domingo, 22 de diciembre de 2013

SIMONOVIS, la máxima expresión de la injusticia y la maldad.


He leído como muchos venezolanos y gente en el exterior, hacen la continua petición de darle la medida humanitaria de liberación al Comisario Simonovis y también vemos como el gobierno mantiene su posición de indolencia, injusticia y maldad.

Recientemente también leí, que la innombrable ministra que maneja el tema carcelario, anunciaba que habían soltado varios cientos de presos en todo el país, utilizando un mecanismo de aceleración de las causas de esas personas. Algunas serían inocentes, otras ya habrían pagado sus culpas, pero estoy seguro, que muchos de los que salieron, siguen siendo delincuentes. Para muestra el ejemplo del funcionario policial, muy estimado en el estado Lara, que fue asesinado por uno de estos recién salidos. No sé si estás medidas son justas, debo reconocer que no conozco los casos, pero conociendo nuestro sistema judicial, con mucha seguridad, no salieron los que merecían esas medidas.

En el caso Simonovis, es peor el asunto. El, conjuntamente con los otros dos Comisarios y los Policías Metropolitanos, fueron acusados y sentenciados por un crimen que no cometieron, lo cual está comprobado, eso no se discute, quienes seguimos el juicio lo sabemos. Para ello, utilizaron las peores argucias y actos delictivos propios de un sistema judicial corrompido como el nuestro, logrando de esa manera meterlos presos con la pena más alta que contempla nuestra legislación y con la urgencia mas sinvergüenza que se ha visto en este país, al lograr que su sentencia fuese confirmada, en el tribunal superior correspondiente y en el tribunal supremo de justicia, en un tiempo record. Debo confesar que lloré, sin conocerlos personalmente a ninguno de ellos, cuando vi esa miseria de sentencia, esa injusticia que se había cometido.

Pero allá arriba hay un Dios que mira hacia abajo. Jesús nos dejó en uno de sus evangelios la orden expresa de que tenemos que amar a nuestros enemigos, y es bien complicado, porque amar a quienes nos son cercanos es muy fácil. Señor Jesús, no me la pongas tan difícil, dame un “taima”, es prácticamente imposible para mi poder pensar en tenerles respeto y mucho menos amar, a quienes tratan de esa manera a sus semejantes, como lo han hecho estos miserables con los Comisarios, con los Policías y con muchísima otra gente, que nos llevaría hojas de escritura mencionarlos y probablemente dejaríamos otros tantos por fuera, ya que no se conocen sus casos. Y no solamente me refiero a los que han sido juzgados y condenados de manera injusta e ilegal, también me refiero a todos aquellos que son perseguidos a diario, que han sido arruinados u obligados a emigrar por la discriminación, que ha aplicado esta barbarie de 15 años y que sin motivo ni razón, hemos padecido en Venezuela.

Señor Jesús apiádate de nosotros los Venezolanos, para ti nada es imposible. Cambia nuestros corazones y haznos entender, a todos, que somos hermanos, permite que este país sea como antes o mejor, mucho mejor que antes. Que la política no nos divida, que seamos libres de decir y de actuar, ayúdanos a corregir nuestros errores del pasado y guíanos por el sendero de la paz. Nuestra Señora del Sagrado Corazón, acompáñanos en esta petición.

En esta navidad te pido un solo deseo, haz que Simonovis vuelva a su casa. No permitas que muera en las manos de esos verdugos, que por pura maldad lo mantienen preso, y por favor toca sus corazones para que cambien su actitud y no sigan destruyendo a este pueblo.

Eduardo J. León Hernández
Diciembre 22, 2.013           

domingo, 1 de diciembre de 2013

LA LISTA CRIOLLA DE SCHINDLER


En días pasados conversaba vía telefónica con un amigo que desde hace siete años vive en Bogotá, alguien que decidió hace tiempo moverse de este país, ya que tuvo la oportunidad y tomo la decisión de hacerlo. Esa conversación me llevo a pensar: Porque yo no me he ido de mi país?. Tengo un titulo, conocimiento, experiencia y habilidades que me permitirían desempeñarme adecuadamente en cualquier parte del mundo.  Pero por qué no lo he hecho?  Por qué no lo hice años atrás ?.

Tengo más de 25 años de graduado como Lic. en Contaduría Pública, creo que he hecho una excelente carrera como profesional y como empresario,  aunque en los últimos años he enfrentado muchas dificultades, que son crecientes, he logrado mis objetivos, pero aun continúa la pregunta.


La respuesta es muy sencilla, no vi la necesidad de irme de mi país. Vengo de una familia de clase media, digamos baja. Mi padre, Inspector de Salud Pública, ya jubilado. Mi madre, con el mejor, pero peor pagado trabajo que existe, Ama de Casa. No teníamos bienes de fortuna, pero si un país con oportunidades y confianza en él. No necesite más que mi esfuerzo y obviamente en muchos casos, la ayuda de mis padres y de mis tíos Félix, Betilde, Elvira y Geo, quienes ante cualquier necesidad estuvieron allí para apoyarme, como lo hicieron y como lo hacen muchos tíos, padrinos y amigos, con muchas personas que al igual que yo, alcanzamos títulos universitarios y luego excelentes posiciones de trabajo. Siempre les estaré agradecido.

Trabajé antes de empezar a estudiar en la Universidad del Zulia, como muchos lo hicieron y siempre pensaba y visualizaba lo que iba a lograr al terminar mis estudios y lo hice, en mi país, repito porque era un país de oportunidades, donde no se discriminaba a nadie por su inclinación política, ni por ninguna otra condición de raza, credo u origen.  Por eso nunca pensé en irme, no me hizo falta.

 
Mi hija mayor es Medico y este próximo martes recibirá su segundo título, por su Postgrado de cuatro años en Cirugía General, no me pregunten cuanto es su sueldo, da pena. Paula habla un muy buen Ingles y pronto termina el Portugués. Mi segunda hija Patricia, es Ing. Electricista, tiene tres años de graduada y no consigue trabajo en su área, en un país con tanto problemas en ese sector y los Ingenieros Electricistas, como muchos otros profesionales, hacen de todo menos usar los conocimientos que recibieron, habla muy bien Ingles y Francés. Mi hija menor Pamela, es Chef, graduada en Maracaibo y con estudios posteriores en el Instituto Culinario de Caracas, trabaja en un restaurant cerca de nuestra casa, tampoco quisiera decirles cuánto gana. Maneja bien el Ingles y entiende bastante el Francés. Mi hijo Eduardo José, último año de bachillerato, veremos que decide estudiar después, pero el próximo año va a mejorar su ingles. 

Hoy día, a todos, a todos ellos, les digo que se vayan del país, si es su deseo. Por qué? Sencillamente porque aquí no hay oportunidades. No es mi tiempo, es el de ellos. No es la condición de país que yo viví, es el tiempo de evaluar condiciones y decidir. Ellos deben decidir, si quieren seguir siendo tratados como los alemanes trataban a los judíos, si quieren quedarse aquí fajándose, defendiéndose y luchando por ellos y por su país, o simplemente tomar su conocimiento, su coraje y su pasaporte y marcharse, buscando algo mejor. Es su decisión y sea cual sea yo los apoyaré. Nunca he criticado a quien ha buscado nuevos horizontes y no lo haré. Además que la experiencia me ha enseñado que viajar y conocer otras culturas es muy enriquecedor.

Pero por que menciono la Lista Criolla de Schindler? Que tiene que ver con lo antes narrado? Pues mucho. Ese amigo que mencioné al principio, me decía que él se sentía como Schindler, el empresario alemán que salvo a más de 1.000 judíos polacos de ser asesinados en esa barbarie, en el holocausto que dirigió Hitler. Se siente de esa forma, porque ha podido ayudar a varios venezolanos a salir de este holocausto, consiguiéndoles posiciones de trabajo en Colombia.  Así como este amigo, hay muchos amigos de otros que han ayudado a muchos miles de venezolanos a ubicarse en ese y en otros países. Otros no han tenido ayuda, pero han “decidido escapar” del holocausto por sus medios y también lo han logrado. Muchos otros, lamentablemente, han tenido que regresarse, ya que tampoco es fácil vivir en otro país, dejar  sus familias, sus amigos y a un hermoso país como es Venezuela.

Le pido a Dios todos los días, que esta pesadilla pase, que se apiade de nosotros, de este país maravilloso y nos ayude a contener ese odio que han sembrado en nuestro pueblo. Que se acabe este holocausto y que los jóvenes (y los no tan jóvenes), profesionales o no, tengan oportunidades de desarrollarse humana y laboralmente, sin tener que estar o no estar en una lista. Que nos ayude a todos los venezolanos a  entender que es mejor y más barato vivir en paz, en lugar de estar en este constante enfrentamiento, que nos está acabando a todos.

Que la Lista Criolla de Schindler, no siga creciendo. Que quien quiera cruzar nuestras fronteras sea porque quiere, no por huir de un holocausto, que entre otras cosas, vamos a seguir combatiendo este próximo 08 de diciembre.

Dios los bendiga.

Eduardo J. León Hernández

Diciembre 01, 2013   

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