domingo, 6 de agosto de 2023

EL VARÓN DOMADO – Primera Parte



Imagen Tomada de Internet


En días pasados vi un caso de maltrato o sometimiento público, muy humillante contra un hombre, proveniente de su propia mujer y como estas causas sociales siempre despiertan mi curiosidad y necesidad de acción, algo me recordó a Esther Vilar y decidí escribir esto. 

Por ser un asunto algo largo y además muy delicado, ya que como Esther, yo pudiera ser objeto de algún ataque personal, corporal o verbal (los mentales y mentadas seguro serán muchísimas) y pudiendo perder la vida por este atrevimiento, estoy tratando de hacerlo lo más comprensible posible, pero sin que pierda su esencia, he decidido dividirlo en tres o cuatro partes, siendo esta la primera entrega. Para una mejor comprensión, colocaré un pequeño índice de como iría la vaina.

    Primera Entrega.

        1. De donde esto
        2. La Independencia de la Mujer
        3. El mal llamado Machismo y su origen
        4. Guerras y otros peligros no compartidos
        5. Estrategias que no fallan
        6. Belleza contra fuerza

1.- De donde esto
En los últimos años de la década de los 60, la socióloga Esther Vilar escribió un libro que finalmente se publicó en 1971, que fue todo un remezón en la sociedad occidental. El Varón Domado, tiene una idea principal muy controversial y es que las mujeres no son oprimidas por los hombres, sino que son ellas quienes los controlan a ellos, veremos que pasa. 

El Varón Manipulado, como fue titulado en Francia y Estados Unidos, literalmente se convirtió en una bomba lanzada por Vilar, descendiente de alemanes y nacida en Buenos Aires, Argentina en 1935, quien además de ser escritora, es graduada en sociología, psicología y medicina. El Varón Domado fue su primer libro, del cual vendió más de 2 millones de ejemplares pocos meses después de ser lanzado al mercado, cuando se convirtió en un best seller, siendo el tercer libro más vendido en España en 1975. Luego escribió otros libros y ensayos, todos vinculados al comportamiento humano y de las parejas. El impacto que esta publicación en la sociedad de esa época, se transformó hasta en múltiples amenazas de muerte y Vilar fue literalmente atacada, de manera considerable, en un baño de Alemania. Vilar declaró en una entrevista de 1998, “que aun 23 años después, no habían cesado las amenazas. Hasta mujeres que no gustaban de la lectura tenían este libro en su casa.” Las amenazas tienen su lógica, su publicación coincidió con la época del movimiento feminista que trataba de lograr la “Liberación Femenina”.

Debo aclarar antes de continuar, que muchas de las expresiones que voy a poner de relieve aquí son extractos del Varón Domado. Con varias de ellas no estoy de acuerdo, pero hay otras que las apoyo con vehemencia; sin embargo, no dejaré saber cuáles son, ya que mi vida peligraría y no tengo la menor intención de correr ese riesgo. Son muchas las mujeres que rodean mi vida.

Empecemos con dos de las sentencias más suaves o amargas, dependiendo de quien las lea, que contiene el libro:

“A ellas solo les importa el dinero de ellos y a ellos la belleza de ellas”.

“La mujer no es oprimida por el varón, es la mujer quien tiene al marido como su esclavo económico”.

Según Vilar, el varón es condicionado y entrenado a esto desde su crianza, ya que es lo que escucha de su madre y ve en el actuar de su padre. Dice además que, como compensación, los hombres son premiados ocasionalmente con “deleites carnales”. A las mujeres le preocupan los hombres, en la misma proporción que le interesan que los bancos no desaparezcan. También dice que “los aparatos electrodomésticos, fueron inventados por hombres para reducir el fuerte trabajo de las mujeres en casa”. Aquí Vilar se refiere principalmente a las mujeres de clase alta y media alta, las familias de escasos recursos difícilmente podían darse el lujo de esos equipos.

Aquí hago especial inciso: El asesinato de una mujer, por el simple hecho de serlo, es llamado Feminicidio. Creo que cuando un hombre comete ese crimen, no deberían darle ese nombre, es simplemente un Cruel y Miserable ASESINATO, punto, porque muchos de esos eventos no se cometen por ser mujer, ni por su raza o nivel social. Cuando una mujer asesina a un hombre, no lo llaman Androcídio, que es la definición en nuestro lenguaje, tampoco Hombrecídio que es la del vulgo, pero también mucho más descriptiva. Esto es otra muestra de la superioridad de la mujer; hasta en el lenguaje y las letras son superiores.
 
2.- La Independencia de la Mujer
Vilar hace una sentencia bien cruda: “A la mujer no le importa la compañía de hombres muy mayores o no agraciados físicamente, siempre y cuando su cuenta bancaria sea abultada”. Esto en muchos casos es muy cierto y podemos verlo hoy en las calles, pero como defensor de la parte eternamente agraviada, aclaro que los hombres creen que está muy bien, porque tenemos dinero y somos los que mandamos, pero que ilusos somos. Algunos Sugar Daddy usan la frase de Caramelos de Cianuro, “Eso no estuvo bien, pero si estuvo bueno” o también dicen: "Ese dinero es mío y lo gasto como mejor me parezca".

Viendo el asunto desde el otro lado de la acera, el tema no es nada diferente, la Sugar Mommy (SM) también existe, solo que a diferencia de los hombres, las mujeres “si saben hacer sus cosas” y aunque también las vemos en las calles, son más discretas. No extraña que en muchos casos, son las propias mujeres quienes descubren más fácilmente a las SM y por supuesto, son ellas quienes destruyen, desmechan o hacen tiritas, a esa que se atreve a hacer ese papel; pero creo que es más por envidia de lo que la SM carga a su lado o por la plata que tiene en el banco y en su cartera.

3.- El mal llamado Machismo y su origen
Aunque Vilar lo toca, yo voy a enfatizarlo. El tema del machismo, tan usado como arma de crítica y destrucción contra los hombres en general, sobre todo en nuestras culturas occidentales (lo que ocurre en el medio oriente y otras asiáticas, no es machismo, es un crimen de raza) básicamente también es la mujer la responsable, en un altísimo porcentaje, veamos porque digo esto.

A un hijo varón, desde muy pequeño, cuando aún ni habla, en ese delicado momento de lavarle su armamento o de ponerle talco en “las bolitas”, es muy común la pregunta que le hacen, 
hablándole en "chiquitico", como si él fuera a contestarla: ¿Para quien es esto bebecito lindo? Y la propia mamá o esa tía que esté arrimada por allí dicen: Para las chicas. Mi hermana diría Pa´ las Putas. Luego, cuando ese varón, empieza a tener contacto con pares femeninas de su edad en el jardín o en la escuela, las preguntas de la familia van dirigidas a cuantas novias tiene, como se llaman y si ya les ha dado su primer besito. Puedo jurarles, que si es una hembra, ni de vaina le dejarían ver su cosita a nadie y mucho menos habrá un tío diciendo que eso es para repartirlo en la primera oportunidad que tenga. 

Y así vamos criando a nuestros hijos, siendo las mujeres, las madres, tías y abuelas las que radican, sellan, empujan y mantienen esa condición en la mente del niño, como si fuera un requerimiento urgente de una tarjeta de crédito en el banco y por supuesto, los padres, tíos y abuelos, hacen fiesta con el tema. Esto es lo que nos indica la costumbre y nuestra cultura. 

Para enfatizar lo anterior, traigo aquí la noche que llegué a la fiesta de mi sobrino Ruben y me conseguí en la entrada al padre del agasajado, el famoso Tíosi. Luego de saludarlo y darle una mirada a la asistencia, le pregunté por Ana María, su hermana, con quien había compartido un tremendo susto esa misma tarde, en el avión donde coincidimos en la ruta de Caracas a Maracaibo. Tíosi de inmediato me contestó: Coño, Ana María no ha llegado compadre, ella siempre llega tarde, debe andar por allí tirando (traduzco para quienes no conocen la jerga: follando, haciendo el sabrosito, cabalgando a un viejo, etc.). Su respuesta no me sorprendió conociéndolo a él, pero si me dio algo de pena, justo en esa área había una mesa llena de personas que yo no conocía y no me sentí cómodo. Se lo recriminé con mucho cariño y Tíosi, muy sabiamente me dijo: "Compadre salga, abra la puerta y repita la pregunta, como si estuviera llegando, pero esta vez me pregunta por mi hermano Orlandito". Entendiendo de inmediato su propuesta y objetivo, salí, nuevamente abrí la puerta, repetí lo que antes dije y le pregunté por Orlandito. De inmediato me espetó: Coño, no ha llegado compadre, ÉL siempre llega tarde, debe andar por allí tirando. Son exactamente las mismas palabras, pero afectan de manera muy diferente a cada involucrado. 

Leyendo eso sin la comparación, para muchos, Ana María sería más o menos una libertina, prostituta, ramera, fulana, zorra, golfa, buscona o una pelandusca. En el caso de Orlandito, para esos muchos sería un campeón, un padrote, un macho de pelo en pecho como para otra madre, parafraseando la Leyenda del Horcón, todo lo que de un Varón se espera. Les pregunto: ¿No es así como pensamos? ¿No es en nuestra familia el varón quien tiene derecho a salir a buscar novias, el que puede salir solo, es el primero que aprende a conducir, e inclusive a tomar licor y manejar en esas condiciones? Por cierto, una pelandusca es una prostituta que cobra muy poco por sus servicios, que otorga precios ganga o subsidiados. Les juro que si a Ana María le toca hacer eso, la tarifa sería Siete Estrellas.

Ya vieron el origen verdadero del machismo?

4.- Guerras y otros peligros no compartidos
Las películas de guerra son dolorosas y las escenas más tristes son las despedidas, cuando el hombre sale con su morral en la espalda camino al bus, al barco o al avión. Todos saben que van vivos, cagados pero vivos, pero no saben cuándo vuelven, ni en qué condiciones y si es que regresan. El servicio militar o la contratación de soldados o mercenarios, ha sido por siglos una labor de hombres, a quienes las mujeres le han inculcado y los hombres reforzado, que son los más fuertes, inteligentes, valientes y arrojados, que solo ellos son capaces de defender la patria, la familia y a los hijos, con eso le han lavado la cabeza, y para asegurar el efecto, le han dejado el champú y hasta el acondicionador. Ciertamente la contextura corporal del hombre es superior a la de la mujer, pero detrás de todo esto hay muchas más cosas. En otros capítulos se amplia.

    Otra muestra de 
    cómo el varón domado,
    entrega su vida por su domadora,
    quien sin demora,
    lo envía al campo de batalla
    para ver si su valentía
    lo condecora.

5.- Estrategias que no fallan
Según Vilar, la mujer usa dos estrategias en su arte de domar: Elogiar y reprochar. En ocasiones se utilizan de manera separada, en otras se alternan, como lo hace en su tira y encoge un pescador con caña. Cuando no hay queja alguna de la cual agarrarse, porque para las mujeres, si el hombre no ha hecho nada, seguro está por hacerlo, cuando el domado no ha cometido el más pequeño error que pueda generar un reclamo, la domadora no puede quedarse tranquila y le elogia cualquier atributo o le recuerda alguna buena acción del pasado, con el único objetivo de hacerlo sentir bien y sobre todo agradecido; justo en ese momento pide lo que necesita, quiere o desea. Pero cuando hay algo que reprochar, agárrese compadre, busque las alpargatas que lo que viene es joropo. Hasta que no logra su cometido y obtiene lo buscado, no termina lo planeado.

La manipulación es un arte que genéticamente la mujer posee y desarrolla de acuerdo con sus necesidades. También lo acrecienta el actuar de su madre, tías o de cualquier mujer que esté en su entorno, esas mañas se heredan, están muy bien dispuestas en los genes y como sabemos no hay nada que enseñe mejor que el ejemplo. 

Hay una manipulación muy conocida, que ha servido en hombres educados y otros que no lo son tanto (pero si muy avezados) y es el caso de la rueda pinchada. Una mujer que detecta tener una llanta, rueda o caucho pinchado en su vehículo, hace dos cosas: abrir el maletero y pararse al lado del carro con cara de tragedia. Si la mujer está muy buena o al menos luce así, el rescatador tarda solo segundos en llegar. Si es solo un poco agraciada, la respuesta tardará un poco más. Si el atento cambia ruedas es buenmozo, seguro recibirá un abrazo y hasta un beso en la mejilla, además de la oportunidad de recibir un número de teléfono y un posible regalo, posteriormente. Si no cumple con los estándares de presentación requeridos, recibirá las gracias y de vaina. La manipulación vence al León, grábese eso mi querido amigo.

6.- Belleza contra fuerza
Operaciones de doma. Con el objeto de que el varón, siempre dispuesto por default, se someta efectivamente a ella, y no a otras o algo que le llame la atención, la mujer ha incorporado a su vida una serie de operaciones de doma que empieza a asimilar muy tempranamente. En este punto, favorece particularmente a la mujer, el hecho de que el varón se encuentra del modo más completo en sus manos, cuando es más fácil de domar, o sea, cuando es un niño. Ya el hecho de que el varón esté acostumbrado desde el principio a tener cerca de sí una mujer, a sentir como «normal» su presencia y como «anormal» su ausencia, bastaría para hacerlo más tarde dependiente de la mujer en alguna medida. 

Viendo otra arista de este asunto, cuando 
una mujer adulta se aprovecha de un chico, decimos que lo "sedujo", no que lo violó y si el agraviado se queja decimos que es un pendejo, que debió seguir aprovechando ese abuso. Mientras que si un varón hace lo mismo con una chica menor de edad, será un criminal sexual, para quien el populacho femenino exigirá pena de presidio. 

Aclaro que no estoy de acuerdo con ninguno de los dos eventos, solo expreso la hipocresía de nuestra sociedad.
 
La mujer convierte muchos eventos en datos de una escala, los fija en su pantalla virtual, en la que puede leer en cualquier momento, el valor o el disvalor de una actividad determinada y esa escala se la transmite poco a poco al varón. Cuando el varón hace algo que según esa escala, carece de valor -por ejemplo, jugar al fútbol-, él mismo intentará compensar su falta lo más rápidamente  posible mediante un aumento de su actividad, en algunos de los terrenos reconocidos como valiosos en la escala de valores de su pareja (ésta es la razón por la cual las mujeres toleran, aunque sólo sea hasta cierto punto, el fútbol y algunos otros deportes). El hombre necesita recuperar sus puntos, inmediatamente que los pierda. Si no, no le darán de aquello.

El más útil de los métodos de doma utilizados por la mujer, en la educación del varón, ha resultado ser el elogio: es un método que se puede empezar a utilizar muy pronto y que conserva su eficacia completa hasta una edad avanzada del sujeto (a diferencia, por ejemplo, de la doma mediante el sexo, que no se puede practicar más que durante una fase relativamente breve). El método del elogio, que ya mencionamos antes, es tan eficaz que, si se dosifica bien, se puede incluso prescindir de su contrapeso, el reproche. Un varón bien acostumbrado al elogio, sufrirá al no ser elogiado, sentirá que ha perdido condiciones, que se está poniendo viejo o perdiendo cualidades. No recibir elogios, es muchas veces peor que ser objeto de reproches.

Hay una cantidad de cosas muy interesantes que les mostraré en las próximas entregas, algunas del libro de Esther Vilar, varias que han aparecido en tiempos posteriores a esa publicación y otras mías, que con seguridad les van a interesar.  

Esta primera entrega, la termino con unas palabras de la Psiquiatra Marian Rojas Estapé, recomendándoles, dos de sus libros: Encuentra tu Persona Vitamina y Cómo Hacer que te Pasen Cosas Buenas, así como sus excelentes conferencias y videos, que encontrarán principalmente en YouTube.

“El hombre de la prehistoria solo hacía una cosa salir a cazar. El hombre del siglo XXI hace una cosa, salir a cazar. La mujer de la prehistoria salía a recolectar florecillas, información del viento, las lluvias. La mujer del siglo XXI sale y saca todo tipo de información, la que quiera
. Es decir, el hombre y la mujer son muy distintos. El hombre necesita sentirse valorado, en una relación la mujer necesita sentirse querida. El hombre necesita sentirse necesario, la mujer completamente amada. El hombre, cuando está mal, se aísla, necesita su soledad, sus minutos para pensar lo que ha pasado. La mujer cuando está mal necesita hablar, hablar, hablar y hablar, entonces los hombres, cuando ven mal a las mujeres, en muchas ocasiones las dejan solas para que piensen como ellos harían y la mujer piensa que el hombre ya no la quiere, entonces se produce un problema de comunicación enorme.”


Eduardo J. León Hernández

Barranquilla
Agosto 06, 2023





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