lunes, 18 de noviembre de 2019

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ

Virgen de Chiquinquirá, pintado por Alonso de Narváez 

Virgen de la Chiquinquirá, en su tablita. 
Cada 18 de noviembre, el pueblo Zuliano, el
más occidental de los estados de Venezuela, celebra con mucho júbilo la aparición de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, a las orillas del Lago de Maracaibo. Les cuento un poco para que sepan de donde viene su nombre y como “fue a parar” a las manos de esa humilde señora que lavaba su ropa, en las entonces limpias aguas del Lago.

Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario es una advocación de la Virgen María venerada por la iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario. No hay base histórica certera de la aparición, pero en el transcurrir del tiempo se conoció, que la Virgen María, con un rosario en la mano, se le apareció a Domingo de Guzmán (Santo Domingo – fundador de la Orden de los Dominicos). Esto ocurrió en 1208, en Francia, en una capilla del monasterio de Prouilhe y la leyenda cuenta que ella le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. Es allí donde por primera vez, alguien conoce a la Virgen del Rosario.

En la Colombia de 1.560, un caballero proveniente de España, levanta una casa, con todo lo necesario para vivir y una pequeña capilla, para oficios religiosos en Suta, Boyacá. Posteriormente, también de España, llega un fraile colaborador en las misiones, fray Andrés Jadraque que ve la necesidad de dotar la capilla con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario, advocación promulgada por la Orden Dominica a la que pertenecía el religioso. De esa manera acuden a un pintor, también español, Alonso de Narváez, quien vivía en una zona cercana, para pedirle que pintara a la Virgen del Rosario. ​El dominico y el contratante de la obra, acuerdan con el pintor, poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, san Antonio de Padua y san Andrés por ser el primero patrono del que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que había pedido que se pintara. Para el año de 1.562, la pintura hecha de algodón indígena y que medía 125 cm de ancho por 111 de alto ya estaba en la capilla y allí permaneció por más de una década hasta aproximadamente el año 1.574.

Según lo que se conoce, en el año 1.586, María Ramos, una mujer del lugar, sabiendo que el lienzo había guardado la imagen de la Virgen María, decide reparar el viejo oratorio y el lienzo maltratado, se dice que este cuadro estuvo siendo utilizado hasta en faenas de trabajo, como si fuera un pedazo de tela cualquiera; María lo ubicó en el mejor lugar de la capilla.​ Diariamente oraba y pedía a la Virgen del Rosario que se manifestara y el 26 de diciembre de ese mismo año, cuando María salía del oratorio, una indígena llamada Isabel que junto a su pequeño hijo pasaban por el lugar, le gritaron: "mire, mire Señora". Cuando Maria dirigió su mirada a la pintura, ésta brillaba con resplandores y la imagen, que estaba irreconocible, se había restaurado con sus colores y brillo originales; los agujeros y rasguños de la tela desaparecieron. Desde entonces empezó en Colombia, la devoción a la advocación conocida como "Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá" y ese cuadro permanece en la Basílica que lleva su nombre. Una pregunta al boleo: ¿Será por casualidad que la señora se llamaba María y la indígena Isabel?

Aparición en Maracaibo. De acuerdo con la tradición zuliana, en el año 1.709, un trozo de madera llegó flotando en el agua a una humilde lavandera de nombre María Cárdenas (otra Maria), la cual era habitante de un barrio humilde de Maracaibo denominado El Saladillo, en la entonces provincia de Venezuela. Ella hacia su trabajo de lavandera en las orillas del Lago de Maracaibo, cuando una pequeña tabla llegó a sus manos, sin ninguna particularidad que la hiciere especial. María tomó la tablita y la llevó a su casa, donde la utilizó como tapa de una tinaja de agua. El 18 de noviembre, cuando la mujer estaba colando café, se percató que en la tabla había un figura de la Virgen, por lo que la colocó colgada en la pared, pero luego de un rato escuchó unos golpes, como si alguien estuviera llamando y se acercó para ver lo que sucedía, quedando asombrada ante el brillo que emanaba la tabla, revelando la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Tras la conmoción gritó ¡Milagro! ¡Milagro! Los vecinos acudieron a la casa de la señora y corroboraron la existencia de la sagrada imagen. La zona donde ocurrió esa aparición, desde ese momento se llama El Milagro. Esta “tablita” pudo ser lanzada desde algún barco a las aguas del mar y se desconoce cuánto tiempo pudo estar flotando hasta entrar al Lago de Maracaibo, como también pudo llegar providencialmente allí, o sea, es de esas cosas que solo Dios puede explicar.

Luego de varios años de admiración por esta hermosa aparición, las autoridades del momento, quisieron mudar a la Virgen a la catedral de Maracaibo, pero la imagen y el andamiaje donde era transportada, se puso muy pesado, siendo prácticamente imposible moverla. Cuenta la historia popular, que alguien sugirió que probablemente la Virgen no quería ir a la catedral, sino estar en el templo de San Juan de Dios, ubicado a solo unas cuadras de allí y efectivamente, cuando la alzaron para ir hacia ese otro templo, visitado normalmente por gente humilde, volvió a ponerse ligera de peso y pudieron llevarla a San Juan de Dios, conocido después como Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios. Desde el 18 de noviembre de 2018, entre centro de amor y oración, fue exaltado de Basílica a Santuario Mariano, dada la enorme afluencia de personas que lo visitan diariamente.

La Virgen del Rosario de Chiquinquirá, es conocida en Venezuela comúnmente como La Chinita. A pesar de buscar referencias en internet y preguntar a algunos zulianos de edad avanzada, no he conseguido una razón que me convenza, del porqué a esta advocación se le llama así. Yo asumo que, por esas cosas de nuestro hablar, de ese léxico tan particular que constituye el hablar Marabino, Maracaibero o Maracucho (como vos lo queráis llamar), normalmente a quien lleva por nombre Chiquinquirá, se le dice Chinca, es su forma abreviada y de Chinca a China, solo hay que quitar una letra; Chinita, es simplemente el diminutivo.

Cabe destacar que la imagen de la Virgen de Chiquinquirá ubicada en Maracaibo, no es una copia de la colombiana, tienen los mismos personajes, pero no son iguales, por lo que ambas son consideradas originales; la Virgen tuvo una aparición en ambas regiones y en diferentes tiempos. Las dos imágenes tienen a la Virgen del Rosario, por supuesto, y a sus dos acompañantes, San Antonio de Padua y San Andrés, pero su origen y la aparición de la Virgen, no dependen del cuadro, ni de la tabla, son también para mí, una Mariofanía.

Por algunas cosas que he visto, pienso que la Virgen de Chiquinquirá decidió salir de Colombia y mudarse para en Maracaibo, es una idea que tengo desde hace un tiempo. Resulta que esta advocación, que es la Patrona del pueblo colombiano, tristemente, no es reconocida, ni apreciada por la generalidad del pueblo de este país. Normalmente en cada país o región, la advocación mariana que se presenta, es a la que el pueblo generalmente venera. Esto ocurre con Guadalupe en México, Fátima en Portugal, Coromoto en Venezuela, La Chinita en el Zulia y así con todas las advocaciones marianas registradas en el mundo. Repito, esto aquí en Colombia, no ocurre, excepto en las zonas cercanas a Chiquinquirá. Por esto, creo, que un momento del tiempo, la Virgen de Chiquinquirá dijo “Me voy a otra parte donde me paren, aquí, no me toman en cuenta” y cogió un barco en el Magdalena y fue a parar en manos de la otra María a las orillas del Lago de Maracaibo, luego de recorrer el Atlántico-Caribe. Es tan cierto lo que digo, que los Frailes Dominicos, iniciaron este año, como parte de la conmemoración de los 100 años de la coronación de la Virgen de Chiquinquirá, una visita a todas las ciudades capitales y más importantes de Colombia, para hablar de su patrona, para que el pueblo sepa quién es y lo que representa para este país. Para que sea respetada su decisión de aparecerse en Colombia, para quedarse y compartir la vida de esta nación. Espero que los colombianos les paren bola.

Es hasta cómico a veces (triste en otros casos), cuando vemos gente con creencias algo confusas, diciendo por ejemplo, que la Virgen del Carmen es más milagrosa que cualquier otra Virgen. En días pasados, en una visita a la Catedral de Barranquilla, una señora que vio una imagen de la Virgen de Chiquinquirá, me señalaba que ella no sabía que esta advocación era la patrona de Colombia, pero que sin embargo a veces le pedía, aunque ella estaba muy segura que las “imágenes” que realmente la escuchaban, eran la de la Virgen del Carmen y la Candelaria.

En una oportunidad, en la ciudad de Barquisimeto, centro occidente venezolano, donde se encuentra una bella advocación mariana conocida como La Divina Pastora, un policía de transito de origen maracucho, detuvo a una señora que iba conduciendo muy rápido y cometió un infracción. Cuando el policía le preguntó a la señora cuál era el motivo de la prisa, esta le contestó: que necesitaba llegar rápido a comprar unos materiales para la procesión de la Virgen, de la Divina Pastora. El vigilante algo ignorante del tema, pero bastante curioso, le pidió a la señora que le explicara algo de “esa Virgen” y al final del cuento, este le dijo: Esa historia es muy bonita, pero esa Divina Pastora de aquí, no es más grande que la Chinita del Zulia, aunque a lo mejor son primas. Así somos.

Resumiendo. El 07 de octubre es el día del Virgen del Rosario, la que se le apareció a Santo Domingo. El 09 de julio (también el 26 de diciembre), se celebra el día de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá en Colombia y el 18 de noviembre, es el día de esta misma advocación en Maracaibo y todo el estado Zulia en Venezuela. También en Caraz, en las cordilleras blancas de Perú, se venera a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá. 

Este domingo 17 de noviembre, como iniciativa de un grupo de venezolanos, principalmente zulianos, se realizó la celebración del día de la Virgen de Chiquinquirá en la ciudad de Barranquilla. El evento se llevó a cabo en la Iglesia que lleva su nombre y tuve la honrosa, (aunque inmerecida) oportunidad de mover la réplica de l Virgen del hogar de Miguel y Darcy, quienes con mucho celo la guardan en su apartamento y luego, junto al propio Miguel y otros dos paisanos, la sacamos en procesión en la iglesia, en la eucaristía celebrada en su nombre. También disfrutamos de varias piezas musicales, especialmente compuestas para nuestra Reina Chinita, en el ritmo de la gaita zuliana, en especial La Grey Zuliana, esa magistral pieza del inmortal Ricardo Aguirre; es muy difícil explicar por estas letras lo que se siente, lo que se sentimos este domingo, especialmente siendo migrantes. Celebrar la fiesta de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, es lo más grande para un zuliano y ayer, el que no lloró, al que no le saltó el corazón de alegría, quien no saboreo los recuerdos y la nostalgia, quien no añoró en esos momentos estar en mi Maracaibo, es porque sencillamente no estaba allí.

Viva la Virgen del Rosario de Chiquinquirá !!


Eduardo J. León Hernández

Barranquilla
Noviembre 18, 2019

1 comentario:

  1. Eduardo, gracias por ilustrarnos con este relato histórico de la Virgen de la Chiquinquira.
    Como siempre, excelente!

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