viernes, 27 de julio de 2018

LA SUPER AGENTE 77


Todos tenemos personas importantes en la vida, pero dentro de esas, la más importante es nuestra madre. Por supuesto que están los hijos y esa mujer que se lo ha calado a uno toda la vida, que es la esposa (aunque aplican términos y condiciones), pero quien te trajo al mundo, quien te dio la vida, la que se desveló por uno, es una sola; de eso no hay duda.

Cada una tiene su particularidad, la mayoría son excelentes cocineras (y a veces esa es causa de discusión marital, que peo), algunas son muy buenas costureras (mamá y su máquina de coser, jeje, caso de estudio) y hay un sinfín de áreas en las cuales cada madre se destaca.

La mía no es policía, pero siempre sabe cuando uno está metido en algún problema, o no tiene dinero y sobre todo cuando uno tiene hambre, que en mi caso es mi condición natural, ella lo reconoce e inmediatamente trata de ayudarme, por eso la mía es como un detective y cumple hoy 77, una pendejada.

77 años de haber nacido en una población del glorioso Municipio Colón del Estado Zulia, al sur del lago de Maracaibo, tierra de gente humilde y trabajadora. Lo que bien llaman algunos la “despensa de Venezuela”, por la riqueza alimentaria que allí existe, gracias a la bondad de Dios y al trabajo de tanta gente buena. Hija de Flor María Vivas Medina y José Geovaldo Hernández Meleán, que iba  a clases en un cayuco cruzando el río y que sin tener idea de cómo se hablaba, fue la que desde niño me impulso a aprender el inglés; pocas visionarias de esa época entendían la importancia de ese otro idioma.

Hoy cumple 77 años y parece más joven, a pesar de sus molestias y dolores (en especial los de cabeza que le produce mi papá), se mantiene, se conserva; está allí luchando con la vida, en especial mentandosela a la narcotiranía cuando no consigue los tintes para el cabello, guardando silencio sobre sus dificultades y atendiendo, como todas las madres, los problemas de los demás.

Hoy el cumpleaños de mi madre coincide con la parábola de Jesús en el evangelio de Mateo, donde narra lo que ocurre con el sembrador, que lanzaba semillas en diferentes tipos de terreno, pedregoso, árido, con malas hiervas que ahogaban el brote y la tierra fértil, donde las semillas produjeron arboles buenos y de calidad. La vida de mi madre, a pesar de ser ese árbol hermoso y bueno, ha estado plagada de piedras en el camino, de aridez y de alguna gente que ha tratado de hacerle daño, pero que no ha podido. Su talante le ha permitido, a su manera, salir adelante. Es una mujer a quien todo el mundo quiere y admira, mi primo Jorge Luis Borges dice que es la más decente que él ha conocido (pregúntale a Tiabe), todos sus sobrinos, amigos, reconocen y han reconocido siempre, lo ejemplar que es como madre, abuela, tía, esposa (aunque papá no lo merezca) y amiga.

Para mí el mes de Julio siempre ha sido de fiesta, Papá cumple el 14, Mamá el 27 y yo el 21, es un mes en el cual había al menos tres tortas, había fiesta para toda la familia, además de muchos otros cumpleaños de familiares y amigos cercanos: Joseito, Edward, Lugo, Cheo, mi queridísima vecina María Álvarez, Irame, el Padre Thomas, Julio Cesar y otros que no olvido, pero que harían muy larga la lista. En Julio también nació Bolívar y si, no me lo recuerden, algunas grandes plastas también nacieron en este mes.

Pero hoy cumple mi madre, a quien no he podido abrazar en los últimos cuatro años en su cumpleaños, ni el día de las madres y tampoco en Navidad, eso es muy duro para mí, pero sé que lo es más para ella, que ha visto como la familia, por causa de la situación país, ha tenido la necesidad de dispersarse.

Hoy te escribo estas cortas líneas Mamá, son muchas las cosas que fluyen a mi mente desde mi corazón, pero prefiero no ponerlas aquí, son cosas más privadas que ya te he dicho, hay algunas nuevas y que solo quisiera decírtelas cuando te vea, cuando me siente en la mesa de tu casa, en esa silla que sé aún es la mía, que está después de la de Papá y la de Alex, a quien aprovecho para agradecer infinitamente como los está tratando y cuidando junto a Rita María, ya que yo no puedo; cuando llegue y me coma un arroz asopado o un revuelto de pollo, con plátano verde y queso, ese día hablaremos un buen rato.

Hoy 27 de julio de 2.018, hay un eclipse de luna, de luna de sangre, donde ese astro toma un color rojizo producto de la forma como se refracta la luz del sol y es un evento que se da pocas veces en una década. Así tenías tu el cabello. Una madre es para un hijo sol y luna. Sol durante el día, ya que le ilumina la vida, le hace claridad para que no se caiga, para que trabaje o estudie sin tropiezos, para que pueda ver con sus propios ojos lo que le conviene hacer, lo que es bueno, para que decida. También es luna, porque en esa parte de la vida, en ese tiempo cuando nos toca descansar, cuando la luz no nos deja dormir y al cuerpo le hace falta la oscuridad, refleja solo un poco de la luz del sol, con rayos tenues que permiten alumbrar al mínimo y no quedarnos en la oscuridad completa.

Te amo Madre y deseo que pases el mejor de tus cumpleaños. Me imagino que ya fuiste al taller, a hacerte tus retoques, porque como toda bella mujer, primero muerta que sencilla.

Mamá, hoy quiero decirte que te perdono todos los carajazos que alguna vez me diste, los correazos, regaños y cotizasos; está bien, yo estoy claro que todos me los gane. Pero lo que nunca, escucha bien, nunca te voy a perdonar, es que tomes Whishy con Coca-Cola, eso no Mamá, es un sacrilegio!!

Feliz Cumpleaños Iris Haydee. Que Dios te bendiga, la Chinita te cubra con su manto y juntos te regalen muchos años más de vida, llenos amor, salud y paz, al menos hasta que seas la 99.

Tu hijo


Eduardo José León Hernández

Barranquilla
Julio 27, 2.018

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