jueves, 13 de julio de 2023

DIE HARD - TOMMY´S STORY


No tengo idea de lo que ocurre cuando alguien muere, por creencia y convicción sé que vamos al cielo o a otra vida mejor, pero hasta que me toque tendré la curiosidad de saber como es ese asunto. Se me ocurre que probablemente exista algún teletransportador o se deba tomar un autobús, un barco para navegar por ese mar de nubes que separa la tierra del cielo o en un avión, donde ya no hay riesgo de tener un accidente mortal. Siendo eso así, ese transporte debe llegar a un terminal y en el caso de mi Papá, que inició su mudanza este martes 11 de julio de 2023, con total seguridad llegó en un bus de Expresos Occidente y lo fueron a buscar: Antonio Correa, José Nicolas Álvarez (no escribo Nico, porque se arrecha), Víctor Reinoso y mi compadre Ascanio Calles, conduciendo a Crispín, su flamante Dodge Dart Blanco que tantas historias tiene.

Un buen amigo que me regaló la tierra donde hoy resido, me envío un escrito referido a la partida de un ser querido, del cual reproduzco aquí una parte: 

“La muerte, que difícil es entenderla y afrontarla para nosotros los seres humanos. Cuando hablo de esto, es claro que me refiero a la muerte de un ser querido y/o de alguien importante para nosotros. Incluso, hasta pronunciar la palabra "muerte" nos da temor, es por eso que hoy, a través de esta reflexión, te quiero invitar a que veas la muerte desde la perspectiva de Dios, y que recuerdes sus palabras: El que coma mi carne y beba mi sangre, tendrá vida eterna".

Le decía a mi amigo Billy que esas palabras las he leído y escuchado muchas veces, pero que no se le percibe el sentido y su impacto, hasta tener que vivir la partida de un ser muy querido, producto de lo más seguro que tenemos que es la muerte, esa lógica y dolorosa verdad que se debe afrontar al final de la vida.

Mi primo Rodolfo a mi padre lo llamaba Tommy y mi hijo también empezó a llamarlo así, es el diminutivo cariñoso de José Tomás. Tommy, fue un excelente amigo, compañero de trabajo y en mi caso personal, un gran maestro, compañero y padre. Me dejó ver casi todos los errores que él había cometido para que yo no los repitiera, me apoyo de manera incondicional y me sirvió, de esta manera tan extraña, a ver la vida de una manera totalmente opuesta a como él la veía, pero coincidíamos en casi todo. Esto no lo sé explicar, éramos iguales, pero muy diferentes.

Tommy no fue un hombre acaudalado, escasamente clase media baja y en la última rayita, pero tenía amigos de verdad, que lo querían por lo que él era. Tommy siempre fue el alma de las fiestas a las que iba y debo señalar, sin ningún temor a pecar de pajúo, que hasta las carajitas me las alejaba, porque todas querían bailar con él, cuando “me acompañaba a las fiestas para poder llegar tarde a casa”. 

Tommy no fue un santo (¿Cuántos hay por aquí?) y sus primeros pasos en el delito callejero, los dio cuando se llevaba los bombillos del puente peatonal que comunicaba a Santa Barbara y a San Carlos del Zulia, acto que realizaba estando con el debido alicoramiento. Cuando hacía eso, de manera de inmediata llegaba la policía a buscarlos en mi casa, ya sabían que él único capaz de hacer eso era Tommy, como también lo hacía su compadre Víctor Reinoso, que en su caso tomaba las coronas que le ponían a la estatua de Bolívar en la plaza que quedaba diagonal a nuestras casas. Víctor se colgaba su corona y le llegaba a Nellita gritando: Mi amor, abrí la puerta, que llegó tu cacique.

Tommy era un viajero empedernido, era un callejero nato, aunque lo más lejos que llegó fuera de Venezuela fue en la zona de tolerancia de Cúcuta. Dada esa condición de callejero, conoció todos los estados de Venezuela, viajo decenas de miles de kilómetros primero en su camionetica Hillman Hunter, luego en su Ford Falcon 1.965, el cual destruyó viniendo de un evento de diversión y alicoramiento. Al no tener vehículo propio, empezó a viajar en buses o en los vehículos de sus amigos de trabajo. Cuando en la Asociación de Inspectores de Sanidad, seccional Maracaibo, debían enviar a alguien a alguna reunión o convención, la pregunta era: ¿Si Jose Tomás no puede ir, quien toma su puesto?. Casi nunca fue otra persona.

Teniendo Tommy unos 40 años, decidió completar sus estudios secundarios e inmediatamente se inscribió en la Universidad del Zulia, en la carrera de Medicina, en cual llegó digamos hasta un poco más de la mitad, dejándola de forma temporalmente indefinida, para entrar a competir en política. Esa era un área totalmente ajena para él, pero lucho cándidamente, por al menos dos años, no logrando vencer a las maquinarias, frustrando así su deseo de ser el Presidente de la asociación que agrupaba a su gremio. Esto fue un golpe del cual nunca se recuperó. No pudo volver a la universidad porque le cambiaron sus condiciones de trabajo y su horario no le permitía ir a clases en horas del día. Su paso por la universidad lo recuerdan muchos médicos que fueron sus compañeros de estudio o alumnos de años debajo de él, porque en los primeros días de clase se aparecía en salones con estudiantes nuevos, haciéndose pasar por el profesor y fueron muchas las clases que dio en esa condición, teniendo al titular sentado al fondo del salón. De allí viene la estilla de médico de mi hija Paula, quien fue para Tommy su sueño realizado.

Tommy, excepto por dos años que practicó esgrima (tengo mis dudas si eso de verdad es un deporte) nunca practicó actividad física alguna, pero si caminaba más que un loco perdido en Caracas. Comía lo que recomendaban no comer, o sea, cochino (cerdo) frito, carne con mucha grasa, suero y mantequilla que jode, era un desastre, pero resulta que según la nueva onda de la nutrición eso es lo que realmente el cuerpo necesita. En otras palabras, Tommy estaba en lo cierto, tenía claro que su dieta era la mejor, pero nadie lo comprendía.

También era amante de la pesca, pero de la comprada en el mercado, porque ni de vaina se montaba en una lancha para buscarla en el mar. Era un gran tomador de tragos y en este respecto, estoy obligado a señalar que fue, junto a nuestro recordado Pamiro, un tomador ampliamente democrático y para nada sectario, ya que no había bebida que despreciara, ni que le cayera mal; Tommy jamás habló mal de licor alguno. Aclaro que esto último no es una apología al licor, ni tampoco una glorificación de ese defecto de tomar en exceso, es solo una alegoría, una mención honesta de lo que mi padre hacía y que es parte de los vicios aceptados por nuestra sociedad. Lo que si les puedo asegurar, es que cuando se "prendía" convertía cualquier velorio en una fiesta y cada fiesta en un increíble jolgorio. Todo el mundo salía a bailar. Una historia culinaria de Papá: El perro de la casa amaba a Papá y recuerdo que en una oportunidad el Sr. Correa, el mejor vecino que pudimos tener, le entregó a mi mamá una bandeja enorme de huesos de chivo, costillas de cerdo y otros, para que se los diera de comida a Bobby. Mamá lo colocó sobre la estufa y dejó en el horno el almuerzo de papá. Esa tarde – noche, llegó con unas copas de más y con mucha hambre, por lo que decidió darse un banquete con los huesos que consiguió. Doy fe de que los dejó más blancos que conciencia de bebe y mamá no tuvo otra alternativa que darle su almuerzo al perro. Conocido ese evento, que extrañamente no sabemos cómo se regó, ya que solo los venezolanos y todos los colombianos residentes en Maracaibo se enteraron de esa magistral chupada de huesos, sus amigos dejaron de llamarlo por su nombre y en su lugar le ladraban o le silbaban como a Bobby!

Tommy enfermó seriamente en enero de este año y estuvo hospitalizado en una clínica, por primera vez en sus casi 85 años de vida, solo durante 18 horas. Por estar contagiado de Covid no podían dejarlo y fue trasladado a su casa. Este capitulo fue muy serio y dudábamos, por lo que señalaban los síntomas, signos y exámenes, que lo pudiera superar, pero no sucumbió, salió adelante. Luego de eso se le presentó un Tromboembolismo Pulmonar, seguido de una fuerte Neumonía, en un periodo de dos meses y ambas condiciones las supero, contra todo pronóstico. Mantuvo una arritmia cardiaca y en algún momento tuvo un evento que le deterioró su capacidad de tragar, derivando su alimentación al uso de una sonda nasogástrica.                 

Todo esto me llevó a representarlo con la imagen que está al inicio de este escrito. Tommy era un Duro de Morir, aunque nunca uso y mucho menos portó un arma de fuego, su capacidad de sobrevivir a los impactos que sufrió su cuerpo en seis meses, lo asimilé al excepcional John McClane, uno de mis personajes favoritos, interpretado por Bruce Willys en la saga Duro de Matar. Cuando le dije esto por teléfono a Rita, mi única hermana, me dijo riéndose: Vos sois una mierda. Pero yo le dije: Muéstrale la foto a papá y dile al oído lo que te acabo de decir, seguramente a lo interno se debió reír, diciendo lo mismo que mi hermana. Tommy era así, un jodedor nato y a pesar de su desgracia, mantenía el humor, la comedia, la jodedera.

Cierro esto, aunque hay muchas otras cosas que contar de Tommy, que prefiero dejarlas para otro momento, para mis historias. Pero no quiero dejar por fuera que la vida de Tommy fue única, hizo de todo sin tener fortuna, ni recursos y puedo dar total fe que nunca le robo nada a nadie, ese es su gran legado para todos nosotros. 

A Tommy le aplica todo lo que dice la letra de My Way, esa canción que hizo famosa Frank Sinatra, pero hay otra pieza musical que me encanta: Rubia Sol - Morena Luna, del grupo Caramelos de Cianuro, en cuya letra hay una estrofa que dice:

No sé a cuál quiero más

Ni cuál soporto menos

He sido un mentiroso, un infiel, no estuvo bien

Pero, sí estuvo bueno

Probablemente mi madre me forme mi lio por algunas liberalidades aquí expresadas, pero que puedo yo hacer, así era Tommy.

Dios te bendiga Papá (aunque si estás allá, imagino que ya no es necesario), en cualquier parte del cielo donde estés, evaluando a quien jorobar o a que puente robarle las luces. Salúdame a mi Chinita y a los panas que te recibieron.   

  

Eduardo J. León Hernández

 

Barranquilla

Julio 12, 2023

1 comentario:

  1. Hermano...cuando me pasaste el mensaje de WS no tenía idea de la pérdida que sufriste...un gran abrazo..y mis oraciones con todos ustedes y con el alma de tu papá.QEPD

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