Para algunos entendidos de los
deportes, ha sido una sorpresa la entrada de Islandia en el próximo mundial de
fútbol en Rusia 2.018. Ese pequeño país ubicado en el atlántico norte, con una
cara hacia Groenlandia y otra hacia Europa, es una isla de unos 103,000 km2, un
poco más grande que Irlanda, con unos 330.000 habitantes, que recientemente ha
logrado la hazaña de alcanzar su primera participación, en el campeonato de más
alto nivel de competición de este deporte.
Pero que más tiene Islandia,
además de ser una isla preciosa y con mujeres aún más bellas? Pues está entre los
cinco países más felices del mundo y tiene uno de los más altos ingresos per
cápita conocidos, a pesar de no contar recursos naturales importantes que
puedan comercializarse. Hay muy pocos árboles en sus suelos, constituidos por
grandes extensiones de glaciales y desiertos, pero cultiva las papas que
consume y los vegetales se producen en invernaderos. Tienen suficiente cría de
corderos y producción de lácteos para satisfacer el consumo de su población. Su IDH (Índice de Desarrollo Humano) es de los
más altos de la tierra, contrastando con el hecho que durante que durante el
siglo XX, fue uno de los países más pobres de Europa.
A pesar de estar en una zona tan
gélida, su clima no es tan frío como el de sus vecinos más cercanos Noruega y
Groenlandia, hay épocas del año donde la temperatura en ciertas partes del país
puede estar en los 25°C, tiene veranos suaves y frescos y sus inviernos no son
tan severos como el de otras áreas ubicadas en latitudes similares, esto ha
ayudado mucho en el desarrollo del turismo. Islandia produce de manera natural toda
la energía eléctrica que consume (70% es geotérmica y 30% hidroeléctrica) y algunos
estudios revelan, que de conseguirse una forma de llevarla, podría abastecer de
energía a muy buena parte de Europa Occidental. Tiene un poco más de 4.900 km
de costa, un 40% de sus ingresos vienen de la pesca y el resto principalmente
del desarrollo de nuevas tecnologías y del sector financiero, áreas que le han
permitido un gran avance económico en las últimas décadas. La primera elección de una mujer como Primer
Ministro ocurrió en Islandia y también
cuenta con el parlamento más antiguo del mundo.
La cultura y la historia de este
país son muy ricas, producto de las diferentes ocupaciones que vivió y su
constante cambio. Tienen pintores y escultores muy reconocidos, su literatura
es famosa y muy variada, tienen celebres escritores de talla internacional,
incluyendo un Premio Novel. La lectura es un tema muy propio de su sociedad, es
casi obligatorio y además de su propio lenguaje el islandés, hablan inglés y danés;
idiomas que forman parte de las materias incluidas en sus pensum de estudio. La
etapa primaria de la educación es obligatoria. El 100% de la población tiene
acceso al internet. Sin embargo, algunos de sus habitantes creen que los Elfos
existen y hasta le fabrican pequeñas casas o cuevas para que se protejan. Son
cosas que pasan.
Pero qué hay del fútbol en
Islandia y que pasa con el alcohol y las drogas? Dada la influencia europea, este deporte ha sido uno de los más populares en ese país, pero también se
ha visto un mayor auge en su práctica en los últimos tiempos, producto de
ciertas políticas de mejoramiento dirigidas hacia la población infantil y
juvenil. Islandia no tiene una liga profesional de fútbol, pero si varios
jugadores en clubes importantes de Europa. En 2.016, por primera vez en su
historia, clasificó en la Eurocopa y derrotó en semifinales a Inglaterra, por
eso no creo debería extrañarnos que clasificara al mundial de Rusia 2.018.
El clima frío, la nieve y las
largas noches del invierno, según expertos en la materia, producen ansiedad y
depresión y conllevan al deseo o necesidad del consumo de alcohol. Son imágenes
conocidas un gorro de invierno Ruso al lado de un vaso Vodka, al igual que la
figura del perro San Bernardo con su barrilito de Brandy colgando al cuello,
para el auxilio a los extraviados en la nieve. En los casos opuestos, la
cerveza helada o una piña colada bien fría, son la compañía obligada de un
soleado bañista en las playas caribeñas, es lo que normalmente vemos en los
comerciales. También el consumo de drogas es bastante común, cuando estas
condiciones anímicas se presentan en algunos seres humanos, pero, pregunto yo: Por
qué no puede buscarse otra forma de enfrentar la soledad y la angustia, si sabemos
que existen otros métodos, por qué no los aplicamos? Serán la única opción
viable, es la más fácil o es que acaso ya forman parte de nuestras costumbres?.
Esas fueron, entre muchas otras, algunas de las interrogantes que se hizo la
sociedad islandesa ante este flagelo. Como siempre digo cuando hablo o escribo
sobre este tema, no estoy en contra del consumo del alcohol, disfruto mucho un
buen vino o un Etiqueta Negra on the rock, el problema es el abuso y sus
consecuencias.
En un reportaje recién
publicado en el portal www.elpais.com, el
psicólogo islandés Gudberg Jónsson comenta: “Hace 20 años los adolescentes
islandeses eran de los más bebedores de Europa. El viernes por la noche no
podías caminar por las calles del centro de Reikiavik porque no te sentías
seguro” y añade Harvey Milkman,
catedrático de psicología estadounidense que da clases en la Universidad de
Reikiavik, capital de Islandia. “Había una multitud de adolescentes
emborrachándose a la vista de todos”. Era un caos el país y debían tomar
acciones.
Partiendo de un estudio
y propuestas hechas por especialistas del área, incluidos los psicólogos
anteriormente mencionados, el interés de la nación de salir de esa situación y
la decisión de las familias de atender el futuro de sus hijos, Islandia emprendió un proyecto que hoy arroja sus frutos, buscando reducir o eliminar el estrés, la ansiedad y la depresión, usando al propio cerebro, por considerarlo
“la mejor droga natural que existe”. Está comprobado que el poder de nuestro
cerebro es mucho mayor de lo que realmente conocemos y creemos y fue
precisamente utilizando este conocimiento y existiendo el interés de combatir
el flagelo del alcohol y las drogas que la sociedad islandesa ha logrado
reducirlos. Cito textualmente unas líneas que al respecto menciona el
reportaje:
“Actualmente, Islandia ocupa el primer
puesto de la clasificación europea en cuanto a adolescentes con un estilo de
vida saludable. El porcentaje de chicos de entre 15 y 16 años que habían cogido
una borrachera el mes anterior se desplomó del 42% en 1998 al 5% en 2016. El
porcentaje de los que habían consumido cannabis alguna vez ha pasado del 17 al
7%, y el de fumadores diarios de cigarrillos ha caído del 23% a tan solo el 3%.”
Estas son cifras impresionantes,
la mejoría es indudable y lo mejor, es sustentable en el tiempo, ya que se ataca el
problema en la raíz, atendiendo de manera específica a la población donde se inicia
el consumo de alcohol y drogas, que es en la edad temprana de la juventud que
rodea los 12 – 13 años, y es cuando se perciben y fijan en la mente los efectos
perniciosos de estas conductas, por el efecto de la imitación familiar y social.
La participación del estado es crucial en este tipo de iniciativas, ya que es
el proveedor de los recursos económicos necesarios en todo plan de gran escala,
pero la decisión de la sociedad en su sentido amplio y el involucramiento
consciente de los padres y la familia en general, es la esencia del logro
alcanzado. No voy a dar más datos del como lograron esto en Islandia, creo que
amerita profundidad en otros escritos, pero el que lo desee puede leerlo en el
sitio web anteriormente mencionado y en otros artículos y vídeos que han sido
publicados por diferentes medios. Mi interés en esta ocasión es llamar la
atención de nuestra sociedad, ya que alrededor del 18% de nuestra gente tiene
entre 10 y 17 años y son ellos el futuro del resto de nuestra población, son
quienes manejarán nuestros países, pero también son la capa poblacional que
está más expuesta a caer en los vicios y de convertirse en consumidores
crónicos, por su iniciación temprana.
Como padres, estamos realmente
conscientes del daño que hacemos al modelar este comportamiento, tomando licor
hasta llegar a la embriaguez ?. Es allí donde está el problema. El problema de
nuestras sociedades, es el abuso, somos muy malos bebedores. Nuestro objetivo
no es disfrutar, sino emborracharnos. Es trabajar de lunes a viernes o hasta el
sábado al mediodía, para generar el dinero que nos tomamos el fin de semana. Además
de que existe en nuestros países una excesiva permisividad y no queremos
voltear la mirada hacia este problema, son nuestros hijos y nietos los que
pueden caer o ya han caído en estos vicios y nos hacemos de la vista gorda.
Según los más recientes estudios serios disponibles, el consumo de alcohol ha
ido aumentando progresivamente, notándose un mayor impacto en los estratos de medios
y los de mayores ingresos. Guarden datos.
Otra cosa que debe llamarnos la
atención, es que las marcas de licores, en nuestro caso los fabricantes de cervezas,
son los principales patrocinantes de los campeonatos deportivos nacionales -
locales y es nuestra costumbre disfrutar de los partidos, casi de forma
obligatoria, en compañía de una bebida alcohólica y muy frecuentemente, con
nuestros niños o jóvenes al lado. Pregunto, no hay en esto un choque de realidades
o mejor de necesidades? Los jugadores toman cerveza antes y durante el juego? O
lo hacen como nosotros, pero finalizado el mismo para caer más relajado en la
cama y poder descansar. Ya nuestras mentes asocian los juegos de nuestros
“equipos favoritos” con el consumo de nuestra “cerveza favorita”. Para muestra
un botón, en el próximo juego de importancia de nuestro equipo, miren las filas
de gente comprando licor en las tiendas del ramo; o es que no las han visto?. El
alcohol y las drogas son dañinos para la salud, las propias bebidas lo dicen. Obligadas
por las leyes indican el grado alcohólico de las mismas y señalan en los
envases que su consumo en exceso es perjudicial, pero somos nosotros quienes
obviamos esta precaución de la ley. Si el deporte es tan bueno y nuestros
jugadores unos héroes, porque ellos mismos no se desvinculan del patrocinio de
las bebidas alcohólicas? No pueden, son parte del negocio.
Del alcohol de inicio, de ese
primer trago, a convertirnos en asiduos consumidores, no es mucha la distancia.
De la necesidad de consumir algo más fuerte y pasar a las drogas, también hay
evidencias que sustentan y documentan que es el alcohol el puente más usado.
Pero que estamos haciendo como sociedad, que hacemos como familia?, creo que muy
poco, no estamos viendo esto como un problema. Revisando las acciones tomadas
en el modelo islandés, entre las más complejas están: Un toque de queda
evitando la estancia en las calles de los menores de edad después de ciertas
horas de la noche, la obligatoriedad de los padres en involucrarse en el
problema para atacarlo sin excusas y el manejo local y a tiempo de la
información recabada en un proceso de encuestas continuo que realizan (la
información es como las verduras, si no es fresca no sirve), son parte de la
clave. También se incrementó la edad legal para el comercio y consumo del
alcohol, con penas importantes por su violación. Este último aspecto, es el que
más polémica causa en nuestros países cuando se menciona la posibilidad de la
modificación de las leyes, y estoy de acuerdo, no sirve para nada si no se
implementa en conjunto con otras medidas, que penalicen a los padres y
representantes de nuestros jóvenes. Otras medidas que se convirtieron de alguna
forma en obligatorias, fue la práctica deportiva o de cualquier disciplina
artística, musical o cultural y, la que yo creo más importante, el
convencimiento de pasar más tiempo en familia, compartiendo juntos.
El exceso de alcohol y las drogas
destruyen nuestro cuerpo, generan una gran cantidad de las enfermedades que a
diario padecemos, además de ser responsables de una muy buena parte de los
accidentes de tránsito. También son el caldo de cultivo de la violencia de
calle e intrafamiliar y la ebriedad es el estado perfecto para las relaciones
sexuales tempranas, con el consiguiente embarazo precoz y el no deseado, más el
incremento de las enfermedades sexuales. La OMS ha insistido en sus
declaraciones que el alcohol es un insumo no necesario para la vida. Yo le
agrego que el alcohol no es sino no otra droga más, que por conveniencia social
y económica, siempre hemos considerado legal y hasta útil. En conjunto con las
demás drogas, legales e ilegales, se está causando un daño que no estamos
interesados en ver y atacar, a pesar de lo cerca que lo tenemos.
Han aparecido modas o estilos de
vida que están cambiando nuestras conductas. Algunas de estas modas hasta han
resultado convenientes, por ejemplo, fumar cigarrillos ya no se considera algo
glamoroso, mancha los dientes y da mal aliento. Ese solo hecho ha ayudado en la
reducción de su consumo. Pero en sentido contrario, el uso exagerado de las
computadoras o teléfonos inteligentes, por parte de nuestros niños y jóvenes
(también en los adultos), han producido modificaciones de comportamientos que
para nada estimulan la vida sana. Quienes se envician con la tecnología,
normalmente no hacen deporte, rompiendo con ese viejo adagio de mente sana en
cuerpo sano, aumentando el sedentarismo, la pasividad, el estrés y la ansiedad
(si no lo creen, mire lo que pasa cuando se cae la señal o perdemos el celular).
Si esto se lo sumamos al incremento de consumo de alcohol y drogas, creo que
estamos en presencia de la conjunción de males nuevos y viejos, que no nos
están llevando por el mejor camino y que con nuestra ceguera voluntaria de sociedad
adulta cómplice, movemos el futuro de nuestros países hacia un cada vez más peligroso
y triste sendero.
Si queremos estar siempre a la
cabeza de los más destacados países en la cultura, los deportes, en el
desempeño académico, con mucha paz y que todo esto eso contribuya a crear una
sociedad justa, desarrollada y más feliz, debemos (tenemos) que frenar y reducir, al mínimo
posible, el consumo de alcohol y drogas. Tomados todos, pero de la mano
de Dios, veamos qué es lo que está haciendo Islandia y a lo mejor nos
garantizamos, con menos angustia la clasificación y de pronto hasta el
campeonato, en los próximos mundiales.
Eduardo J. León Hernández
Barranquilla
Octubre 13, 2.017
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