martes, 23 de mayo de 2023

MARIA Y LOS OTROS

Imagen tomada de Internet
Un Niño Protestante convertido al Catolicismo
Escribir sobre religión es delicado, son tantas las cosas que se deben medir y cuidar, por respeto a los demás, para no herir susceptibilidades de mis hermanos y porque algunas de mis ideas no cuadran con lo que piensan algunos dogmáticos que hacen vida en mi iglesia. Escribir sobre la Virgen María, es de otro nivel. Empiezo por reconocer que no soy un Católico Mariano, soy un Cristiano Católico que reconoce a María como la madre de Jesús, nuestro Dios bajado a la tierra, María es la primera Apóstol. 

Ser Cristiano es creer en Jesús, el Dios convertido en hombre por intermedio de María, a quien Dios consideró como la mujer perfecta para traer a este mundo al Niño Jesús. 

Cuando digo que no soy un Católico Mariano, es porque tengo claro que se adora a las Tres Divinas Personas y se venera a María y a los Santos. La relevancia del lugar de la Virgen María en la vida de Jesús es innegable, como también debió haberlo sido el impacto de José en el desarrollo de nuestro Salvador. 

Curiosamente el papel de María y no el de José es el que resalta al lado de Jesús, en una sociedad tan machista, donde las mujeres eran seres de segunda, que no tenían voz, mucho menos voto, que estaban supeditadas totalmente al hombre y solo se les permitía actuar luego de haber obtenido el permiso. Sin embargo, María fue determinante en la historia de nuestra fe Católica. No es posible ser Cristiano sin María. 

Católico es un término que significa Universal, que nos arropa a todos. Es sinónimo de primogénita, primera, única, calificativo que aplica a la Iglesia Católica, por el simple hecho de haber sido la única iglesia creada por Jesús. Todas las demás iglesias cristianas, son una derivación de esa iglesia prima y sus inicios se dieron por decisiones, rupturas producidas por diferentes visiones, pensamientos y principalmente por conveniencias o apetencias personales.

Erróneamente, algunos católicos, parecieran tener primero a la Virgen que al propio Dios. En algunos casos lo demuestran cuando hacen oraciones dirigidas a la Virgen, estando sentados ante el Santísimo. Si tienen en el frente al Jefe, no necesitan ninguna intercesión. Más aun, hay gente que cree que "hay una Virgen más fuerte o importante que otra". Puede hasta dar risa, pero he escuchado gente decir que le piden a la Virgen de la Candelaria, porque “las otras” no les hacen caso; triste pero cierto. Hay una anécdota entre un policía de transito maracucho y una señora de Barquisimeto, donde está última es detenida por el primero, ya que iba a exceso de velocidad. Ante la pregunta del agente sobre la razón de tanta premura, la señora le dice que iba muy rápido porque necesitaba llegar a una reunión de planificación de las festividades de la Virgen de La Divina Pastora (la advocación de la Virgen en Barquisimeto) y el Policía le dice: Esa será una prima de la Virgen, porque la verdadera es la Chinita (La Virgen del Rosario de Chiquinquirá), la que tenemos en Maracaibo. Total ignorancia declarada, lamentablemente así hay muchos. 

La Virgen ha sido atacada por diversos frentes, sin ninguna razón, porque “ella no les ha hecho nada”. Esos ataques vienen principalmente de iglesias o sectas con diferentes nombres, adscritas o representativas del evangelismo, el pentecostalismo y el adventismo, por el solo hecho de ser la figura de más alto relieve e importancia en nuestro mundo religioso, después de las Tres Divinas Personas. La atacan por ser un excepcional referente de lo que es el comportamiento de una persona buena y santa, que es a lo que nos llama nuestro Señor. 

Arremeten contra Maria por el hecho de haber tenido tantas apariciones en los últimos XX siglos y dejarnos mensajes que para nada nos dañan, muy por el contrario, ella nos invita a corregir nuestras vidas, nuestros comportamientos, no hace otra cosa que entregarnos sus consejos y los mensajes de nuestro propio Dios. 

La Virgen María fue la número uno entre los apóstoles de Jesús. Ella mantuvo un intercambio de enseñanzas con su hijo, muchos asuntos que fue guardando en su corazón, que fueron aprendizajes para ella, pero también le regaló muchos momentos y experiencias a su Jesús, siendo niño, adolescente y hasta de hombre. Ese es el trabajo de una Madre. 

Los que entienden el asunto, le piden a Maria como intercesora. Otros le piden ayudas o milagros directamente a la Virgen, hecho errado desde la visión de la iglesia católica, puesto que solo Dios puede hacerlos y esto es cierto, pero creo que no totalmente. Seguro que aquí vienen las piedras, muchos están pensando: este se volvió loco. Pero ya voy para allá.

Cuando nos paseamos por la Biblia, vemos que son muy pocos los milagros que, por su propia voluntad, hace Jesús en sus tres años de abierta actividad pública. El primero de esos milagros que está escrito en la biblia, ocurre cuando por “instrucciones” de su Madre, su hijo convierte agua en vino; Jesús se negó, pero ella insistió y Él lo hizo, le obedeció. Jesús era muy inquieto (se dio a la fuga a los 12 años) y María era una mujer amorosa, pero eso va en sentido contrario a una crianza con carácter y es muy posible, que de vez en cuando, Maria le metió a Jesús su chancletazo. Jesús era un ser humano y como niño, joven y hombre, su comportamiento seguramente fue normal y corriente, haciendo travesuras y hasta cometiendo errores.

El propio Jesús dice que los milagros ocurren en función de la Fe que tengamos, de nuestro propio interés actuando y/o orando. El mejor ejemplo de ello es el de la mujer que vivió con una hemorragia por más de doce años (Lucas 8:43-48) y que se curó por fe, al tocar el manto de Jesús; ni él mismo sabía quién había capturado tanta energía sanadora. El paralitico cuyos hermanos llevaron al templo y al no poder ingresarlo por la puerta, lo metieron por el techo, ubicándolo frente a Jesús para que lo curara (Lucas 5:18-25). Esa famosa frase que decimos en la misa “Señor no soy digno de que entres en mi casa, una palabra bastará para sanarme” viene de las palabras que el Centurión le dijo a Jesús pidiendo curar a su criado, (Mateo 8:5-11). Así encontramos que la gran mayoría de los milagros hechos por Jesús fueron por petición, por fe demostrada, no porque Él decidió hacerlos. 

En Lucas 10:17-19, los discípulos vuelven de la misión de evangelización a la que fueron enviados y le dicen a Jesús: «Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre.» Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes. Con esto último me quedo, para decir algo que siempre he pensado.

En al menos siete partes de la Biblia, Cristo deja claro que con solo tener Fe moveríamos montañas o detendríamos tormentas. Si Jesús les dio poder a sus discípulos para hacer milagros y prodigios y no estamos hablando de los Apóstoles, explíqueme alguien ¿Por qué su Madre, la Virgen María, no pudo o puede hacer milagros? Se que me estoy metiendo en aguas profundas y probablemente contradiciéndome frente algunos conceptos que mencioné antes. Pero esto es parte de reflexiones muy personales, es algo que me dice mi corazón. Si yo tuviera ese poder y siendo mi madre una santa, con mucho gusto le dejaría hacer cualquier cosa que ayude al mundo a ser cada vez mejor, sin tener que consultarlo conmigo. Si nada más y nada menos que Dios escogió a María por ser lo que era, lo que representaba, no va Jesús, su propio hijo, a darle "superpoderes sanadores".   

Lutero afirmaba que María es un ejemplo de humildad, ya que, a pesar de saberse madre de Dios, mantenía su humildad y comprendía que la acción de Dios de exaltar al humilde y abatir al grande ocurre cuando, a pesar de la humildad, pobreza e inferioridad, ella experimenta a Dios en su vida. Esas palabras las tomé de un excelente artículo de la Sicólogo Blanca Camacho Sandoval, cuyo link les dejo aquí mismo María en la tradición protestante , para que puedan ver un hermoso análisis, hecho desde múltiples y diferentes aristas, sobre la vida, la imagen y lo que representa la Virgen María para el Cristianismo y para la humanidad. 

El Protestantismo, surgió XVI siglos después de la creación de la Iglesia Católica de manos del propio Jesús y tiene motivaciones lógicas, pero también por enfrentamientos personales y hasta políticos. Lutero, quien inició esta división, reconoce el valor de María en nuestra iglesia y en nuestras propias vidas. 

Revisando la historia y leyendo lo publicado por conocedores de este tema, han sido grupos de muchas generaciones posteriores a Lutero, quienes por necesidad de tener algo con que diferenciarse de los Católicos, han desdibujado a su conveniencia la imagen de María. Permanentemente la atacan, “sin que ella les haya hecho algo” y la utilizan para discutir con los católicos que caen a ese nivel.  

He conversado de este tema con algunos cristianos, de denominaciones diferentes a la Católica y para nada reniegan del valor, del verdadero peso que tiene María en nuestras vidas. Al igual que nosotros, le dan a la Madre de Dios su excelso lugar, aunque no la veneran, pero repito la respetan y reconocen el inmedible valor en el desarrollo del mundo cristiano. Otros mencionan como razón para no darle el puesto que merece María, el hecho de que la Biblia menciona a los hermanos de Jesús, obviando lo que significa la palabra hermano en el lenguaje de esa época. 

También usan el razonamiento de que María no podía ser virgen después del parto y aquí les pregunté: Creen que Maria pudo concebir a Jesús sin que nadie la tocara y no pudo “parir virginalmente” ¿No es que para Dios todo es posible? 

Aparte de que el tema de la virginidad es una creación machista para manipular, gobernar, controlar a la mujer, es una forma atávica de discriminación. Conozco mujeres hipotéticamente vírgenes (no me consta) que son unas amargadas y terribles personas, así como a otras que han tenido cinco, seis y hasta diez hijos, que han sido unas santas. Sin María, no existiría Jesús, punto.

Tristemente en nuestra Iglesia Cristiana Católica, también tenemos personas que actúan igual que los protestantes. Cualquier cosa que huela a evangélico, pentecostal o adventista es rechazada de plano. No importa que sea una canción, una obra de arte o de teatro, un evento musical, todo lo que “viene de ese lado” es considerado no aceptable por el solo hecho de tener origen o haber sido elaborado por un protestante. ¿No estaríamos haciendo lo mismo que ellos, al rechazar todo lo creado, producido o escrito por los hermanos separados? ¿No se asemeja al rechazo de algunos de ellos a la Virgen y a nuestra Iglesia Católica? Nuestra visión no puede ser tan miope y nuestra actitud vengativa. Pero como yo no soy dueño de la verdad absoluta, solo les dejo está pregunta a mis hermanos: ¿Qué haría Jesús en este caso? ¿Rechazaría Jesús una obra de arte pintada por un cristiano no católico? 

Debemos enseñar a nuestros hermanos Católicos, debemos trabajar con ellos, ya que hay muchas cosas qué por ignorancia siguen confundiendo y por fanatismo continúan repitiendo. Y no me refiero al Rosario, esa forma tan divina de mostrar nuestro amor a mamita María, como le dice una amiga barranquillera, y de solicitarle su intercesión, usando esa oración Bíblica, que ruega por paz, por compañía y para que colabore en unirnos con nuestros hermanos. Hacer el rosario es una hermosa acción, pero no es para poner a María por encima de Dios, de Jesús, del Paráclito. María, Nuestra Madre, para mi podría estár al lado de Jesús, no podemos perder el norte que es Dios.

Todos los cristianos católicos necesitamos tener un mensaje de ternura, de amistad, de intención de enlazarnos con los hermanos separados, abrazar la posibilidad de lograr la unificación de nuestra Iglesia Universal o de al menos construir un ecumenismo sano.

No critiquemos, no tengamos actos de desprecio a los demás solo por profesar otra religión, no dejemos de admirar su arte y hasta su actuar, si es algo bueno y bello que sale de su corazón.

En Marcos 9, Juan le dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que hacía uso de tu nombre para expulsar demonios, y hemos tratado de impedírselo porque no anda con nosotros.» Jesús contestó: «No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está con nosotros.»


Un abrazo a todos


Eduardo José León Hernández

Barranquilla, Mayo 21, 2023                  


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