jueves, 19 de octubre de 2017

LOS MINIONS Y LOS ENCHUFADOS


El pasado día lunes fue día de películas con los dos nietos mayores. Dado que era día festivo donde resido, estaban de visita y me ayudaron a pasar el malestar del día anterior, esa “incomodidad” que me generó el resultado de las elecciones regionales en Venezuela. Una de las películas que vimos se llama Minions y para que entiendan un poco mejor, sobre todo a quienes no hayan visto la película, les transcribo algunas líneas que tomé textualmente de Wikipedia. 
  
“Los Minions son pequeños y cariñosos secuaces de color amarillo, que usan bragas y gafas, y poseen uno o dos ojos.” “Minion traducido del inglés, significa sirviente entregado y leal, especialmente cuando se trata de aquel que sirve a una persona mala y poderosa. En este sentido, un minion es el tipo de persona que vive para servir a su amo, y cuyo grado de entrega llega a ser tal que puede convertirse en esbirro o secuaz de las fechorías de su amo.”

“Los Minions tienen tipos diferentes de pelo, ojos y estatura, por lo que cada uno es en parte diferente. Tienen forma de píldora y han existido desde el principio del tiempo, como evolución de organismos unicelulares que tienen un solo propósito: servir al villano más despreciable de la historia. Sin embargo, después de eliminar accidentalmente a todos sus amos, incluyendo un dinosaurio, un Hombre de las cavernas, un Faraón egipcio, a Drácula y a Napoleón, deciden aislarse del mundo y comenzar una nueva vida en la Antártida la cual en un principio les da mucha felicidad”. Pero en un momento determinado su situación de excesiva tranquilidad les genera mucha depresión y deciden cambiar nuevamente (agregado mío).

Para quienes no conocen el término, en Venezuela hay gente que se denominan los Enchufados, son aquellos que están pegados al gobierno, conectados a cuanta fuente de recursos económicos y de poder exista, para aprovecharse de ellas. Pero yo los he subdividido en dos tipos los de Enchufados de Palo y los Enchufados de Hueco. Los primeros, son los ya descritos, los que andan siempre buscando donde meter sus conectores, sus clavijas. Los Enchufados de Hueco, no son de reciente descubrimiento, más bien digamos que representan una subdivisión no atendida anteriormente en nuestro léxico político, son los que están que están estáticos, a los que enchufan, es a ellos a quienes les meten el conector, lo que en electricidad llamaríamos un receptáculo. Ellos no van a robarse la carga, se la meten, como a un tanque de gasolina; que por cierto, haciendo el símil, la que reciben es de muy bajo octanaje. Este grupo normalmente está constituido por los que no hacen nada o muy poco por salir adelante, los que no se esfuerzan por progresar, algunos porque no pueden, la mayoría porque no quieren, así de sencillo y reciben del gobierno lo que ellos, sus amos, deciden darles.

Los Minions y los enchufados de hueco tienen muchas similitudes, son de un solo color, aunque diferentes, no hacen nada que su amo no les indique y lo siguen ciegamente, aun siendo criminales.

Hay enchufados de hueco por quienes particularmente siento pena y compasión (ojo, no es lástima). Conozco casos de personas que se han convertido en Minions por miedo a perder su trabajo con el gobierno, que en este momento es el mayor empleador, comparado con la destruida empresa privada. Para ellos la pérdida del empleo sería un horrible caos, no podrían seguir pagando el colegio de sus hijos, ni cubrir muchos de sus gastos básicos, difícilmente volverían a trabajar. Su conversión se debe a que supuestamente los tienen monitoreados y les han hecho creer que el gobierno sabe por quién votan cuando participan en los comicios electorales. Algunos tienen un miedo tan irracional que los ha llevado inclusive a separarse de amigos y familiares, para no ser vistos en compañías no convenientes y nunca se quejan delante de nadie, a pesar de que no tienen ni ahorros, ni carro. Estas personas antes eran profesionales que con los sueldos que devengaban podían comprar vehículos nuevos; hoy sencillamente, si aun los que tienen, se les han dañado y no hay repuestos para repararlos.

Hay otros casos de personas cuyos hijos se han ido al exterior, buscando otra forma de vida, humana y tranquila, sin tanta zozobra; la mayoría han emigrado a USA y han pedido asilo. Hasta allí pareciera que está más o menos bien la cosa para los muchachos, aunque están haciendo trabajos muy distintos a su preparación, pero el lio serio es que sus padres no van a poder verlos más, al menos en persona, no van a poder darles una abrazo, algunos porque les han negado la visa americana por trabajar con el narcogobierno (o aun teniéndola no los van a dejar entrar), otros, porque los costos de los boletos aéreos son impagables. El mas triste de los casos, es aquel que tiene a su madre enferma, que depende del seguro médico de Pdvsa para cubrir el tratamiento y que por cualquier movimiento en falso, pierde su empleo y de manera directa la vida de su progenitora, ya que no tendría manera de cubrir los costos de salud en otro lado. Hay muchísimos ejemplos muy conocidos y sería muy larga la lista para ponerla aquí, pero en todos los casos son producto de una terrible opresión, ejercida para controlar a la fuerza a quienes tienen más necesidades.
   
El narcogobierno está soportado sobre una base de Minions rojos que no son la mayoría de la población, pero que como buenos esclavos, atienden y cumplen órdenes sin miramientos. Unos porque se acostumbraron a recibir las migajas, otros porque no tienen conciencia de lo que hacen y los de mal corazón, que siempre van detrás de los villanos, como en la película.

En la trama de la película, en el año 1968, a los Minions la falta de un villano los lleva a la depresión, por lo que un minion llamado Kevin idea un plan para encontrar un nuevo villano para su pueblo. Después de caminar miles de kilómetros, llegan a New York y descubren que hay una convención de malhechores en Orlando, viajan hasta allí y conocen a la más malvada mujer del momento, quien luego de una graciosa y enredada escena de lucha, queda impactada con ellos y decide llevarlos a Londres para que le ayuden a derrocar a la Reina y ella poder tomar su puesto.

Kevin y sus dos compañeros Bob y Stuart, van hasta el castillo y logran robar la corona y por unos días, uno de ellos se hace dueño del reino, ya que pudo sacar la espada de la piedra. Skarlett Overkill, la malvada del cuento, los encara y logra obtener finalmente tomar en sus manos la corona, pero nuevamente por los actos estúpidos de Kevin y sus dos amigos, no puede coronarse reina de Inglaterra. Al final de la película (la cual les invito que vean, es la segunda tira cómica con más ingresos recaudados en la historia, está muy bien lograda y la manera de hablar de los protagonistas es genial) los Minions recuperan nuevamente la corona, se la entregan a la Reina Isabel de vuelta y Kevin es reconocido como caballero del reino. 

En el capítulo final, justo en el final de la celebración, aparece un nuevo bandido, que luce más terrible, más inteligente y audaz y junto con todos sus compañeros retoman de nuevo su deseo de seguir siendo vasallos del mal, seguidores ciegos de un villano. Los miles de Minions que estaban en la Antártida ya habían sido contactados por Kevin cuando él descubre los villanos del nuevo mundo, era su objetivo y todos se desplazan a Londres, para finalmente en manada, seguir a Mi Villano Favorito, el nuevo villano. La saga continúa.

Los Minions y los enchufados de hueco están determinados a ser esclavos felices, esa es su naturaleza. Hacen lo que sea para ser reconocidos y atendidos por su amo, no les importa el tipo de ridiculeces en el que deban participar o actuar, ellos están allí, siempre presentes, aunque no sean mayoría, son consecuentes.

Yo me pregunto, hasta cuando la población “normal” digamos nosotros, vamos a permitir esto?. Hasta que momento nuestra sociedad va a soportar que la ignorancia de unos pocos sea capaz de dominar la capacidad de producir y generar que tiene la mayoría? En qué momento tomaremos la decisión de hacer lo correcto, unidos todos por el bien común, incluyendo el bien de los Minions criollos? Los Minions en la película han ido eliminando a cada uno de los villanos que han seguido, en la película nuestra ya se fue uno; será que Dios en su inmensa misericordia, decide llevarse a algunos otros a su lado? No creo que nuestros Minions lo hagan.

Yo no tengo las respuestas para lo anterior, solo tengo la preocupación por mí país, cada vez más destruido y su población más debilitada. Si creo que ha faltado unidad y mucho coraje (por no decir otra cosa) por parte de las generaciones que nacimos en democracia, los que ya estamos grandecitos, hemos dejado que los desmanes del narcogobierno los enfrenten los jóvenes, por supuesto que hay muy valiosas excepciones. 

En una entrevista realizada al creador de los Minions, le preguntaron porque estos personajes solo estaban representados por hombres, él les respondió: “Al ver lo tontos y estúpidos que son, no puedo imaginar que entre ellos pueda haber una mujer”.

Vean la película, se van a divertir y van a ver como un film para niños nos enseña tanto, tiene grandes lecciones. Si ya la vieron, repítanla, y en ambos casos, traten de descubrir en cuál de los Minions se ven representados (si ese es su caso, no intento ofender) o a cuántos de ellos tenemos cerca de nosotros para convenceros de su error. El enemigo es el villano y todos los de su banda, no podemos perder ese norte. Pero los Minions que en su mayoría son estúpidos, débiles y manipulados, son parte de su respaldo (también están en las fuerzas armadas). Son así por naturaleza y hacen mucho daño, a pesar que en el fondo de su corazón, llegan a ser buenos.   


Eduardo J. León Hernández

Barranquilla
Octubre 19, 2.017 

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