de la familia y de lo que hermoso que nos ofrece la naturaleza
de nuestros países, viajar, jugar, levantar a la familia y ayudar a nuestros
hijos y nietos a forjarse un futuro digno. Trabajar, estudiar, vivir, pero
vivir bien, es posible y yo diría que es justo y necesario, porque a eso vinimos
a este mundo, pero eso se alcanza con estudio, esfuerzo, trabajo y dedicación. Todo
eso se consigue con la unión y la ayuda de Dios. Quien piense que el
socialismo, la izquierda regaladora y destructiva, les va a mejorar su
situación y a solucionar los problemas, mírese cada día en el espejo y busque
el origen de sus resentimientos o váyase directo a Venezuela y haga su curso
intensivo de desilusión.
Eduardo J.
León Hernández
Octubre 29 de 2.019