La Sala Electoral del legitimo Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, sentenció desde el exilio este miércoles 15 de diciembre de 2021, que el líder opositor Juan Guaidó debe mantenerse en la presidencia interina del país hasta tanto haya una elección “libre y justa” para renovar ese cargo. El fallo, aprobado por unanimidad por cuatro magistrados desde el exilio, también determina la “continuidad constitucional” de la Asamblea Nacional electa en 2015, de mayoría opositora, y no la votada en diciembre de 2020. La oposición argumentó en enero de 2019 que Nicolás Maduro usurpó la presidencia al reelegirse en 2018 en unas votaciones consideradas viciadas y fraudulentas, por lo que, con base en la Constitución, se declaraba un vacío de poder que debía llenar el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. Los cuatro magistrados de la Sala Electoral que se encuentra en el exilio reafirmaron la validez de esos alegatos, al considerar que Maduro está inhabilitado políticamente para ejercer cargos públicos por “corrupción propia y legitimación de capitales”, así como por “usurpación” de la banda presidencial.
Las anteriores líneas fueron tomadas casi de forma literal de la página de La Voz de América https://www.vozdeamerica.com/a/tsj-venezolano-en-exilio-apoya-continuidad-de-guaido/6356453.html puesto que explica de manera muy concisa esta decisión.
Así las cosas, si ese tribunal fue designado por la Asamblea Nacional Legitima y este pronunciamiento sale de allí, como justificará el cobarde de Julio Borges su deseo de sacar a Juan Guaidó de la presidencia. Mi interés en este caso no es hablar o escribir mal de ningún partido (solo de Julio Borges) y que me disculpen mis amigos de Primero Justicia, que tengo varios, pero tener a ese ser de compañero debe ser terrible, es un cobarde, payaso, déspota e intrigante aprovechado.
Julio Borges se dio a conocer en Venezuela por un programa de televisión donde “impartía” justicia, algo así como el conocido show Caso Cerrado (salvando las distancias), llevando algunos problemas vecinales y familiares, muy bien caricaturizados por cierto en Radio Rochela. Creo que sin ese programa cómico Borges no habría llegado muy lejos.
Este señor, después de más de año y medio siendo el canciller del equipo de Guaidó, ahora renuncia a su cargo en el gobierno interino y pide que dicho gobierno desaparezca, que se arme de otra manera, cosa que tampoco ha explicado y donde por supuesto, él mismo imagino desea tener la oportunidad de llevar la batuta. Yo me pregunto, ¿ese nuevo liderazgo que Borges quiere impulsar lo va a manejar desde Bogotá o regresará a Venezuela? ¿Piensan Julio Borges y los diputados que lo acompañan, pasarle por encima a las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, constituido por personas capaces y preparadas? En las entrevistas que ha dado no muestra nada, excepto que hay que desaparecer el gobierno interino y ¿Luego que Julio, luego que?
Una de las cosas que Borges destaca cada vez que habla de la corrupción supuestamente detectada en Monómeros, de lo cual no voy a opinar por razones personales, pero si está proponiendo hacer cambios, pero te pregunto Julio ¿Cuál es la razón por la cual tu propio partido no ha actuado? ¿Será por qué es eso lo mismo que precisamente Juan Guaidó ha propuesto hacer? ¿Por qué si tu conoces, como dices conocer, esos actos de corrupción, en tu carácter de Coordinador de Primero Justicia, no vas a los tribunales o a la fiscalía de Colombia y pones tú mismo la denuncia? Viviendo en Bogotá y con los contactos que debes tener, debería ser muy fácil; ¿O es que solo estás tomando las denuncias de los medios de comunicación y dando por bueno todo lo que allí se presenta? Julio, no todo lo que ha aparecido en los medios es la verdad, hay mucha manipulación. Pero ¿por qué no actúas? Creo que no tienes bolas, ni pruebas, solo ganas de hablar pendejadas. Por personas como tu es que no salimos adelante.
Julio aprendió a hacer el show en ese programa televisivo que mencioné antes y es muy actor, puede hacerse el fuerte o el sufrido, dependiendo de la situación. Cuando está frente a una cámara, cualquiera lo ve como un hombre gallardo y valiente, cosa que quiso mostrar cuando hace unos 10 años, intentó agredir al presidente de la Asamblea Nacional de la época, Fernando Soto Rojas, un ex-guerrillero chavista (qué por supuesto no es de mi agrado), pero que debo mencionar porqué era un hombre de 78 años en ese momento; a este anciano si se le presentó como un macho.
Pero dos años después, Diosdado Cabello lo mandó a callar, lo insultó e inclusive lo retó a irse al jardín de palacio legislativo, para arreglar sus diferencias; allí se quedó callado y salió con el rabo entre las piernas. Pero hubo un actuar peor aún, el bochornoso espectáculo que ofrecieron Borges y el Coronel que comandaba las tropas que protegían la propia Asamblea Nacional. Julio fue a reclamarle por el comportamiento de algunos efectivos militares, que ciertamente habían maltratado a unas diputadas y luego de una agria discusión, el Coronel lo empujó varias veces sacándolo del área donde estaban. Este cobarde ni siquiera protestó, ni una sola palabra le dirigió al militar y salió con su actuar cobarde de siempre. Quiero destacar, que NO estoy de acuerdo con el trato recibido, en ninguna circunstancia una persona debe ser atropellada por otra y menos si es un miembro de un componente militar, cuyo deber es proteger a las personas, no mal tratarlas, pero aquí solo quiero destacar la cobardía de Julio Borges ¿o será que tiene sangre de horchata? Aquí pueden ver el vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=9iS2OCrnxYM y si no les aparece busquen en YouTube: Julio Borges empujado por un militar. Julio, pregúntale a Carlos Paparoni o a Juan Requesens si hubiesen actuado de la misma manera. Su postura de sumisión con las manos detrás y la miseria de tono de voz que tiene ante ese uniformado, dan pena.
Lo mismo ocurre con sus actuaciones circenses. En una oportunidad que fue atrapado en la calle por las hordas chavistas, le dieron varios golpes e hicieron sangrar por su cabeza, Borges no limpió su cara hasta que fue recibido por una cámara de televisión. ¿Es que acaso los que reciben golpes, los que se dejan romper la cara son los que deben representar a un país o es una actitud para dar lástima?
Si bien es cierto que la designación de Juan Guaidó generó múltiples expectativas de logros que no se han alcanzado, a veces nosotros mismos que nos hacemos llamar opositores, somos los que generamos buena parte de esa decepción. Quiero aclarar que no pertenezco a Voluntad Popular, ni a ninguna tolda, pero si soy cercano a gente respetable que pertenece a los principales partidos políticos. Cada vez que algún seudo periodista, medio digital o cualquier persona, con alguna influencia en las redes menciona algo inconveniente del gobierno interino, todos salimos a calificarlo de corrupto o inepto, sin saber si eso que se ha publicado es cierto. Cuantas veces los mismos miembros del narco-régimen han atacado a Guaidó y a su entorno de malos manejos, sin tener una prueba y le damos credibilidad a los miserables.
Les pongo como ejemplo el Oro venezolano que está depositado en Inglaterra y la situación de Citgo en USA. Con respecto a lo primero, el solo hecho de que Inglaterra haya reconocido que Juan Guaidó es el representante del pueblo venezolano, o si quieren verlo de otra manera, que las autoridades de ese país entienden que el narco-régimen no debe disponer de ese metal precioso que está en custodia, decidieron mantenerlo en sus bóvedas, hasta tanto la situación política se aclare y tengamos elecciones libres y democráticas. Lo mismo ocurre con Citgo.
Para quienes no conocen este tema, Citgo es una empresa de gran importancia para Venezuela, puede procesar crudos muy específicos que en nuestro país se producen, tiene una capacidad consolidada de refinación de unos B/D 750.000, en tres centros de refinación ubicados en el sur- este de USA y distribuye decenas de miles de litros de combustibles y lubricantes, por medio de más de 4.000 estaciones de servicio. Esta empresa fue adquirida totalmente por Venezuela sin soltar un dólar, ya que se compró mediante una gran estrategia de utilización de crudos, producto de la creatividad de los directivos de PDVSA de la época. Sin embargo, el narco-régimen chavista la utilizó como fuente de recursos y constantemente retiró los cuantiosos dividendos que generó, los cuales todos sabemos a donde fueron a parar; pero no contentos con eso, dieron como garantía las acciones de Citgo para respaldar emisiones de bonos y prestamos obtenidos de una empresa rusa.
Como parte de su premeditado programa de expropiaciones y el irrespeto a las leyes y acuerdos, el narco-régimen le quitó los derechos e inversiones a Crystallex, una empresa canadiense que había recibido una concesión para explotar una gran mina en el sur de Venezuela, nuestro país fue demandado por la mencionada empresa y un juez, luego de varios años, dio la razón al demandante para vender las acciones de Citgo y recuperar la cifra demandada. Dada la importancia de esta empresa tanto para USA como para Venezuela, en 2019 el gobierno de Trump otorgó una protección especial logrando diferir o aplazar este embargo y posterior subasta o venta de las acciones. Pero no solo Crystallex tiene opción a exigir se les pague por la vía judicial, también los tenedores de los bonos serie 2020 emitidos por PDVSA, por un valor facial de MMUS$ 7.000, estarían actuando legalmente. Según Bloomberg, el total de bonos, deudas exigibles y otros potenciales juicios que pudiera enfrentar o que están en curso por acreedores diferentes, podrían alcanzar los MMUS$ 90.000.
Le pregunto ahora a Julio Borges, si no existiera el Gobierno Interino, ¿ya no hubiéramos perdido CITGO? ¿Bajo que figura legal, que no sea la que recién ratificó el legítimo Tribunal Supremo de Justicia vamos a poder mantener la administración de los activos en el exterior, principalmente Citgo, Monómeros, el Oro depositado en Inglaterra y los demás activos que se han podido ubicar?
Borges habla de corrupción en las empresas administradas por el interinato. ¿Tendrá él alguna prueba de que en CITGO la hay? ¿Si la tiene, por qué no hace la denuncia correspondiente? ¿Será que Borges no sabe que hay funcionarios de diferentes instituciones de control del gobierno norteamericano vigilando los movimientos financieros de esa empresa, para garantizarle al juez que lleva la causa que no se malversen los recursos de la compañía?
Juan Guaidó llegó a la posición de presidencia de la Asamblea Nacional y posteriormente a ser presidente interino, porque los que estaban por encima de él en el orden jerárquico de su partido político, Voluntad Popular, estaban exiliados o resguardados en alguna embajada. En otras palabras, le tocó, como a Kiefer Sutherland, en Designated Survivor. A Juan Gerardo Antonio se le atravesó la historia, asumió ese compromiso y lo sigue haciendo, desde Venezuela, saliendo a la calle sin miedo, retando al régimen cada día, como igual lo hacen muchos otros políticos que patean la calle. ¿Podrá Julio Borges hacer lo mismo? ¿Será capaz de regresar al país y no salir corriendo cuando Diosdado le grite o vea venir al Coronel que lo empujó en las instalaciones del congreso? Si no existe un líder reconocido en el exterior, como lo ha sido Guaidó, con todos sus defectos y errores, ¿quién representaría esa figura, Julio Borges?
Muy difícil, como diría Aly Khan.
Eduardo J. León Hernández
Barranquilla