Según la
Biblia, el polvo es el origen del hombre y en polvo nos convertiremos
todos, cuando nos llegue el día. “Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y
al polvo volverás (Génesis 3:19). Entonces volverá el polvo a la tierra como lo
que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio (Eclesiastés 12:7)”.
Según la
versión de los científicos, también la vida se inició a partir del
polvo, pero del cósmico. Esa misteriosa masa que envolvía una mínima energía y
creo un chispazo, dando origen a todo lo que conocemos y desconocemos. La
teoría nebular es la explicación de la formación de los planetas formulada por
primera vez por René Descartes, en 1644, quien propuso la idea de que el sol y
los planetas se formaron al unísono, a partir de una nube de polvo estelar. Lo
esencial de esa teoría, lo formularon posteriormente Laplace – Kant y en 1721
el sueco Emanuel Swedenborg confirmó, teóricamente claro, que venimos del polvo.
El polvo
está presente en prácticamente todas las actividades, situaciones o eventos de
nuestra vida. Por ejemplo, mi esposa Judith entra en pánico cuando se acaba el
jabón en polvo, artículo de primera necesidad para su actuar diario. Lo mismo
le ocurre a Pamela, mi hija menor, cuando se le está terminando el polvo de
hornear; a Patricia, la del medio, cuando se le daña la aspiradora de polvo y
no puede limpiar las alfombras o a Paula, la mayor, lo que le preocupa es el polvo que pueda dañarle sus afiches de los Beatles. A Eduardo José, mi
hijo menor, lo afecta es el polvo que genera la ceniza del carbón o de la leña, con
la que hace sus famosos asados dominicales. Cada quien tiene problemas polvorientos.
Las mujeres en especial, dedican algo de tiempo empolvándose la nariz, sobre todo cuando están en una fiesta y van en cambote al baño, mismo lugar donde otros que tambien lo hacen, pero por dentro, usando ese costoso talco, que les cambia drásticamente rostro, cuerpo y comportamiento.
Las mujeres en especial, dedican algo de tiempo empolvándose la nariz, sobre todo cuando están en una fiesta y van en cambote al baño, mismo lugar donde otros que tambien lo hacen, pero por dentro, usando ese costoso talco, que les cambia drásticamente rostro, cuerpo y comportamiento.
Otro muy curioso, es el polvo de Ángel, elemento que se utilizó en los años 50 como anestésico
intravenoso, pero que dejó de usarse debido a los efectos secundarios
(agitación, delirios, etc.) que producía en los pacientes. Y hablando de salud,
el polvo es el responsable de enfermedades del pulmón, como la neumoconiosis,
que incluye a la enfermedad del pulmón negro, que se presenta entre los mineros
del carbón, las gripes y los fuertes estornudos. Hay un polvo asesino, el del asbesto, que lentamente
ha acabado con la vida de muchas personas en el mundo y continúa asediando a
media humanidad.
Durante la
primavera, son muchos los enfermos de gripe o alergias, producto
de los cambios de temperatura, pero también del polen (polvo) tan necesario para que las
plantas florezcan y produzcan las frutas que
comemos. El polvo también afecta nuestros ojos, cuando es levantado del suelo
por el viento, las erupciones volcánicas, incendios o la polución, o porque nos es
lanzado a la cara en una pelea, en la cual, si nos descuidamos,
nos pueden dar unos cuantos carajazos y ponernos a morder el polvo. Estos actos de violencia, pueden escalar a una confrontación de más alto
calibre y ser herido con una bala, disparada por la polvo-ra.
En nuestro
planeta el polvo que se encuentra disperso en el aire, es considerado un
aerosol que puede tener efectos sobre las propiedades y el comportamiento de la
atmósfera, así como frente a la radiación solar, generando cambios muy significativos
en el clima. Hay muchas zonas donde las tormentas de polvo son muy frecuentes y
enormes, como las llamadas “diablo de polvo”, remolinos de arena, muy bien formados y de relativamente larga duración. Por cierto, ¿sabían
que parte del polvo que tenemos en la casa, son partículas de piel muerta? O
sea, polvo de polvo.
Existe un polvo
que lo llaman el Polvo de Cantor, pero no es uno echado por un artista, no. Es
la versión multi-dimensional del conjunto de Georg Cantor, el creador de una
curiosidad matemática, donde los conjuntos totalmente discontinuos de medida
nula, dimensión topológica cero y con dimensión fractal entre 0 y 1. No tengo idea para que sirve, pero existe.
Una buena
parte de las bebidas que ingerimos vienen de un polvo. La leche en polvo, el
chocolate, el café, las harinas, etc., todos esos elementos que debemos
reconstituir para ser consumidos, provienen de un proceso de secado; los
convirtieron en polvo.
Está el poderoso y rico cóctel, llamado polvo de media noche (viene antes del otro), que se consume
mucho en navidad y cuyos ingredientes son vodka, licor de café, canela en
polvo y tequila blanco. El ratón (guayabo) que genera, es muy fuerte y dicen
que se siente, entre otras cosas, como si la persona tuviera polvo en los ojos;
en ese caso, sería un polvillo (que no es un polvo de enano), cosa que es bien
molesta.
Recién se
celebró el carnaval en Barranquilla y descubrí la historia del polvo del
carnaval. En ella se narra la historia de Alejandro, un hombre de la capital
que siente un gran rechazo por la gente de la costa y sus costumbres. Él
quedará sorprendido cuando su mamá le confiesa que es producto
de una noche de pasión en el Carnaval de Barranquilla, y que su padre es un
costeño. Alejandro, ahora hijo de un padre desconocido, emprende un viaje
para encontrarlo en Barranquilla y se convierte en todo aquello
que siempre odió. Alejandro encontrará un nuevo amor (ya tenía una cachaca) en una hermosa costeña y debe redescubrirse, siguiendo a su corazón, para encontrar
el amor verdadero entre dos mujeres totalmente opuestas. ¿Sabían ustedes que una muy buena cantidad de
personas de estos lares, cumplen año en el último trimestre del año? Pues si, son producto de esos polvos de
carnaval.
Pasando al
área de la hechicería y los eventos oscuros, muchos de esas actividades se
realizan usando polvo de huesos, del secado de algunas plantas o del polvo de muertos. Un
amigo cuyo nombre no voy a mencionar por razones obvias, cree que alguien le
hizo un conjuro, ya que le dejo hecho polvo el asunto aquel y ya no puede echar
ni un polvo (fue una confidencia que me hizo luego de unos cuantos tragos),
pero ya un buen amigo medico está ayudándolo con eso, aunque sea para que pueda
echar un polvo e´gallo.
En el tema
de las relaciones personales, muchos siglos atrás, sacudirse el polvo de las
sandalias era una forma de despedirse de aquellos que no te
querían recibir, como hicieron los apóstoles, léanlo en Hechos 13:51. Será esta una de las razones por la que dicen que poniendo una escoba detrás de la puerta, se ahuyenta a las visitas indeseadas? Con las escobas se barre el polvo, algo tiene que ver. Por cierto, esa misma cita bíblica tiene una clara señal que nos ha permitido deducir donde queda el coño; cuando quieran les explico o le preguntan a mis amigos Rubén Gil y Omar Alvarado, lo descubrimos en un retiro espiritual.
En el cine
y la literatura, también el polvo tiene un papel importante. Como el polvo
mágico del hada, de Campanita, la que ayuda a Peter Pan, dándole poderes
especiales y permitiendole volar. Don Jediondo, el famoso cómico
colombiano, tiene un chiste sobre esto. Resulta
que una mujer, la cual se sabía engañada por su esposo pero que no tenía pruebas,
contrata a un investigador privado para poder probar la infidelidad. El
susodicho persigue al hombre, a quien descubre buscando a una hermosa mujer que se lleva a un hotel. El intrépido detective, se adelanta y se cuela en la
habitación que la pareja ha contratado, escondiéndose detrás de las cortinas para
fotografiarlos durante la consumación del acto sexual, pero es descubierto al
estornudar; el pobre hombre era alérgico al polvo. Si no entendió, así se quedó o busque el
chiste en YouTube. Son muchos los cuentos
e historietas, donde el polvo forma una parte central de escenas
importantes, ¿o no es así?
En la música el polvo también tiene su resquicio, en esa famosa canción de 1977, Dust in the Wind (polvo en el viento), magistralmente interpretada por el grupo Kansas cuyo autor se inspiró, casualmente, en la cita bíblica mencionada en el segundo párrafo.
En la música el polvo también tiene su resquicio, en esa famosa canción de 1977, Dust in the Wind (polvo en el viento), magistralmente interpretada por el grupo Kansas cuyo autor se inspiró, casualmente, en la cita bíblica mencionada en el segundo párrafo.
Ha causado mucho miedo el regreso del Coronavirus, en otra versión, que no es más letal que las anteriores, ni que otras pestes que han azotado la humanidad y mucho menos, que otros males que aquejan a nuestro mundo desde
hace siglos, como son el hambre, la indiferencia y el egoísmo. Este virus es el mal de moda, del cual hay que cuidarse por supuesto, pero curiosamente su mayor impacto no ha estado en la muerte de personas y eso lo verán despues en los resúmenes estadísticos, si no en la economía; la está haciendo polvo. Todos los días encaramos a la muerte, para
morir solo se necesita estar vivo, o sea respirando (hay gente que respira, pero no vive) y no será este virus el que acabe con
la humanidad.
Una canción y ciertas analogías me
trajeron hasta aquí. La conocía desde hace mucho y la escuché de nuevo recientemente, es de Caramelos de
Cianuro, un famoso grupo de rock venezolano. La letra describe el rompimiento de una
pareja (macho-hembra, ahora hay que hacer hasta estas aclaratorias) y el hombre
le pide una despedida, un momento para el recuerdo, para que cada uno sepa lo
que vivió con el otro, un encuentro final; el último polvo. Aquí les adelanto parte de su letra y el link del vídeo https://www.youtube.com/watch?v=6EO1DvZXI44 .
Cuando por fin entiendes que el pasado pasó
Visto desde el final, no estuvimos tan mal
Quiero darte una despedida, que recuerdes toda la vida
Quizás parezca pedir demasiado, pero yo sé que tú también lo has deseado
Y si mañana se termina todo, será después de nuestro Último Polvo
La humanidad no la va a acabar un virus, la ciencia pronto logrará una cura, como lo ha hecho siempre. Tampoco va a ser destruida por una bomba atómica, ni por los efectos de la contaminación, mucho menos será destruida por el choque de un asteroide. No será un evento climático, la destrucción de los polos y el crecimiento de los océanos. El mundo se acabará, con el Último Polvo.
Me acabo de acordar y lo agrego aquí para aprovechar el espacio, de esas chicas que usan “plumeros” para limpiar las casas (como la de la foto, con su vestidito muy corto y zapatos rojos), sacudiendo el polvo o tal vez, tratando de atrapar alguno.
Eduardo J. León Hernández
Barranquilla
Marzo 14, 2020
PD: A quienes gustan de este género,
les recomiendo:
El Instante Pasó https://www.youtube.com/watch?v=kSvtVD8r-iI
Rubia Sol, Morena Luna https://www.youtube.com/watch?v=mjKBjRevfq0
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