Sacrificio vs Sufrimiento

Según el diccionario de la Real Academia Española, el Sufrimiento es un padecimiento, un dolor, una pena y también lo define como la paciencia, conformidad y tolerancia, con la cual se llevan las dolencias. El Sacrificio, obviando las acepciones referidas a la matanza de animales y a las ofrendas específicas, el mismo texto lo define como un acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor, o sea que es un acto voluntario, de entrega y sin interés de que sea retribuido. El Sacrificio, pudiera involucrar un Sufrimiento, pero no siempre es así.

Siempre me ha inquietado esta comparación, cuando escucho algunas interpretaciones de la palabra de Dios y ciertos pensamientos arraigados en algunas de las personas creyentes y de quienes la han estudiado y compartido por años, esto incluye a sacerdotes y religiosas, quienes exaltan el sufrimiento.

Nuestro Señor Jesucristo, como dice su palabra, vino para salvarnos, para darnos vida, vida eterna, vida en abundancia. Varios pasajes de la Biblia nos describen claramente, que Dios quiere que seamos felices y el propio Jesús, según señalan los Evangelios, nos dijo y nos dice, que nos ocupemos del hoy y que dejemos el pasado porque ya no existe y también el futuro, puesto que aun no llega. En otras palabras que no nos preocupemos, ni nos castiguemos con nuestros recuerdos (no sufran). Jesús, fue por la vida siendo alegre, de hecho, su primer milagro lo realizó en una boda! Y todos los demás fueron hechos precisamente para acabar con el sufrimiento, con el dolor.

Considerando todo lo anterior y lo expresado en muchas citas bíblicas que todos conocemos, creo que es muy claro que Jesús y nuestro Padre Dios, quieren que seamos felices. Dios y Jesús, no dicen que no hay sufrimiento, ya que es parte de la vida. Los padecimientos, los dolores, la tristeza, las enfermedades, sencillamente existen y todos los seres humanos en algún momento de la vida, unos más, otros menos, con diferente intensidad y frecuencia, sencillamente sufrimos.

El Sacrificio, puede involucrar dolor y sufrimiento, pero esto es algo diferente, porque es Voluntario. Es un acto de Misericordia. Jesús pudiéndose salvar, siguió los designios de su Padre, para salvarnos y como sufrió!. Padeció antes de su crucifixión, ya que conocía su destino y sufrió hasta su muerte mientras era martirizado, pero era un sufrimiento aceptado y tenía un objetivo de amor, salvarnos a nosotros, era parte del plan de Dios. Entonces si tomamos como ejemplo este, el Sacrificio más sublime que se conoce, confirmamos que el Sufrimiento se convierte en Sacrificio cuando es Voluntario, tiene un sentido, persigue un fin y se asume por causas nobles. Es la Misericordia. 

Sufrir por sufrir, es masoquismo, sencillamente no es sano, ni para el cuerpo, ni para la mente y el alma, ofrecer un sufrimiento a Dios, creo que más bien lo entristece. Si el quiere que seamos felices, como va a gustarle que suframos y mas aun que se lo ofrezcamos. Por eso no puedo entender a la gente que dice, que por el sufrimiento llegaremos a ser santos y nos garantiza el cielo. Esto no quiere decir, que reneguemos del sufrimiento, ya que repito, es algo propio de la vida y que lo importante es la forma de aceptarlo y de manejarlo, buscando lo positivo  que muchas veces nos muestra. Los cambios que el induce en nosotros cuando lo reconocemos y lo llevadero que es cuando “lo ponemos en las manos de Dios”, que es diferente a ofrecérselo.

Aprendamos a sacrificarnos por los demás, con nuestra entrega no hacemos otra cosa que ayudar a eliminar o reducir el sufrimiento de nuestro projimo. El Sacrificio y la entrega de corazón son un acto de Misericordia, eso sí agrada a Dios.

Eduardo J. León Hernández

Julio 05, 2013.