El título a algunos tal vez le suena extraño,
pero vamos primero a definir claramente a cual Laico me refiero aquí. Según el
diccionario de la Real Academia Española, Laico: 1.- adj. Que no tiene órdenes
clericales. 2. adj. Independiente de cualquier organización o confesión religiosa.
El primero se refiere a quien no
es Sacerdote o Religioso y el segundo es todo aquel que no tiene vínculo con
ninguna religión. También está el Estado Laical, referido a aquella nación en
cuyo texto constitucional, no obliga, apoya o niega religión alguna, sus
ciudadanos pueden pertenecer o no a la religión que deseen y eso no afectaría
sus derechos.
Vamos a quedarnos con la primera.
En la religión Católica, el Laico es aquel que no tiene ningún rango jerárquico
oficial dentro de su estructura, pero que si tiene obligaciones definidas por
la propia iglesia. Que las cumplamos, esa es otra cosa. Cabe destacar que en
algunas órdenes religiosas católicas, hay organizaciones laicales que tienen
su propia jerarquía muy específica, son considerados a la hora de tomar
decisiones y actúan de manera independiente, bajo la autorización de la
Iglesia.
Igualmente según la RAE, Política
es la actividad que ejerce un ciudadano cuando interviene en asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo. Ampliando
un poco, la política es la ciencia de la gobernación de un estado o
nación, y también un arte de negociación para conciliar intereses. El
término proviene del latín politicus y este término del griego politiká,
una derivación de polis que designa aquello que es público, o politikós,
que significa 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del
ciudadano'. El significado de política es muy amplio y está relacionado, en
general, a lo que se refiere al espacio público.
Opositor es sencillamente todo
aquel que se opone a una causa, acción o pensamiento. En palabras criollas: Es
aquel a quien no le gusta una vaina, lo dice y hace lo posible por cambiarla,
si ese es el caso, dependiendo del nivel de afectación personal o colectiva.
Definición mía pendiente de patente. Entonces si somos Laicos y no nos gusta
una o varias situaciones en nuestra sociedad tenemos el deber y la obligación de
ser Políticos Opositores, sin miedo, sin pruritos y con honradez ante estas
situaciones.
Dejando claro los términos,
busquemos algunas opiniones de la propia jerarquía de la Iglesia Católica.
- A.- Concilio Vaticano II. Los laicos tienen un antes y un después de este concilio y dejó bien claro que el Laico es parte esencial de la iglesia, que no son simples espectadores, sino actores principales al lado del clérigo. “Todos los laicos como pueblo de Dios, están llamados en la misión evangelizadora de la Iglesia que hoy es urgente e incluso, más necesaria que nunca. La autonomía de nuestra sociedad crecientemente secularizada; la separación, pretendidamente justificada, entre la fe y la vida diaria, pública y privada; la tentación de reducir la fe a la esfera de lo privado; la crisis de valores; pero también la búsqueda de verdad y sentido etc., son otros tantos desafíos que urgen a los católicos a impulsar una nueva evangelización, a contribuir a promover una nueva cultura y civilización de la vida y verdad, de la justicia y la paz, de la solidaridad y el amor” (Cristianos Laicos, Iglesia en el mundo, núm. 43)
- B.- Los límites siempre son difíciles de definir, sin embargo se debe de trabajar en armonía con la Iglesia jerárquica. El laico tiene que hacer énfasis y defender su laicidad, porque el laico no es un cura a medias. Debe de ser consciente de las tareas que no le corresponden, sino que debe vivir su ser cristiano como laico en los ámbitos donde desarrolla su vida, su labor profesional, en su familia, en el congreso en la república, en los medios de comunicación, etc., es ahí donde se juega la vida de las personas. Imprimir los valores del evangelio ahí donde está, ser la sal del mundo. Y trabajar en armonía con la iglesia Jerárquica (Entrevista Hno. Francisco Sáez de Maturana SC)
- C.- Los obispos que constituyeron el Sínodo sobre los laicos reiteraron que “el campo propio de su actividad evangelizadora es el dilatado y complejo mundo de la política, de la realidad social, de la economía; así como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los órganos de comunicación social; y también de otras realidades particularmente abiertas a la evangelización, como el amor, la familia, la educación de los niños y de los adolescentes, el trabajo profesional, el sufrimiento etc. (Oficina de Prensa de la Santa Sede actualización del 06-10-2.012).
- D.- No tengan miedo. San Juan Pablo II.
- E.- Jóvenes del mundo, formen líos. Papa Francisco.
Tal vez me extendí un poco en
definiciones, conceptos y artículos de referencia, pero creo que es necesario
para tener claro el contexto. Ahora hablemos en criollo.
En los años que tengo en la Iglesia
he visto de todo, diferente a lo que los no creyentes piensan, la Iglesia no es
para Santos, allí vamos los que necesitamos a Dios, allí estamos los pecadores
que buscamos día a día la ayuda de Jesús y la sabiduría del Espíritu Santo. He
visto gente activa y gente muy apática, y también he visto gente qué cree y
pregona que el cristiano no se mete en política, craso error. Si revisamos
todas las definiciones y referencias anteriormente mencionadas, se demuestra
que están totalmente equivocados. Todos y en especial los Laicos Comprometidos,
estamos obligados a estar en la calle, tenemos por delante una gran labor
pendiente, que es adecentar la maltratada y ultrajada política, que estoy de
acuerdo, es un área que ha sido totalmente prostituida por los gobernantes,
pero que nosotros tampoco hemos defendido.
Somos flojos a la hora de
trabajar por los demás y lo triste es que a eso hemos sido llamados. No es ir a la iglesia a figurar, para que nos vean
como a los Fariseos en los templos de la antigüedad, hemos sido llamados para
dar a conocer el rostro de Jesús en el mundo, a cuesta de lo que sea. Trabajando
por los más necesitados, ayudándolos, protegiéndolos, defendiéndolos. He
trabajado con Laicos muy comprometidos que entregan su tiempo para orar y
honrar a Dios, pero que también, calladitos, hacen grandes labores en su
parroquia, se preocupan por el templo, sus facilidades, ayudan al párroco,
consiguen recursos, colaboran en la administración, dictan charlas, evangelizan
niños y adultos, etc., etc., pero son pocos son los que se activan en la
gestión pública, civil y política.
Tal vez sea el paradigma al que
la propia Iglesia nos ha llevado, a través de sacerdotes que no han entendido la
función del Laico y que nos ven como un simple apoyo, pero es responsabilidad
nuestra aclarar y enderezar ese entuerto, con habilidad y mucho amor. Tampoco
es para que actuemos como algunos que se creen dueños del templo y que quieren
tener más poder que el párroco, esos son unos fanáticos. El párroco es el
encargado, el responsable de la Iglesia y él decide lo que se hace, “nuestra
labor es la de colaborar a su lado, no debajo, pero tampoco encima de él” y conversar con él de sus errores, como a cualquier otro hermano cuando en ellos incurre. Los párrocos
también son seres humanos.
Si los Laicos Comprometidos o un
buen Fiel Cristiano, que tiene respeto por sus hermanos, por sus semejantes,
que tiene claros sus principios, que confía en Dios y pide constantemente
sabiduría al Espíritu Santo, que sabe como “huir” de las tentaciones (mi amigo,
que ya está con Dios, el Padre Ángel Leonardo Villalobos decía: “A las
tentaciones no se combaten, se les huye, solo Jesús pudo vencerlas”), que no
necesita poder, ni dinero mal habido, si esa persona normal, porque las mencionadas
características las tienen muchas personas que conozco, participaran en política
y siempre fueran opositores al maltrato, la corrupción y las injusticias, este
sería un mundo mejor.
El problema no es lo malo que
hacen las personas malas, que son minoría, el verdadero problema está en la
mayoría, que son los buenos, pero que no lo demuestran con acciones.
Eduardo J. León Hernández
Barranquilla
Abril 04, 2.017
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