martes, 17 de julio de 2018

QUE SABRÁ EL PAPA QUE YO NO SÉ?

Hay que querer tanto al enemigo, como al más cercano, eso lo sé, lo he leído en la palabra y reconozco que cuesta muchísimo aplicarlo. Pero buscando un símil a lo que muestra la foto, es como una madre que tiene entre sus hijos a un hijo malandro, asesino y ladrón (no hay dudas de ello) y ella trata de protegerlo, de ayudarlo, probablemente le dedique mucho más tiempo que al resto de la familia, pero cuando ese hijo atenta contra alguno de los otros, le hace daño, lo hiere de muerte; una madre responsable lo entrega a las autoridades. 

En primer lugar quiero dejar bien claro que soy cristiano, católico, practicante de mi religión, estudioso de la palabra y un pecador, más que unos, menos que otros; para nada soy un santo, aunque lucho cada día por ser mejor persona de lo que soy. Creo que con la expresión de estas ideas no ofendo a nadie, si lo hago déjenmelo saber, lo conversamos y rectificaré lo que sea justo y necesario. 

El Papa Francisco, es alguien a quien admiro como pastor de mi iglesia, como admiro a los Cardenales Urosa y Moronta, a los Monseñores Santana, Azuaje y en especial a Roberto Lückert León. Especial trato dan mis sentimientos a los RP Vicente Screnne, Thomas Jordan, Tom O’Brien, Vicente Buitrago, Yonys Mendoza, Juan Jenning, José Rudy, Mario Absalón Alvarado, Joaquín Herrera y muchos otros Misioneros del Sagrado Corazón, integrantes de esa congregación a la que pertenezco como Laico y a quienes considero mis amigos, algunos de ellos muy cercanos, casi familia. Los Padres Charly García y  Pedro Nel Meza, especiales amigos que he encontrado en Barranquilla. Son muchos los sacerdotes, hermanos, religiosas (mi hermana Florinda) con quienes tengo trato y he trabajado durante los últimos 25 años de mi vida. Mi hermano el Padre Ángel Leonardo Villalobos, que ahora está en el cielo. Algo o mucho aprendí de todos ellos, así como de mi iglesia en momentos felices, pero también en los conflictivos, bajo diferentes entornos y circunstancias.

Hay una cosa que también he aprendido con el tiempo, en la casa, en la iglesia, en el trabajo, donde sea; decir la verdad, lo que siento, de la mejor manera posible, tratando de no ofender. Si es una verdad, hay que dejarla aflorar. En este caso son verdades mezcladas con una duda y espero que le llegue a quien me la genera y algún día, tal vez, él pueda contestarla.

El Papa sabe muchas cosas más que yo, seguro que si, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo; ojo, que es solo una analogía. Sus conocimientos de filosofía, teología, cristología, psicología y de muchas cosas más son muy amplios y no espera este mortal maracucho intentar acercársele. También ha debido estudiar vario idiomas, gerencia, relaciones internacionales, economía, arte y muchas otras cosas. Además de eso tiene infinidad de asesores y como buen jerarca, lo que no sabe lo consulta y seguro tendrá las respuestas más apropiadas, de gente conocedora en cualquier tema. Aun y cuando dirige el estado/país más pequeño del mundo, sabemos que cuenta con tanto poder mediático y de presión, como quien dirige la nación más poderosa. De esto no tengo la menor duda. 

Aunque las comparaciones son odiosas, pensaba en como hubiese actuado Juan Pablo II, quien tuvo un irrefutable y excelente comportamiento a favor de los pueblos. El Papa amigo, fue un paladín defensor de la libertad y su frase “No tengan miedo” fue la base para impulsar y enfrentar los poderes opresores, esa era la frase que siempre decía, principalmente a los jóvenes. Los conflictos en Rwanda, Sudan, Kosovo, Iraq y los Balcanes ocurrieron en su período y no se mantuvo callado, se convirtió en la voz de la humanidad en contra de la violencia. El ser un sobreviviente de la II Guerra Mundial, claro influyó mucho en él.

Muchos otros religiosos se han plantado ante las injusticias y hasta han entregado sus vidas, por defender al pueblo del mal que lo diezma. Solo por mencionar los que más cerca he tenido, están Monseñor Romero en El Salvador y los MSC en Guatemala. Como ellos hay millares que hicieron y hacen su trabajo de pastor, defendiendo a sus ovejas, de las garras asesinas de los lobos, tiranos o dictadores.

Yo puedo entender que un mexicano en las montañas del sur de ese país no sepa nada de lo que ocurre en Venezuela, que algún habitante (o muchos) del norte de Noruega o un aborigen australiano, no tengan idea de la carnicería que el régimen dictatorial de Venezuela tiene montada. Aunque les cuento algo, a veces la distancia no es el factor principal. Algunos no me creerían si les digo que hay personas en Barranquilla, a solo 450 kilómetros de Maracaibo, que preguntan si es verdad todo lo que dicen que ocurre en Venezuela. Viendo la cantidad de migrantes que llegan a Colombia desde mi país, todavía algunos piensan que no es cierto lo que ocurre. Pero lo más cumbre, en el conjunto residencial donde vivo, hay un vigilante que es chavista, pero nunca ha estado en mi país; como se riega la ignorancia.

Teniendo el Papa el conocimiento pleno de lo que pasa en mi país, ya que si alguien ha tenido presencia en Venezuela es la Santa Sede, cuyo Nuncio ha hecho presencia desde 1.851. Además, "la nunciatura apostólica tiene como función informar, de modo estable y objetivo, a la Santa Sede sobre las condiciones de las Arquidiócesis, Diócesis, Ordinariato Militar, Vicariatos Apostólicos, Órdenes y Congregaciones religiosas que hacen vida en Venezuela, esto para ayudar, aconsejar y colaborar con las Conferencia Episcopal Venezolana y con cada uno de los Obispos de Venezuela, ayudando en la organización de la Iglesia Católica en ese país, respetando naturalmente el ejercicio de la jurisdicción que le es propia; y una función diplomática, cuyo objeto es promover y favorecer las relaciones entre la Santa Sede y Venezuela, favoreciendo el dialogo entre todos los ciudadanos” (tomado de Wikipedia). El Nuncio es el decano de los miembros de las representaciones consulares acreditadas en el país.

Con toda esta información privilegiada y la línea directa con el Vaticano, que no puede saberse allá de lo que ocurre en Venezuela y en Nicaragua, donde la iglesia funciona de igual manera y que a la fecha de este escrito, este último país lleva más de 300 muertos, principalmente jóvenes universitarios, asesinados a mano del narco régimen de daniel ortega.

Si les parece poco, la iglesia católica es a la que más ha atacado el régimen, golpeando sacerdotes, haciéndolos huir del país, intimidándolos, persiguiéndolos con la policía política, con constantes amenazas de ponerlos presos. Como todos los regímenes tiránicos, han llamado “plasta” y proferido innumerables insultos contra sus representantes.

Además de todos los medios de información señalados anteriormente, el Papá tiene muy cerca en el Vaticano a Arturo Sosa, un venezolano designado desde el año 2.016 como Superior General de los Jesuitas, que mejor que nadie sabe cómo está el país y de donde viene su destrucción. Si esto no es suficiente, son muchas las oportunidades que en comitivas especiales, han viajado al Vaticano los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana, con la información pormenorizada del terrible viacrucis que viven los venezolanos y las atroces acciones de la tiranía.

A diario se ven en la televisión, periódicos y noticias digitales, niños y ancianos que mueren de hambre, por falta de medicinas, por no haber atención médica, al igual que robos y asesinatos a la población de cualquier edad. La inflación más alta del mundo, en uno de los países con las más grandes riquezas del planeta. Todo por defender una revolución que trafica drogas y apoya al terrorismo, que sus miembros se enriquecen groseramente, delante de todos y no les importa el daño que hacen y seguirán haciendo mientras estén allí. 

Que un esquimal del polo norte o de Siberia, no sepa lo que realmente ocurre en Venezuela lo acepto, pero que el Papá no lo sepa? Que no lo entienda? Que no tenga claro quiénes son los malandros, asesinos, corruptos y malvivientes? Eso no lo puedo entender. Hoy revisé todos los tweets de @pontifex_es , que es la cuenta que tiene el Papá en esa red social y no leí ni uno solo dirigido a apoyar al pueblo Nicaragüense, no vi uno solo reclamándole al narcogobierno de ortega por la cantidad de muertos que ha causado, mucho menos hay algo sobre Venezuela. No he escuchado un solo discurso donde con vehemencia reclame a los lobos que dejen de atacar a las ovejas que Cristo le delegó, en la sucesión desde San Pedro, para que las cuide y las proteja, hasta con su propia vida.

Yo no puedo creer que el Papa sea un ser insensible, que ve y escucha lo que ocurre en Venezuela y Nicaragua y que no se inmute. Son muy bellas sus frases, escritos y reflexiones, esas formas literarias de llevarnos a conocer a Dios, seguir a Jesús y a recibir con gozo al Espíritu Santo. Estimado y apreciado padre Mario, es muy difícil que un pueblo mantenga su fe, si el más alto representante hace prácticamente nada por ellos. Pedro, apacienta mis ovejas. Eso le dijo tres veces Jesús a su antecesor primario. Entre otras cosas, con esas palabras, le pidió que cuidara a su pueblo, que lo guiara, que les ayudara a conseguir la paz. Lo que haces con el más pobre, eso lo haces conmigo. Más claro que ese mensaje de Jesús, imposible.

"Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe?" eso dice la carta de Santiago en 2-14. Se peca por acción o por omisión. Hay decenas de pasajes de la Biblia que nos invitan a actuar, a no ser indiferentes, a no voltear la cara ante las injusticias. Darle la espalda al caído y esperar que venga un Samaritano, puede ser tarde para muchos, como ya se le ha hecho tarde a demasiados, a todos esos que han muerto, en un tiempo que probablemente no le correspondía. Y seguirán cayendo, gracias a la indiferencia del mundo.  
      
Padre Mario, usted que nos impactó en un principio con su sencillez, por romper con el protocolo, por salirse de lo común, no nos decepcione más; alce su voz, aún hay tiempo de enmendar los errores o las omisiones. Aunque no lo crea, si usted proclama su apoyo a nuestros pueblos y da un empujoncito a nuestros sacerdotes, la gente se sentirá respaldada, los pueblos perderán el miedo y actuarán, saldrán de la tiranía y tomarán de nuevo las riendas de progreso de cada país y poco a poco volverá la paz y la justicia a Venezuela y a Nicaragua. No le estamos pidiendo injerencia, se la estamos exigiendo.  

Algo pasa Padre Mario, algo ocurre Su Santidad, que muchos no terminamos de entender. Usted sigue de espaldas al pueblo, al menos a sí lo siento yo. Sus declaraciones y denuncias son muy pocas. Pedirle a la ONU que haga algo, usted mismo sabe que tendrán que haber unos 600.000 muertos más para cuando actúen; pero si usted se mueve, llama por teléfono, convoca a reuniones, si se hace visible su acción, con seguridad habrá un cambio. 

Ya para cerrar Su Santidad, sería bueno que se diera una vueltica por Venezuela o Nicaragua y verá, que así como le pasó en Chile, donde al llegar con cierta prepotencia respondió a la gente que exigía justicia y usted les pidió pruebas de los abusos cometidos por algunos miembros (muy pocos) del clero y finalmente pidió perdón, porque tuvo las pruebas, las vio, se dio cuenta de que si habían habido abusos y era necesario aplicar la justicia. Será que usted en vez de ser como Pedro, es como Tomas?.    

Padre Mario, Su Santidad, haga algo más, algo que sea contundente.

O es que usted sabe algo, que yo no sé?  


Eduardo J. León Hernández

Barranquilla
Julio 17, 2.018

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