Comparto con ustedes hoy la historia de un señor que estuvo muy
grave por casi 20 años, primero con una amnesia terrible y luego en un estado
de inconsciencia, hasta el pasado día lunes que milagrosamente despertó.
Este señor, quien es muy, pero muy cercano a mí familia, que
vamos a llamar José Tomas León Jiménez, para no generar persecución ni asedio
por parte de la prensa amarillista, cosa que me ha pedido su esposa, la Sra.
Iris (también nombre falso), tuvo un accidente aéreo conduciendo su avioneta y
milagrosamente salvó su vida.
Como les comenté, este señor, sencillamente despertó y ese
mismo día habló, dio algunos pasos con la ayuda de sus familiares y pidió
comida, sintió hambre, ya que durante todo ese tiempo estuvo siendo alimentado
por vía endovenosa, sorprendentemente su estómago funcionó sin problemas. Este
caso ha llamado muy poderosamente la atención de los médicos que lo han tratado
o cuidado durante esas dos décadas y está en fase de investigación. Uno de los más
interesados es la eminencia en Urología mi amigo el Dr. Wilbert Rincón.
Los problemas empezaron para José Tomas cuando pidió comida,
quería una arepa amarilla con pollo y queso cebú (un típico queso blanco
zuliano) y su esposa le dijo que apenas le podía dar solo una arepa blanca, con
un poquito de queso rallado, ya que no había ni pollo, ni harina amarilla,
mucho menos queso cebú. El hombre asintió y le dijo “está bien mi amor, está
bien Negrrra, pero me traes una malta polar, con hielo”. Allí, otra decepción,
se tuvo que conformar con un vaso con agua, porque malta polar, no hay.
En virtud del tiempo que estuvo fuera del aire (así diría José
David Álvarez), su esposa y uno de sus hijos se sentaron con él para
actualizarlo, ya que estaba pidiendo que buscaran las llaves del Ford Falcón
año 1.965, para que alguien le diera unas vueltas, pero ni sabían cómo
explicarle que se lo habían robado a su nieta Patricia en la iglesia. En este
proceso fueron orientados por Celia Albornoz y Carolina, amigas psicólogos que
inmediatamente supieron lo que ocurrió y estuvieron prestas para ayudar a manejar
bien esta situación.
Dado que Tommy perdió mucho peso, no tenía ropa y decidieron
llevarlo a comprar algo de vestir, cuando salieron él quería ir a Fin de Siglo
o a Super-Maxys allí el siempre compraba sus pantalones y camisas, y a Maicaito
a comprarse unos zapatos colombianos; que tristeza cuando le dijeron que ya no existían.
Quiso ir a un Cada o a un Supermercado Victoria y también tomarse un café en la
Fuente de Soda Indio Mara, allí fue cuando el trauma se inició. No podía creer
que todas esas cosas que él comía y vestía ya no estaban. Se sintió muy mal y
tuvieron que llevarlo al médico, ante el temor de una recaída. Lo atendió en el
Hospital Universitario la Dra. Paula, quien se comunicó con Francisco Angulo su Cardiólogo y con las Doctoras María Restrepo, Adriana Araujo, Ginette García y Rossanny Labarca, otras especialistas amigas.
Finalmente lo estabilizaron y detectaron de carambola, solo un pequeño problema
en la cadera y lo va a revisar el traumatólogo Luis Miguel Izaguirre.
JT, como también le dicen sus cercanos, empezó a recordar
mucho mejor luego de este episodio y preguntó por el Café Imperial, Kabuki, por
los Yoyos del Milagro, los cines Roxy y Landia, las discotecas Palladium y El Faro
y por El Palacio de La gaita y no podía creer que todos esos lugares habían
desparecido. Quiso ir a la Botica Nueva a comprar AlkaSeltzer o una sal de fruta
Eno y le dijeron que eso tampoco estaba,
que ahora las farmacias eran Farmatodo, SAAS, Locatel, etc, pero que allí tampoco
se conseguiría eso. Movía la cabeza en señal de negación, pero siguió
insistiendo, su memoria era un torbellino, trató de calmarse y de repente dijo:
“Bueno entonces voy a descansar un poco, mañana vamos al Mercado de las
Guajiras y compramos una botella de whisky, la Dra. Paula me dijo que si podía tomarme
dos o tres palitos y encargamos algo para comer en la Trattoría del Cesar en
Costa Verde y de pronto hasta vamos al Lenvill Club en la noche”, de inmediato
descubrió que tampoco sería posible, al ver la cara de su hijo, comprendió que nada
de eso existía.
Tommy rompió a llorar y pidió que le explicaran que había
pasado. Le contaron que el golpista del 92 había llegado a la presidencia y que
a pesar de haber muerto, aún seguía gobernando su gente y habían convertido el
país en un desastre. Tommy palideció, sus ojos se perdieron. Pidió hablar con
su sobrino Jorge Luis Borges, creía que lo estaban engañando, también quería
ver a su sobrina Marexi y a Marco Antonio y Ulises, ya no confiaba en Rita María
y Luis Ricardo (todos estos nombres son ficticios), con ellos habló por vía telefónica,
ya que viven en Caracas y aún no han podido conseguir un vuelo a Maracaibo y
les da miedo viajar por carretera. Igualmente se sorprendió porque Jorge ya no
estaba en el Banco Unión y se ha mudado para Argentina con Anita, fue terrible.
Ya no están Kafioca, el Matapalo, Coimbra y Gonpaz, solo en los versos que
escribe Richard Sanabria puede recordar esos lugares de su amada urbanización
La Victoria.
Volvió al tema del país y le hablaron de la situación de PDVSA,
de las expropiaciones, la lista Tascón (allí: dijo un coño e´ madre así se
tiene que morir, que decirle???) , de la falta de alimentos, de que no habían
medicinas, que no servían los centros de salud, de cómo la delincuencia había
tomado el control (aunque los malandros a veces son más benevolentes que la misma
policía) y para colmo, cuando pregunto por sus reales, le tuvieron que decir
que los que tenía en él Banco de Maracaibo nunca pudieron ser recuperados y que
además, hoy día no podría hacer nada con ellos, producto de la re-conversión
monetaria y la increíble depreciación tan fuerte del Bolívar frente al dólar,
eso fue casi mortal.
JT empezó a sollozar, a llorar casi como un niño y pedía a
gritos que le dijeran que todo eso era mentira, que tenía que ser una pesadilla,
era terrible. Pidió hablar con José Tomas, Gustavo y Jorge Gómez, gente de su
confianza (no revelo el nexo por razones obvias) quiso hablar con parte de la familia
de su esposa: Denice, Migdalia, Ramona y María Eugenia, hasta con Rodolfo y María
Alejandra, pues no creía nada de lo que le contaban, aunque parcialmente lo había
visto. Hasta mandó a llamar a Hernán Gutiérrez un gran amigo y compadre de su
hijo mayor, quien tampoco pudo atenderlo, porque estaba en su país natal
Colombia, cuando cerraron la frontera. De verdad fue terrible, no hay palabras
como describir lo que Tommy vivió. Pidió un Largactil o un Valium para dormirse
de nuevo, quería volver a perder la consciencia, pero apenas pudieron darle un Tilo,
que aunque estaba vencido, le hizo algún efecto y lo tranquilizó. José Tomas
finalmente cayó cansado, aturdido, durante toda la noche tuvo gemidos y movimientos
involuntarios y hasta llegó a hablar dormido diciendo: “Yo quería que Irene Sáez
(él la conoció en Caracas cuando fue Alcaldesa de Chacao) fuese la presidenta o
Pilin León, que lleva mi apellido y también es bella e inteligente. Fue una
noche horrible para todos.
Su nieta Pamela, muchos amigos: Williams Garnier, Roque
Amauri, el esposo de su nieta Juan Larreal, María su vecina del fondo, la Sra.
Naymi (amiguísima de la casa), Maximiliano, Irame, Marisol y su sobrina Mónica (estas
últimas están en el exterior, pero llamaban a cada rato) y hasta mi amigo
Rafael Barboza, quien no conoce a JT, estuvieron pendientes de él esa noche.
Cerca de las 9:00 de la mañana del día siguiente, JT abrió
los ojos y se vio solo en su cuarto, su cabeza se movía de manera rara, no sabía
que tenía, pero sentía que algo extraño ocurría. En ese momento llegó su esposa,
abrió de muy mala gana la puerta y le dijo: “ No te pensáis parar, hoy pagan la
pensión y en la nevera no hay nada, además vos y Nicolás, viendo el vídeo ese
de Orson Welles ( La Guerra de los Mundos), se tomaron todita la botella de ron
con clavos de olor y canela y también el vino, que tenía listo para la torta esa
que me mandaron a hacer para hoy y que tampoco sé cómo la voy a terminar y a
ganarle algo, ya que los huevos están en 1.200 bolívares y se me acabo la
harina leudante”. Tommy se sentó en la
cama y gritó: Coño me quiero dormir de nuevo, es verdad esta vaina, prefiero que lleguen
los Marcianos ¡¡!!
PD: Quien no conozca la historia de cómo y porque Orson
Welles se hizo famoso con ese evento y entender por qué Tommy reaccionó así, aquí
les dejo el link del vídeo, está en español.
Saludos a todos
Eduardo José León Hernández
Agosto 2015
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