En estos de días de intentos
separatistas en España, con pasos “pálante y patrás” como en Cataluña,
volvieron a escucharse de nuevo esas ideas de la Independencia del Zulia. En un
escrito del Dr. Jorge Sánchez Meleán, describe con lujo de detalles algunos
pormenores poco conocidos de la historia del Zulia y de las revueltas que acaecieron
en este estado durante décadas, antes y después de la firma del acta de
independencia de Venezuela.
Uno de los más curiosos momentos,
destaca el evento ocurrido el 28 de enero de 1821, donde el pueblo del Zulia, asumió
su primera decisión política de importancia: tomó la decisión a través del
Ayuntamiento de la Provincia de Maracaibo, de declararse “libre e independiente
del gobierno español” y “en virtud de su soberana libertad se constituye en República
Democrática”. Las razones para estos intentos han sido muy variadas, desde
considerar que la zona posee ingentes de recursos para mantenerse abastecida,
su ubicación geográfica privilegiada, sus recursos hídricos, fluviales y salida
al mar, pero el más importante, es que los Zulianos siempre hemos sido
diferentes. Hablamos de forma muy particular, pensamos distinto, tenemos
costumbres culinarias muy propias y un comportamiento resaltante. No nos
parecemos a nadie, somos únicos, punto.
En una muy reciente visita a
Maracaibo, que fue medio clandestina, estuve ocultándome de mis no-fans, fui a
ver de los míos y en esos días recibí una invitación a almorzar. Fuimos a un
establecimiento que hoy ocupa parte de los espacios de un local, que en otrora
era un centro gaitero de mi ciudad, el Palacio de la Gaita, me trajo muy
hermosos recuerdos de esa época cuando uno podía ir a escuchar esa particular
música, que solo se sabe hacer en el Zulia. Como cosas de la vida, allí vi y
saludé a Néstor Suarez, presidente de Rumbo Propio, que hace años propuso una
especie de estado autonómico, que le permitiera al Zulia manejar sus recursos,
sin la intervención del estado central. Es una propuesta muy particular e
interesante de gobierno, que sería muy larga de explicar, otro día les echo ese
cuento. Mosca, no se vayan a poner a perseguir a Nestor, ya el ni se acuerda de esa vaina.
El hecho es que ese saludo y lo recién
ocurrido en España, trajo a mi mente esas circunstancias y muchos otros
momentos y situaciones donde participé en el pasado, vinculado a la separación
del Zulia como estado independiente y creo que lo vamos a hacer, pero, siempre
hay un pero, no lo vamos a hacer solos.
En estos últimos años de lucha contra
la tiranía narcótica que des-gobierna al país, la gente del Táchira ha demostrado
que son unos guerreros (bueno, siempre lo han sido) y no podemos dejarlos solos; además que conjuntamente
con Mérida y Trujillo, tienen las tierras más sabrosas de nuestro país, en
cuanto a clima frío se refiere y producen una muy buena parte de todas esas
cosas buenas que salen de la tierra y alimentan a la nación. Otra vaina que
olvidaba, unos cuantos los zulianos han sido concebidos entre La Puerta y Mérida,
la ciudad de los caballeros, ya que son destinos predilectos para las escapadas
y la luna de miel. Mi hermano Néstor Guillen se salvaría porque a él le saldría
visa de residente. También estuve pensando en nuestra cercanía con los guaros,
gente amable y cariñosa, allí viví y trabaje un tiempo, ellos también nos
deberían acompañar. Mi pana Luis Arangú, no me perdonaría el dejar por fuera a
su bello estado Lara. Excelente industria, producción agrícola especial, ron,
queso de cabra, el 80% de las cebollas del país y mucha caña de azúcar. Aquí me
detengo un poquito ya que los últimos dos ingenios azucareros que quedaban en
buenas manos, los acaban de expropiar, que raro no. En el camino virtual miré
al norte y me acordé de las playas y los chivos de Falcón, los Médanos de Coro,
la cercanía con Aruba, los dulces de leche de cabra; estos tampoco quedan por
fuera, no mijito, vos estás loco?, así diría José Ramones. Además quien nos va
a refinar el petróleo, por donde vamos a traer el whisky y el queso amarillo holandés?
Se quedan todos de este lado y punto.
Deslizando el mouse visual
inalámbrico, me bajo un poquito a Yaracuy, esa fértil tierra de gente buena,
para que tengan una idea, mi dilecto amigo Pedro Rangel es de allí, es un Aroeño de pura
cepa, ósea que de allí no salen vainas malas. Bueno Caldera se equivocó, eso es otra cosa. Por cierto hay en restaurante de carretera después de San
Felipe, que no no no, ya me dio hambre y ganas de tomarme un Jirajara, estos
también van pal baile, junto con Cojedes. El pueblo de cerámica (eso dice
Wikipedia que significa su nombre), buen ganado en esas tierras, se adaptan muy
a los cambios del clima. Hay un queso fenomenal que me llevaba un amigo de
allá. Portuguesa, tierra de José Antonio Páez y de Luis Herrera, granero de mi país.
Arroz, azúcar y maíz, son productos que allí abundan, bueno ahorita no tanto, pero si hay.
La Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, tiene su templo allí mismo, en
Guanare. Ni de vaina dejaremos por fuera a quienes tienen a nuestra reina.
Obligado miro al sur, a Barinas y
digo: Linda Barinas, no fue culpa tuya, fue culpa de Sabaneta, al próximo que
se alce, por favor, denle duro por esa jeta. Además que miserables como el
difunto, nacen en todas partes. Pero de todas maneras, para evitar que se pueda
repetir la historia, te dejamos venir con condiciones. Un amigo me propuso
ponerles una cerca, pero mi amigo y pana Pancho Guedez se puede molestar, así
que, venga para acá. Apure precioso, carne en vara, joropo, hervidos y sancochos,
fue la inspiración de Gallegos para escribir Doña Bárbara. Ríos enormes y unos
Pavones que solo allí se pescan. Elorza precioso, al lado del río Arauca.
Tienes tanto folclore y belleza que tienes que acompañarnos. Al menos una vez
en la vida hay que ver y sentir un amanecer y un atardecer en Apure.
Me devuelvo al norte, Carabobo (sabana
de agua, eso traduce), tierra de luchas libertarias, de las naranjas dulces, bastión industrial,
con lugares que para mí son inolvidables. Bejuma, donde tantas veces me detuve
a comer vía a Caracas. El parque Carabobo, imponente lugar que visitaba con mis
padres siendo niño. Sus playas, Morón, Puerto Cabello, El Palito, este ingreso menos
se discute, pa´ dentro, junto con Aragua, que es el próximo. Pasé varias unas
navidades, siendo un poco más joven que ahora, en casa de mis amigos Raúl y
Xiomara, vivían en Cagua, fueron las primeras que pasé lejos de mi casa. Maracay, la
ciudad jardín, La Victoria, Mariara, Ocumare de la Costa, el Henry Pittier,
Bahía de Cata, coño, La Colonia Tovar!, para que más detalle, se queda, se queda.
Guárico, cuantas veces te
atravesé en mis viajes, largas carreteras con muy buenos restaurantes en sus
orillas, saben, la primera vez que vi una de esas lunas gigantes que aparecen en
las películas, fue camino al Tigre con mi hija Patricia, lastima no llevábamos
la cámara. Sus morichales siempre me han encantado y un restaurancito Alemán
que está en Ortiz, les va a gustar mucho si lo visitan. Los esteros de Camaguan,
mejor no sigo, este es otro para el equipo. Pueblo donde has vivido, seguro lo
has querido, y lo sigo queriendo, El Tigre fue nuestro refugio a principio de
este siglo, además que Puerto La Cruz y Barcelona, Anaco y tantas otras
poblaciones de mi querido Anzoátegui, siguen en mi corazón. Quien no visitado
Anzoátegui, no sabe lo que se ha perdido.
Miranda, Vargas y Distrito
federal, inseparables. En dos de ellos está Caracas, mi segunda ciudad, donde
casi me quedo en 1.995; siempre me pregunto cómo hubiese sido mi vida allí de no
haberme mudado. Por el otro, por Vargas, se llega a Caracas. Su aeropuerto y el
puerto de La Guaira, sus playas, es prácticamente imposible que los caraqueños
vivan sin Vargas. Y el resto del país, por razones que nos llevarían días de
escritura, los necesitamos y queremos a esos tres, no se hable más. La mejor gastronomía
de América Latina la tiene esa ciudad, llamada también la Ciudad de los Techos Rojos, la
tierra de Pacheco, esa a quien tantas veces Billos le cantó. El chocolate de
Miranda, el mejor chocolate del mundo, los bailes y tambores tan propios de
Barlovento, los Diablos de Yare, la laguna de Tacarigua, ese sitio donde tantas
veces me comí esas sopas de pescado y maravillosos platos de mariscos. Por cierto con tan ricos como los de Caraballeda, el restaurant las Quince Letras (lo recuerdan) y
muchos otros en esas costas de Vargas. Esta trilogía se queda acá.
Emporio petrolero del oriente
junto con Anzoátegui, exquisitos dulces, cachapas y arepas. Con tu Cueva del
Guácharo en Caripito, tu capital Maturín donde siempre llueve y hace calor. Tu
nombre, Monagas, que viene del apellido de dos hermanos que durante el siglo
XIX dieron mucho que hacer y uno de ellos, siendo presidente de Venezuela, les
dio la libertad a los esclavos. Sucre, tu vecino del norte, con hermosas
playas, excelente pescado y paisajes hermosísimos, es otro que nunca podre
dejar por fuera, son parte de mi historia oriental, junto con la maravillosa
Nueva Esparta. Isla de Margarita, ese terruño de noviembre, como
acostumbrábamos llamarlo, donde al menos una vez año iba con mi familia, lugar de celebración de las mejores convenciones del mundo, las que Price Waterhouse
organizaba para sus gerentes y socios, eran una vaina clase aparte. Todas sus
playas, hoteles, la Laguna de la Restinga, sus empanadas coño!, eran
fenomenales. Las tetas de María Guevara, los atardeceres en Juan Griego, la
Virgen del Valle, el Castillo de Santa Rosa, Coche y Cubagua (las hermanitas
menores), los cruzados de Manzanillo y el whisky barato. No tenemos
alternativa, se queda, así no quiera.
Delta Amacuro, Bolívar y
Amazonas, están entre los estados más grandes en extensión, pero con las
menores densidades de población. Ricos y preciosos, selvas, ríos, lagunas,
tepuyes, la caída de agua más alta del mundo,
las montañas más antiguas de la tierra. Producción de hierro, aluminio,
diamantes, oro y pare usted de contar la inmensa e incalculable riqueza minera
que tienen esas tierras. Quien no ha visitado la Gran Sabana, caminado hacia
los tepuyes (bueno, al menos haberlos visto un poco más de cerca), el que no
conoce el Salto Ángel y Canaima, aunque sea en fotos, no sabe que es la vida.
La mejor comida de cacería la comí en un viaje al Delta con nuestro amigo Roque
Amauri, fue una comilona de más de diez tipos de carne, algunas de ellas nunca
las había probado y ni pregunté que era, estaba muy bueno para echarlo a perder
con la respuesta. El sur de este país, es espectacular, cualquier cosa que
escriba se queda pequeña. Hay que visitarlo y conocerlo, hay que vivirlo. Así que
el Sur también es nuestro.
Aja, y ya ustedes estaban
pensando que íbamos a dejar por fuera Los Roques, La Tortuga, Los Frailes, La
Orchila, las Aves y todas esas preciosas islas que están en lo que ahora llaman
Dependencias Federales?. Diría mi primo Nicolás, no mi amor, esas también son
nuestras.
Son nuestra huella en el Caribe
Nuestra punta de lanza al mar
Son parte de nuestro cuerpo insular
Es lo primero que Dios ve
Cuando se lanza al agua a nadar
Esto último me salió verso
Y no lo podía pelar !
Como pueden ver, este movimiento independentista Zuliano no es tacaño, es muy amplio y Venezolanista. Alguien como yo que ha visitado y conoce todos los estados y regiones de este hermoso país, no es ciego ante tanta y variada belleza, no es sordo para tantos tonos musicales y cantares, tiene un paladar especial que se despertó con los saberes de todo mi país, cuyos olores también embriagan mi olfato y por supuesto, con mi tierra a flor de piel, no puedo ser insensible a sentir y palpar tan belleza.
Empujemos con más fuerza el movimiento independentista, continuemos con la lucha. Este domingo 15 de octubre, es obligatorio e impostergable continuar sacando la basura roja y a sus jefes cubanos de este bello país, para que vuelva la paz, la alegría y la prosperidad. Por eso maña, anda y vota coño, vota.
Y después que esté tema esté resuelto, Esequibo: Vamos por ti. !!!
Un Zuliano que quiere junto, a todo su país.
Eduardo J. León Hernández
Octubre 14, 2.017
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