martes, 28 de noviembre de 2017

COMO SE NEGOCIA UN SECUESTRO


Mi país parió y preparó muchos profesionales en esta materia. Muchos estaban en la extinta Policía Técnica Judicial, mejor conocida como  PTJ, catalogada en sus tiempos, como una de las mejores policías científicas del mundo, a mí me consta. Tengo amigos y compadres que se formaron allí, algunos ya se fueron de este mundo y se lo que hacían y hasta como, son parte de mis vivencias. No eran ni son santos, excepto por el Mozo, creo que él era un PTJ único, diferente.

El hecho es que los integrantes de este cuerpo, siempre sobresalían en su actuar, algunos fueron terribles y malos seres humanos, como en toda organización que se compone de hombres, pero en su mayoría trabajaban "dentro de la Justicia", otro día hablaremos de eso.

Tuve la oportunidad de conocer muy de cerca a algunos PTJ que destacaron en su época, algunos de ellos expertos en secuestros y extorsiones, de quienes algo aprendí, escuchándolos y siguiendo sus actuaciones.   

En un secuestro clásico hay tres actores básicos: La víctima, el secuestrador y un tercero que participa para resolver el problema, bien sea pagando el rescate exigido o liberando al secuestrado. Puede haber muchísimas variantes, dependiendo de las motivaciones del evento y la cualidad de los involucrados.

Recuerdo varios secuestros famosos de entre tantos: El del Urológico San Román, en Caracas (Enero 1991), el avión de Air France secuestrado y llevado a Entebbe, Uganda (Junio 1976) y la toma de la casa del embajador de Japón en Lima (Diciembre 1996). Estos tres eventos con diferentes motivaciones, con actores de niveles e intenciones de liberación mucho más claras en unos casos, así como apoyos y representatividades bien definidas.

El secuestro en San Román, fue una desgracia que se produjo después de un intento de robo a una residencia. Dos ladrones aprovecharon la puerta abierta de una casa e irrumpieron en ella, mientras un cómplice permanecía en el vehículo fuera de la vivienda. Una vecina se da cuenta de lo extraño de la situación, trata de comunicarse con los propietarios de la casa y ante la imposibilidad de lograrlo, llama a la policía la cual acude al sitio. El conductor del vehículo, al ver una patrulla de la policía entra en pánico y abandona el lugar a pie. Los que están dentro, también detectan a los “pacos” y deciden salir por la puerta trasera, tomando un sendero que los lleva al  Urológico, donde toman como rehenes a cinco mujeres al no poder escapar.

La policía ya estaba en el lugar, andaba cerca buscando llegar a la casa, tal vez por la misma vía tomada por los malandros y comienza la función. En principio hubo algunos disparos que no causaron ningún daño. Luego los secuestradores empezaron sus exigencias, pidiendo un vehículo y la presencia de un fiscal del ministerio público. 

Tras muy pocas horas de negociar, les entregaron un primer vehículo rústico de dos puertas, el cual abordaron los dos delincuentes, usando como protección el cuerpo de las cinco rehenes, pero no pudieron encender el vehículo, no era la llave correcta; se había hecho así a propósito, para ganar tiempo, dijo uno de los funcionarios posteriormente entrevistado. Minutos más tarde, que se convirtieron en horas para todos, ya que esos eventos estaban siendo transmitidos en vivo por la televisión, el Comisario Alberto Morales les llevó otro vehículo, esta vez de cuatro puertas y de nuevo las siete personas se metieron en esa caja con ruedas.

Antes de poder encender el motor, se produjo una balacera, quedando los dos secuestradores muertos. Pero también dos de las rehenes, una en el acto y otra después de días de agonía, igual que dos funcionarios policiales.

En el hecho puede apreciarse que reinaba la confusión (hay vídeos en youtube) y las investigaciones arrojaron que dada la improvisación e intervención de tantos organismos policiales, la operación de rescate había fallado. Gente no preparada que estaba en el sitio actuó sin estar autorizada y algunos que conocían bien este tipo de situaciones y tenían el valor y "el equipo" para enfrentarlas, no fueron escuchados. Es el mejor ejemplo de como un diálogo o negociación, llevado a cabo por gente no preparada para ello, puede traer consecuencias fatales. El interés personal, el protagonismo y la falta de sindéresis tuvo mucho que ver en esto.

En el caso de Uganda, un grupo de fanáticos del frente palestino de liberación, parte del ala extremista de la OLP, secuestraron un avión que iba de Tel-Aviv a París; primero fue desviado a Libia y finalmente llevado a Entebbe, Uganda, país que manejaba el tirano idi amin (todos los nombres de tiranos y grupos de asesinos, yo los escribo en minúscula). Iban 248 pasajeros y 12 tripulantes, a quienes retuvieron en el aeropuerto; finalmente liberaron una gran cantidad, dejando solo a 105 ciudadanos Israelíes y judíos de otras nacionalidades. 

Las exigencias de los secuestradores, que se estiman llegaron a ser unos ocho (habían cuatro provenientes de las fuerzas pro-palestinas apoyadas por amin, que se unieron en el aeropuerto), e incluían, entre otras, la liberación de varios terroristas presos, principalmente en Israel y en otros cuatro países.

Este secuestro se inició el 27 de junio y finalizó el de 04 de julio de 1.976. La noche de ese día, más de 100 hombres debidamente entrenados del ejército Israelí, junto a vehículos y equipos médicos, fueron transportados en varios aviones, algunos de los cuales servirían de transporte para los rehenes al ser liberados. El viaje fue hecho directamente desde Israel a Uganda, volando a la más baja altura posible. En el ataque directo participaron 29 comandos, liderados por el Teniente Coronel Jonatán Netanyahu, hermano del actual primer ministro de Israel, siendo este el único militar israelí muerto durante la operación. Tres de los rehenes fallecieron y otros diez resultaron heridos. La operación completa duro 53 minutos, el asalto solo 30 minutos, siete secuestradores presentes murieron junto a unos 45 soldados ugandeses que custodiaban el aeropuerto. Durante el rescate 11 cazas MiG-17 de la Fuerza Aérea de Uganda, fueron destruidos en tierra.

La diplomacia fue utilizada en este secuestro, varios países que podemos llamar neutrales trataron de interceder, la ONU hizo lo propio (¿?), pero finalmente, ante la amenaza inminente de muerte de los rehenes y la imposibilidad de liberar a los terroristas presos, Israel decidió rescatar a sus ciudadanos de las manos de sus secuestradores. Nunca hubo diálogo directo.

El dictador ugandés ante la ONU, pidió castigar a Israel por haber entrado a su territorio. A su vez, en su discurso ante el Consejo de Seguridad, el embajador israelí Chaim Herzog dijo: 

  • Nosotros venimos con un simple mensaje para este Consejo: estamos orgullosos de lo que hemos hecho porque demostramos al mundo que para un país pequeño en las circunstancias de Israel, las cuales a los miembros de este consejo les son por ahora muy familiares, la dignidad del hombre, la vida humana y la libertad constituyen los valores más altos. Estamos orgullosos no solo porque hemos salvado la vida de más de cien personas inocentes - hombres, mujeres y niños - sino también por el significado de nuestro acto para la causa de la libertad humana.


En la residencia del embajador de Japón en Lima, el día 17 de diciembre de 1.996, catorce terroristas del movimiento túpac amarú tomaron a más de 800 personas como rehenes, quienes estaban allí como invitados del embajador para una celebración especial. Al final de esa misma noche, solo 72 personas quedaron como rehenes, ya que fueron liberados los demás, incluyendo a todas las mujeres. El secuestro duró 125 días, el día 22 de abril de 1.997, las fuerzas del ejército peruano, tomaron por asalto la residencia en cuestión, liberando vivos a 71 de las personas secuestradas, una de ellas murió en el evento. En el ataque fallecieron dos comandos y todos los terroristas.

Entre los setenta y dos rehenes que vivieron ese cautiverio, había siete miembros del poder judicial, seis congresistas, once miembros del poder ejecutivo, veinte empresarios y académicos, veinticinco embajadores y diplomáticos de más de 19 países, entre los que destacan Canadá, Austria, Alemania, Bélgica y por supuesto el anfitrión Japón. También un sacerdote jesuita de nombre Juan Julio Wicht Rossel, quien decidió quedarse a pesar de haber sido liberado por los terroristas.

Durante esta crisis de rehenes, que duró  un poco más de tres meses, hubo muchos diálogos, en ellos participaron diferentes países y actores. Era una situación complicada, porque a pesar de que el evento ocurría en suelo peruano, el área era parte de Japón, por la cobertura de la legislación que ampara las relaciones diplomáticas. 

Perú no podía actuar por sí solo, tenía que conversar con el dueño de la casa. Finalmente, luego de muchos intentos diplomáticos, de lo que hizo la Cruz Roja y muchos otros actores, al no lograr una solución pacífica y haber preparado el terreno para una incursión militar, esta se llevó a cabo, con los resultados que ya leímos arriba.

Mucha de la información detallada en este escrito fue tomada de la lectura de prensa de la época, de Wikipedia y de otros medios, como vídeos y declaraciones de muchos funcionarios.  En ninguno de los casos tomo partido, ya que obviamente no tuve nada que ver en ellos, pero si son mías las calificaciones de malandros, tiranos, dictadores y terroristas a quienes considero que lo fueron y lo son.

Mi interés en esta narrativa es mostrar tres ejemplos, tres diferentes tipos de secuestro.

Uno que se resolvió el mismo día, pero de manera para mi improvisada, sin ayuda, sin atender a las prácticas recomendadas para ello. Un evento que podía y debía ser dirigido por gente conocedora del tema, sin interés de ser protagonistas, de querer ganar privilegios a cuesta de lo que sea; allí había gente que sabía lo que debía hacerse y no se le permitió participar o fue ignorada. Hay que reconocer que algunos policías hicieron muy bien su trabajo y hasta dieron allí la vida, otros la arriesgaron por su pasión y el interés de salvar a los rehenes. No hubo tiempo de diálogo? No se podía hacer otra cosa por las condiciones que prevalecían? Era mejor esperar y tratar de seguir ganando tiempo? Yo no lo sé, no lo viví, solo sé que murió la mitad de los rehenes. También pudieron haber muerto todos a manos de los secuestradores. 

En el caso de Entebbe, el gobierno de Israel sabía que su gente estaba en manos de fanáticos y era un tema de enfrentamiento de países, una guerra histórica, un asunto de orden religioso. Además, por ser imposible cumplir con lo exigido por los terroristas, para Israel la muerte de los rehenes era prácticamente un hecho; los que hemos leído un poco sabemos quién era idi amin y lo que era capaz de hacer. Solo como corolario: Dora Bloch, una inmigrante judía británica de 75 años, hospitalizada en un centro de salud de Kampala, capital de Uganda, fue sacada a rastras de su cama y asesinada por orden de ese tirano en venganza a la acción de liberación. Igualmente sabemos que el ala terrorista de la OLP era implacable, fanática y sus miembros unos fundamentalistas completamente desquiciados.
   
En Perú la cosa cambia, hay una acción, quirúrgicamente realizada, pero en cooperación y con la ayuda de los países cuyas fuerzas armadas tienen las destrezas. Había muchos países representados allí dentro de esa mansión. Muchos funcionarios del gobierno, congresistas y empresarios. Hasta uno que fue presidente del Perú posteriormente estaba allí dentro. También un cura, que se quedó a orar por todos, prefirió "darse", sin miedo, a pesar de haberse podido ir. Era una decisión muy difícil de tomar, Fujimori agotó los diálogos posibles, preparó a su gente para lo peor y al tener la luz verde de todos, actuó.
    
Tres secuestros, tres actuaciones, diferentes circunstancias, finales similares. Unos con más pérdidas de vida que otros. En todos cayeron los malandros, los secuestradores, los terroristas, los que quisieron alcanzar algo, usando como mercancía, tomando como escudo, la vida de seres inocentes.

Tratar con malandros, narco-dictadores, terroristas, tiranos, no es cosa fácil. Mas si tienen poder económico, armas y cuentan con el apoyo de países que viven de la intriga, que son chulos revolucionarios. Un narco-estado que cuenta con una fuerza militar interna comprada, que tiene el apoyo de la narco-guerrilla más poderosa y rica del mundo y una pequeña parte de la población embrujada, a la cual le han sembrado el odio en su corazón, difícilmente va a cambiar su actitud y reconocer sus errores en un diálogo. 

Estos no solo son malandros, son fundamentalistas algunos, temerarios asesinos otros, practicantes de la brujería la mayoría, son muy ricos todos los de la élite, tienen sus cuentas muy buchonas, como diría un maracucho, le cogieron el gusto a los placeres de los oligarcas. Esperan eternizarse en el poder, crear una narco-monarquía, con varios virreinatos en el mismo país. Ellos hoy se sienten dioses, pero en el fondo saben que son unos demonios y lo disfrutan, muchos también saben y sienten, que de una u otra forma, más temprano que tarde lo van a pagar. I hope so.

Negociar un secuestro no es tarea fácil. Dialogar con enfermos, con mentes muy hábiles y retorcidas, con individuos que si han sido entrenado para hacer el mal, sin ceder, manipulando por todos los medios y con la habilidad de poder mantener cualquier mentira sin inmutarse, es de verdad complicado. Un dialogo con ellos, sencillamente es solo un show, donde te van a enseñar la llave de un rustico de dos puertas, que tu sabes que no te van a entregar y si la llegas a recibir el carro no va a prender, de hecho, ya eso lo han hecho.

Dialogar con esos delincuentes, que ya están a nivel de los dementores “las fantasmagóricas criaturas más nauseabundas del mundo. Que infestan los lugares más oscuros y sucios. Disfrutan con la desesperación y la destrucción ajenas, se llevan la paz, la esperanza y la alegría de cuanto los rodean. Si alguien se acerca mucho a un Dementor, este le quitará hasta el último sentimiento positivo y hasta el último recuerdo dichoso. Si puede, el Dementor se alimentara de él hasta convertirlo en su semejante: un ser desalmado y maligno. Lo dejara sin otra cosa que las peores experiencias de su vida” (Tomado de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban), es muy peligroso. No puedes hacerlo solo, tampoco acompañado de gente que no tenga la fuerza y la sabiduría necesaria, hace falta la verdadera fe del sacerdote del Exorcista, la inteligencia y buen corazón de Harry Potter, la fuerza y valentía de Bruce Willis en Duro de Matar y la locura y entrega de Mel Gibson en Arma Mortal.

Si, parece una película y es lo que estoy describiendo. Una terrible película que se filma cada día, pero que contiene actores reales, que siguen muriendo a manos de tiranos locos, que pueden bailar sobre los cadáveres de sus rehenes, sin tener ningún tipo de remordimiento. Que pueden asesinar a una anciana sin tener que sacarla de la cama de un hospital, como idi amin, que también son capaces de jugar fútbol y divertirse frente a sus rehenes, como hacían los terroristas en Perú cada tarde. 

Celebran y bailan sobres los muertos el día de su cumpleaños, pero todos los malos, al final, caen como los secuestradores. Creo que en su momento, no habrá de otra.


Eduardo J. León Hernández

Barranquilla
Noviembre 28 de 2.017    

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