domingo, 2 de septiembre de 2018

JHON McCAIN – McCLANE

Recién esta semana que termina, falleció una figura política de mucha relevancia en los Estados Unidos de Norteamérica, el Senador John McCain. Republicano que compitió por la presidencia con Obama, que se destacó y fue ampliamente conocido por sus aportes a la política y a la sociedad norteamericana en general.

Nacido en 1.936 en Coco Solo, una base militar estadounidense ubicada en Panamá, hijo y nieto de destacados militares (Almirantes de 4 estrellas) de su país, se desempeñó como piloto aéreo en su paso por la Armada, donde se especializó como caza-bombarderos desde portaaviones. Tres de sus hijos también han formado parte de las fuerzas armadas norteamericanas. No fue de los primeros en su clase, porque era capaz de enfrentarse a la burocracia y a los abusos y eso le costó algunas reprimendas, pero fue un líder natural, un líder informal que defendía a los suyos, desobedeció ordenes de superiores cuando su criterio privó ante esas actuaciones, pero fue muy respetuoso de las leyes. En una oportunidad dijo: “Con franqueza, nosotros pensamos que nuestros comandantes civiles eran unos completos idiotas que no tenían la menor noción de lo que se requería para ganar la guerra”, estoy seguro que estaba en lo cierto.

Hay muchas cosas más en las que McCain se destacó, deportista, escribió algunas obras y publicó artículos. En su oportunidad fue una de las voces que propuso una reforma financiera, predijo la caída de los mercados en 2006, fue un acérrimo enemigo de las tabacaleras y defensor de la ayuda a los inmigrantes ilegales. No fue el clásico Republicano, no siempre apoyó a su partido, ya que era un fuerte disidente frente a situaciones que iban en contra de su criterio. Fue el representante al senado más apoyado por la Asociación Nacional del Rifle, pero no era un conservador a ultranza. Era un “guerrerista” que apoyó todas las conflagraciones donde USA participó, pero defendió la NO tortura de los prisioneros de guerra. Siendo Teniente Coronel en 1.969, en plena guerra de Vietnam su avión fue derribado y estuvo como prisionero por más de cinco años; no aceptó salir hasta que no fuera liberado el último de los suyos.

Según algunos de sus críticos, era un hombre de mal carácter, que se ofuscaba con frecuencia e insultaba a quien creía merecedor de sus insultos, pero pedía excusas en público cuando era necesario. Otros dicen todo lo contrario, que era un bromista extremo, de hecho, el presidente Obama, en su discurso de esta semana como parte de los funerales del Senador McCain, resaltó que aun difunto, John fue capaz de ponerlos a él (a Obama) y a George W. Bush a hablar bien de él en ese evento. Ese hecho levantó muchas risas en el funeral, lo que de alguna forma destaca que si era un hombre fácil para bromear o al menos que era muy sarcástico. John McCain dejó claro que no quería al Presidente Trump en su funeral.

Podrán imaginar el respeto que esa nación del norte siente por el Senador McCain? El es parte de un reducido grupo de solo treinta estadounidenses que han sido llevados al Capitolio para ser velados. Fue merecedor de decenas de reconocimientos militares y de estado, entre ellos el Corazón Purpura, la condecoración más antigua que se otorga a un miembro de las fuerzas armadas.

Yo no conocía muchos detalles de la vida del Senador, sabía que había sido un héroe de guerra y leí lo suficiente sobre él para escribir lo anterior. Pero por esa forma de asociar nombres, siempre he pensado que él ha sido la inspiración o que alguien había tomado su nombre, para el personaje que interpreta Bruce Willis en Duro de matar, el detective John McClane (la pronunciación en ingles de McCain y McClane suena muy similar). 

En la primera película de la saga, John McClane es un duro y discreto policía de la ciudad Nueva York, que estando fuera de servicio, va a visitar a su familia en Los Ángeles y se enfrenta con un grupo de terroristas-ladrones, que secuestran a un gran grupo de personas, entre las que se encuentra su esposa Holly, en plena celebración de navidad de la empresa. McClane logra esconderse y se produce un fuerte enfrentamiento entre él y la banda de asesinos, que luego de prácticamente destruir el Nakatomi Plaza, edificio donde transcurre la trama de la película, mueren los terroristas y logra salvar a Holly y a la mayoría de los secuestrados. McClane, es sarcástico e irreverente, va en contra del status quo y no teme a enfrentar el peligro. Es un duro, pero sufre, es herido de diferentes maneras, pero también con lo que ocurre, afloran sus buenos sentimientos y demuestra su nobleza. Reconoce al humilde de corazón y manda para el carajo a los que quieren aparentar y ganar “medallas” o reconocimientos, con acciones absurdas y destempladas. 

Bruce Willis, quien magistralmente interpreta este personaje, coincidencialmente es hijo de un soldado estadounidense. Nació en 1.955 en Alemania y a los dos años llegó a New Jersey cuando su padre decidió regresar a Norteamérica con toda la familia. Es un republicano, que además de actor y productor de cine, es músico, le encanta la comedia y decidió dedicarse a la actuación para combatir la tartamudez, ya que solo cuando actuaba podía superarla (algo así como Yordano cantando). Bruce es capaz de personificar cualquier genero, lo cual ha demostrado en varias oportunidades en la comedia, el suspenso, el drama y por supuesto la acción. Es uno de mis actores favoritos y en su sarcasmo creo es solo superado por otra joya de actuación, el Sr. Jack Nicholson.

McCain era un guerrero, un militar de valor y total entrega por su nación. McClane supone un gran detective, un policía con igual valor que el Senador, que no tiene miedo, que al experimentarlo lo supera, para salvar a los suyos y a todos aquellos que están bajo peligro. En la saga de Duro de Matar, está envuelta su esposa (en el Nakatomi Plaza y luego en el Avión), posteriormente su hija y luego en la cuarta entrega es su hijo quien aparece, siguiendo los pasos de su padre, ya que también se hace policía. Son películas que tienen mucha acción, hay quienes las detestan por ser ruidosas y muy violentas, pero en el fondo hay humanidad, respeto, irreverencia, valor y amor.

Creo que el Senador de la realidad y el Detective de la ficción se parecen mucho, que en ambos hay nobles sentimientos humanos, valor y coraje, respeto y protección, amor verdadero por la patria, comicidad y sarcasmo, honor y sinceridad. Ambos reflejan buenos hombres con problemas familiares, como todos, con unos días alegres y otros tristes, pero que nunca se dejaron vencer.

El Senador McCain hizo la lista de quienes él quería que asistieran a su funeral, es una lista que han dado por llamar bipartidista, porque incluye a republicanos y demócratas, yo la llamaría una lista de amigos y personalidades, por quienes él sintió respeto y compartió cercanías y diferencias, estas últimas manejadas con mucha decencia.

McCain llevó en su cuerpo y en su mente, las secuelas de las heridas que sufrió cuando su avión fue derribado sobre Hanoi, Vietnam, se rompió las dos piernas y un brazo, más las heridas y el sufrimiento que le infligieron sus torturadores, eso también hay que sumarlo. Cuenta uno de los asesores que lo acompañó en su campaña electoral, que en una ocasión tuvo que ayudarlo a peinarse antes de salir a dar un discurso, pero ese sufrimiento corporal nunca lo detuvo. McClane también lleva en la saga heridas de cada momento, de una película a la otra vemos como se deteriora, como gana enemigos, se aleja cada vez más de su familia, por su entrega al trabajo policial, pero finalmente las adversidades lo llevan a la reconciliación con los suyos y con él mismo.

A veces pensamos que las películas son solo ficción, que son parte de un escrito, de un libro, de un guion que a alguien se le ocurrió y no vemos que muchas vienen de la vida real, a veces son el reflejo de nuestras propias vidas, de los cercanos a nosotros. Die Hard (Duro de matar) está basada en la novela Nothing Lasts Forever (Nada dura para siempre) secuela del libro El Detective, ambos escritos por Roderick Thorp; este último libro, fue la base de una película del mismo nombre, rodada en 1.968 y protagonizada por Frank Sinatra.
   
McCain, McClane, dos duros, dos valientes, dos irreverentes, dos guerreros. Uno ya nos dejó, dejó este mundo, pero también enseñanzas y ejemplos. El otro está allí, en una serie de películas que, entre fantasía y realidad, nos demuestra que el amor siempre vence al miedo, que la determinación, la testarudez solitaria, deja mejores resultados que la burocracia grupal, cuando enfrentamos situaciones extremas, que ameritan acciones concretas e inmediatas.

Feliz viaje John McCain. 

McClane ya estás algo viejo, pero aun te puedes lanzar la otra. 


Eduardo J. León Hernández
Septiembre 02, 2.018


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